6. Noche de descubrimiento.

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Este beso fue diferente al primero. Sentí su lengua juguetona presionar mis labios. Sin hacerme del rogar los abrí ligeramente dándole acceso a mi boca.

Todas estas sensaciones han superado mi imaginación, el roce de su lengua en mi paladar me hace estremecer, haciéndome producir jadeos involuntarios. Sin querer quedarme atrás, comencé a jugar con la suya también.

Por fin puedo hacer lo que tanto quería. Subí mis manos a sus cabellos metiendo mis dedos lentamente. Dios que sensual su cuerpo estando tan pegado al mío, con sus manos aun en mi cintura.

Se separó pegado su frente a la mía para que podamos respirar. Ni si quiera estaba consciente de este lado mío, jamás lo había sentido, pero con este hombre ¿Quién no lo iba a tener? Pasé mi lengua delineando aquel labio inferior carnoso y delicioso ¿Podría haber un sabor mejor que este? Una sonrisa de suficiencia iluminó su rostro.

Escuchamos como mi amiga gritaba respondiendo a alguien *pollo frito*. A regañadientes me separé de él, podía sentir que también le estaba costando trabajo. Nos miramos unos segundos de manera cómplice, no pude evitar sonreír pensado algo como...

—¿Nuestro secreto? — preguntó en un susurró. Estaba sorprendida por la similitud de nuestros pensamientos en ese momento. Asentí tímida sin poder borrar esa sonrisa bobalicona de mi rostro.

Mi chico perfecto se fue en cuanto Lily llegó. Aunque le insistimos para que comiera con nosotras, dijo que debía ir con los chicos, tenían que seguir ensayando y despues comerían ellos. Mi amiga me interrogo sobre la presencia de él en el salón, solo le dije que se debía a que estaba buscando algo y al final no lo encontró.

Sé que Lily sospecha algo, pero aún no estoy lista para decírselo, sé que va a desaprobar aquello. Yo también estoy consciente, no sé si tenga algún camino esto, pero es más fuerte que yo, no puedo negarme a vivirlo, y tampoco quiero hacerlo. Esta es una oportunidad entre ¿Mil? Sin tomar en cuenta que es la primera vez que me siento así.

Esa noche tuve un sueño, donde iba entrando a un club nocturno, solo estaba Ji Min al centro de la pista bailando un sonido tropical latino. Movía sus caderas de un lado a otro junto con sus manos y su cabeza a ritmo de la música, con los ojos cerrados. No sé si fue sexy, raro o gracioso.

Al despertar inconscientemente dije "¿estás de broma?" Mirando hacia el cielo, ¿Por qué no lo soñé de alguna otra manera?, al menos ¿Con menos ropa y muy cerca de mí?

Durante el día, cada que lo miraba no podía evitar traer ese sueño a mi mente. Mordía mi lengua para evitar reír frente a él, seguro me preguntaría que me pasaba y no estaba lista para contarle mi sueño. Hubiera deseado que fuera Blood Sweat and Tears la que estuviera bailando, esa sí que me quita el aliento. Quizás uno de estos días vaya a espiarlos cuando estén ensayando esa.

Me encontraba en el salón acomodando todo mientras Lily hablaba con unnie. Escuché que alguien abría la puerta y entraba cerrándola.

—Por fin Lily, vámonos sabes que no me gusta irme despues del anochecer.

Al voltear miré a Ji Min acercándose hacia mi rápidamente, todo paso tan rápido. Colocó sus manos en mis mejillas y me beso con necesidad, abriendo sus labios e introduciendo su lengua en mí boca. Posé mis manos en su cintura y lo pegué más a mi respondiendo a esa necesidad con la mía. Me gustan esas ganas locas suyas de besarme, me resulta sorprendentemente excitante, y más aún, en este lugar. Se que estoy muy mal, pero no puedo evitarlo.

Se separó de mi lentamente, me miró de manera tierna y sonrió. Podría acostumbrarme a estos arrebatos suyos. Tomó una de mis manos y me llevo a sentarme en el sofá.

—Me di cuenta de que no se muchas cosas sobre ti. — estaba apenado. Me sonrió de esa manera que me enamora.

—¿Muchas? — interrogué.

—Si bueno, trabajas aquí así que leí tu expediente... — susurró —Todo.

—Oh. — parece como si estuviera confesándose.

—Además de burlarte de nosotros — arqueó una ceja y sonrió de lado —¿Que más haces para divertirte? — mordí mi labio para evitar reír al recordar cuando Lily y yo nos mofábamos de ellos.

—Esto. — abrí los brazos mostrándole el salón, dándole a entender que era mi trabajo.

—¿Y tu familia? — me agaché al instante. Este tema siempre era difícil de recordar. Parece que lo notó —Si no quieres hablar de eso, está bien.

—No tengo — me encogí de hombros —Mi única familia quizás sea Lily, al menos hasta que se canse de mí. — sonreí sin ganas.

Él se quedó callado sin saber que decir, seguro se incomodó tanto como yo. Me aclaré la garganta y cambie de tema para correr a la incomodidad que se estaba instalando entre nosotros

—¿Siempre habías querido ser un cantante?

Sonrió haciendo que sus ojos parecieran pequeñas ventanitas, Dios es esa sonrisa. Llevé una mano a mi pecho. No te enamores. No te enamores. No te enamores.

Le gustaba hablar sobre cómo llegó a donde está junto con el grupo, que él dice son como sus hermanos, es su familia. Es muy diferente a leerlo en internet o verlo en la tv, hay muchas cosas que los reporteros y los escritores pasan por alto, su mundo es un lugar difícil pero también asombroso.

Estaba maravillada en escucharlo. Mi niño perfecto tomaba mi mano en ocasiones entrelazando nuestros dedos. Él se estaba abriendo conmigo, y yo tenía que corresponder de la misma manera, pude contarle un poco sobre mi familia, mi fobia por las noches, no me gustaba mucho recordarlo.

—Era niña, tendría como cuatro o cinco años, mi madre y yo caminábamos a casa. Era de noche, papá siempre trabajaba. Mi madre era una mujer preciosa, para mí la más hermosa del mundo, y no era la única que lo pensaba. De ella heredé este color de ojos. Ese día fuimos a dejarle la cena a papá, llevaba dos días sin llegar a casa por el trabajo.

Siempre mis pensamientos tenían las mismas preguntas ¿Para qué la trajo de Austria si no iba a estar con ella? Sentí como Ji Min presionaba mi mano animándome a continuar, aquel gesto hacía que me calmara un poco y continué.

—Mamá dijo que nos seguían, así que tomo mi mano y comenzamos a correr. Fue un maldito que estaba obsesionada con ella, más que nada por sus ojos. Mamá me dijo que cerrara los míos y no los abriera para que él no pudiera verme y tampoco yo. Fue en vano. — me detuve un poco y respiré profundo.

— Al final los abrí y vi a mi madre tirada en él piso con el estómago lleno de sangre, tenía cortes en ambos brazos y piernas — mi voz era un susurro —Aquel asesino estaba arrodillado al lado del rostro de mamá mientras le abría los parpados, le acariciaba la cabeza y repetía innumerables veces "por fin eres mía" — llevé mis manos a mi pecho y Ji Min tomó una de ellas llevándola a sus labios besando mi muñeca, me sonrío para tranquilizarme.

—¿Qué paso con el asesino? — cuestionó mientras daba beso en la otra muñeca. Es tan lindo.

—Más tarde supe que ese hombre era un acosador y estaba obsesionado con mi madre. — mi chico perfecto movió la cabeza reprobatoriamente y noté que apretó las manos haciéndolas puños, molesto, ¿impotente? así me sentí.

—Mi padre por su parte, ya no iba a trabajar, bebía todos los días perdiéndose en su sufrimiento, un día dijo que saldría a matar a ese hombre que me había arrebatado a mi madre. Le habían dejado libre bajo fianza y ese día saldría — él me miró asombrado como no dando crédito, pero me dejo continuar —Yo salí corriendo detrás de papá para poder impedírselo. No quería que mi padre se convirtiera en lo que ese maldito era. Ellos forcejearon con la navaja que llevaba papá, al final también lo mato. — me encogí de hombros.

—Al menos está en la cárcel ahora — el tono de mi querido niño era de enojo.

—No, él se suicidó mientras esperaba la sentencia. — mi voz estaba cargada de rencor. Siempre había pensado que fue un final demasiado pronto para ese maldito.



Situaciones Peligrosas (JiMin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora