Situaciones Peligrosas (JiMin y tu)

8. Amistad.

Él se acercó cada vez más a mí para poder besarme, yo cerré los ojos esperando con impaciencia su contacto, me encantaba. De repente escuchamos un grito ahogado y ambos miramos hacia donde provenía aquel sonido. En la puerta estaba Lily con la mano tapándose la boca. Sus ojos avellanados estaban abiertos de par en par mirándome, tenían una mezcla de horror y sorpresa. Ji Min y yo nos levantamos rápidamente y di un paso acercándome a ella.

—Lily no es lo que...

—¿No es lo que creo? — me interrumpió completando mi frase. Esta vez me miraba dolida, triste. Mi corazón se encogió. —¿Crees que soy estúpida? — su voz había subido tres niveles.

—Lily, ella no tiene la culpa, fui yo. — dijo Ji Min mirándola expectante.

—Con todo respeto Park Ji Min, no creo que debas meterte. ¿Podría hablar a solas con mi amiga? — más que una pregunta fue un orden. Mi chico perfecto me dedicó una mirada alentadora y salió del salón.

La mirada de Lily era fría. Había lastimado a mi amiga. Sabía que había arruinado las cosas al no decírselo y eso la dañó. Seguro se sentía traicionada. Pero por dios juro que pensaba decírselo, tampoco siento que sea para tanto. Ella cerró la puerta.

—¿Sabes? Sabía que te pasaba algo, pero no algo como esto — hizo un ademán con la mano como si estuviera asqueada —¿Pensabas decírmelo?

—Claro que si Lily, te lo iba a decir en la primera oportunidad. — traté de defenderme.

—¿A la primera oportunidad? ¿Estás de broma? Y ¿no pensaste que fuera cuando te lo preguntaba? — me dijo como si fuera una tonta.

—Lily yo, lo siento mucho, pero creo que exageras. — ella se quedó con la boca abierta.

—¿Qué exagero? Yo he tratado de estar contigo apoyándote siempre, por lo que pasaste. Porque no tienes una familia yo traté de ser una para ti ayudándote. Conseguí un trabajo para ambas porque pensé que esto era lo que querías. Porque yo también lo quería. Y de repente llegas tú con un amor infantil por un idol para joderlo todo ¡Para joder mi trabajo! — ella subió el tono de voz—¿Acaso no pensaste en mí? No claro que no, solo piensas en tu estúpido amor superficial. Pues para que lo sepas este trabajo me importa mucho y no pienso perderlo por tonterías infantiles tuyas.

Y se hizo el silencio, me quede ahí agachada escuchando todo su reproche, nunca había escuchado hablar así a Lily y me estaba haciendo daño, quizás el mismo que le hice a ella, hablaba dolida, y enojada al mismo tiempo.

Ella tenía razón, no había pensado para nada sobre eso, sobre el empleo. Pero también estaba segura de que hablaba sin saber algunas cosas. No podía decir que mi amor era superficial, ni mucho menos estúpido, si no sabía lo que yo sentía. Mordí mi labio fuertemente para no llorar y poder responderle decidida.

—Reconozco que hice mal, que me metí con mi empleo y más importante aún, con el tuyo, siendo que te costó mucho trabajo conseguirlo. Y de verdad, lo siento mucho. Pero por favor no hables como si supieras lo que yo siento. No te refieras a mi amor como superficial ni mucho menos estúpido. Te lo ruego. Nunca me había pasado esto y me sentía tan dichosa, que no pensé que te estaba lastimando inconscientemente.

—Y eso fue lo que más me dolió — musitó. La mire, mi amiga tenía una mirada tormentosa —Que no me lo contaras. Pensé que confiabas en mí. Pensé que era como tu familia, como tu hermana. — dijo con aflicción, miré un par de lágrimas rodar por sus mejillas y las limpio con fastidio.

—Es así—susurré. Ella me miraba con un ligero desprecio —Tu eres mi única familia, siempre te he visto así.

—No lo parece. — respondió indiferente. Suspiró y tomó su bolso para irse.

—Lily por favor, sé que estuve mal — sostuve su brazo —No me di cuenta de lo que pasaba hasta que me lo dijiste. Yo, estaba tan feliz. Es decir, él me hace tan feliz que no pensé en lo demás. Por favor discúlpame. — ella se deshizo de mi agarre jalando su mano furiosa.

Abrió la puerta y volví a tomar su brazo, esta vez con más fuerza. Ella se giró mirándome desconcertada. Pude ver a Nam Joon mirando sorprendido desde fuera de la sala. Se fue rápidamente.

La miré tristemente y ella se acercó a mí colocando su mano sobre la mía, que reposaba en su brazo.

—Nena... — susurró —Sabes que te adoro, eres como la hermanita que me quitaron—sollozó y yo comencé a llorar recordando la fallecida hermana de Lily, una pequeña de dos años. Sabía que la había lastimando con esta actitud que había tenido, pero no sabía que había sido con tal magnitud hasta que me lo dijo.

—Perdóname por favor — sollozando, apenas podía mirarla por mis ojos llenos de lágrimas. Ella me abrazo rodeando mi cuello, yo pase mis manos por su espalda y nos quedamos así un largo rato hasta que dejamos de llorar.

—Perdóname también — susurró cerca de mi oído. Lily es mi única familia, no soportaría perderla.

—Agradezco que fuiste tú la que entró y no otra persona — estas situaciones que pasaba con mi niño perfecto, aquí en el salón son un tanto peligrosas. En cualquier momento alguien más podría descubrirnos.

—También yo — ella sabía bien a que me refería. Tendríamos que tener cuidado a partir de ahora. No quería afectar mi empleo y mucho menos afectar a Lily.

Lily decidió quedarse conmigo esta noche, le hable de cómo habían sucedido las cosas ella solo escuchaba sorprendida. De vez en cuando decía algo, pero seguía escuchando atentamente.

—Nena honestamente ¿A dónde quieres llegar con él?

La mire confundida, la verdad es que no lo había pensado. Estaba tan conforme con que un chico como él se fijara en mí, que no había pensado en nada más. Ni en el riesgo que corría Lily o yo, o en las consecuencias de nuestros arrebatos. No había pensado en el futuro, me había dedicado a vivir el momento, porque no sabía cuándo se iba a esfumar.