Al abrir los ojos mire a Ji Min tomándole el brazo. Me observaba preocupado, bajaba sus ojos a mi blusa abierta y despues se giró para fulminar con la mirada a ese desgraciado.
Apretaba los dientes como si se estuviese conteniendo. De pronto le soltó un puñetazo tan fuerte, que le hizo quitarse de encima mío. Se subió sobre Steve y siguió golpeándole hasta que el maldito reaccionó y golpeó también a mi niño perfecto haciéndolo caer al lado de él, grite asustada. Mi querido Ji Min se levantó rápidamente, tenía sangre en la comisura del labio que limpió con el dorso de la mano.
—Te había visto mirarla. Así que estaba en lo cierto — la voz de Steve estaba llena de seguridad. Miró desafiante a mi chico perfecto —Así que el idol se siente atraído por una de sus empleadas. No sé cómo lo vera la gente. — bufó fuertemente, visiblemente divertido.
Mi niño, mi querido Ji Min estaba tan enojado, que sus puños temblaban por la ira contenida. No me gustaba verlo así. Además, quizás tendría problemas por mi culpa. Apreté los ojos sintiéndome impotente ¿Qué podía hacer para ayudarle?
Escuché a los chicos entrar rápidamente a mi apartamento preguntando a Ji Min como estaba y despues a mí. Miraban con odio y desdeño a Steve.
Todo paso tan rápido. Ellos estaban aquí y me sentía tranquila, sabía que mi conciencia se iría debido a eso, que me sentía segura con ellos, traté de retenerla conmigo lo más que pude, pero fue en vano. Escuché la voz de Lily preocupada y afligida al final. Y entonces me perdí.
Abrí los ojos pesadamente, me dolía un poco la cabeza y el brazo. Traté de levantarme, pero unas manos me lo impidieron. Era Lily que me sonreía aliviada mientras lloraba. Se levantó para abrazarme.
—Oh nena ¿Cómo estás? Estaba tan preocupada de que ese maldito te hubiera hecho algo. Perdóname por insistir para que salieras con él. Perdóname. — susurraba lastimosamente mientras seguía abrazándome. Sentí sus lágrimas en mis mejillas.
—¿Qué pasó Lily? — miré a todos lados.
Estábamos en mi apartamento, sentía vendada la mano y un parche en la frente. Eché un vistazo al reloj de mi mesita de noche, era tarde ya, aunque seguíamos en el mismo día.
—Park Ji Min me llamó asustado preguntándome adonde te llevaría Steve. Yo no entendía nada así que le pregunte la razón. Él me explicó que no tenían registro de que Steve trabajara en la empresa. Parece que hizo una investigación antes de llamarme. Le dijeron que no tenía familia, y que su padre se suicidó en la cárcel — bajó la mirada y su mano apretó la mía —Ya te imaginarás por qué.
—¿Cómo esta Ji Min? ¿Y los chicos? ¿No les afectará esto? Steve amenazo a Ji Min con contar cosas de nosotros. — dije angustiada sentándome en la cama.
—No tienes que preocuparte por eso. Trajeron a sus abogados personales. Los chicos se enteraron y quisieron ayudar. Los abogados dijeron que esto no les afectara en nada. Llegaran a un acuerdo o algo así. Parece que Steve pasará mucho tiempo en la cárcel. — acarició mi mejilla para tratar de calmarme.
Miré hacia la puerta y ahí estaba ChimChim observándome atentamente. Tenía todavía un poco de sangre en la comisura de sus labios. Comencé a llorar de nuevo y el caminó rápidamente hacia mí. Lily se levantó dándole paso. Lo abracé fuertemente como si mi vida se fuera en ello. Mi amiga salió del dormitorio para darnos espacio.
—¿Cómo estás? — se apartó un poco para mirarme.
—Un poco asustada aún — pasó el dorso de su mano por mi mejilla. Agradecía ese gesto —¿Y tú? —centré mi vista en su labio herido.
—Bien, solo preocupado por ti. — acerqué mis dedos temblorosos a su labio.
—¿No te duele? — hizo un gesto falso de dolor que me hizo sonreír un poco.
—No más que a ti. —frunció el entrecejo y paso su mano delicadamente por mi mejilla que tenía un poco hinchada.
—Gracias. — lamentaba mucho haberlo metido en esta situación, ese maldito había lastimado su cara perfecta, acaricie su suave mejilla.
Hice una mueca al pensar que quizás habría podido pasar algo mucho más desagradable. Sacudí la cabeza para esfumar esas ideas angustiosas y dolorosas que comenzaban a surgir.
—Nadie puede tocar a mi chica. — me asombré por sus palabras, me gustaba como sonaban.
Sentí que mis mejillas cobraban color. Mi chico perfecto me dedico esa sonrisa que hacía que me enamorara más de él, esa donde se cerraban sus ojos. Tan tierna, tan sincera.
—Pensé que no llegaría a tiempo. — su semblante se oscureció.
Di un beso a mi dedo índice y despues lo llevé a su boca, para calmarlo. Sabía que los chicos y más gente estaban afuera, así que me contuve. Sin embargo, él sí lo hizo en serio. Se acercó y rozó sus labios con los míos y por fin pude calmarme por completo, y al parecer él también.
—¿Tu chica? — arqueé una ceja, más feliz de la cuenta.
—Intentémoslo ¿Quieres? — asentí satisfecha. Tomó mi mano y entrelazo sus dedos con los míos, ese gesto me encantaba.
Sabía bien el mundo que él tenía, la vida que llevaba, y me di cuenta de que quizás pueda encajar en ella si me esforzaba lo suficiente. Tenía en claro que él quería estar conmigo tanto como yo lo quería.
Mi querido Ji Min accedió a irse a regañadientes con los chicos, se quedó tranquilo de que Lily pasaría la noche conmigo.
El domingo mi amiga no hizo más que cuidarme como si fuera un bebé. Me preparó la comida, me ayudó a bañarme, se acostó conmigo. Apreciaba de verdad su gesto materno, pero me hacía sentir una inútil. Siempre he estado acostumbrada a hacer mis cosas, desde pequeña. Ella decía que a nadie le hacía daño que le consientan de vez en cuanto.
Cuando mi niño perfecto me llamó estaba completamente de lado de Lily. Me dijo que no tenía que ir a trabajar, los directivos estaban al tanto de todo y me pedirían disculpas en cuanto fuera. Bueno no había sido su culpa despues de todo.
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Situaciones Peligrosas (JiMin y tu)
RomanceHas terminado tu carrera profesional en "Asesoría de imagen personal, diseño en estilismo de indumentaria y en modelismo", hace tiempo que tu amiga y tu buscan un empleo de lo que les gusta. Por fin, gracias a una influencia de tu amiga logran encon...