«I'm here»

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Dolor.

Eso era lo único que JiHoon sentía, una pequeña incomodidad en su trasero, por lo que las sillas se habían vuelto sus enemigas.

—JiHoon sabes que ya no crecerás ¿verdad? siéntate —Dijo SeungKwan.

Y es que era normal que lo dijera, estaban en la hora del almuerzo y comer de pie con el plato en las manos no era muy común.

—No quiero —Dijo el castaño.

—¿Almorzaras de pie?

—¿No puedo?

SeungKwan lo quedó mirando y fue como si una luz se alumbrara sobre su cabeza, sonrió pícaro.

—¿Qué hiciste el domingo JiHoonie? —Lo apuntó con una papa en el tenedor.

Los demás chicos se confundieron al escuchar su tono de voz.

—Estudie ¿Por qué? —Respondió calmado tratando de que su comida no cayera al suelo.

—¿Todo el día? ¿No fuiste a ver a SeungCheol por su cumpleaños?

—No —Mintió prestándole toda la atención a su comida.

—¿Ajá?

—Fui a verlo en la noche —Se dio por vencido, sabía que no tenía ninguna escapatoria tratándose de SeungKwan.

El pelirrojo alzó sus manos para luego llevarlas a su cara —No me digas más, ya me imagino cuál fue tu regalo.

—SeungKwan déjalo en paz —Dijo Hansol.

—¿Pasó algo más? —Preguntó curioso JeongHan.

—No les debo decir eso, son cosas personales —Respondió JiHoon mirando a los chicos.

—Eso es un sí. El JiHoon virgen se hubiera puesto rojo y lo negaría hasta morir y este JiHoon no virgen no se coloca rojo y dice "son cosas personales" —SeungKwan terminó imitando la voz del pequeño.

—Sabemos que te gusta ya JiHoonie, no nos debes ocultar ya las cosas —JeongHan estaba a punto de reírse.

—Se me quito el apetito, son unos intrusos —JiHoon dejó su plato sobre la mesa y tomó su mochila.

Iba en camino a su casa cuando su celular sonó.

Cheol ❤️: JiHoon ¿puedes venir a mi casa? No me siento bien.

JiHoon sonrió, pensó que seguramente estaba jugando e inventando excusas para verlo, pero ya no era necesario hacerlo, podían verse siempre.

JiHoonie❣️: También tengo muchas ganas de verte, mentiroso. ❤️

Cheol ❤️: No estoy jugando JiHonnie, por favor ven.

Llegó lo más rápido a la casa de SeungCheol empapado por la lluvia que apareció a mitad de camino, apenas entró a la sala, el mayor se lanzó hacia sus brazos apretándolo fuerte, como un niño pequeño con miedo.

—Ayúdame por favor, no quiero beber ahora.

—No lo harás Cheol ¿tomaste tus medicamentos?

—Hace cinco minutos pero no se pasa —Se separó caminando nervioso de un lado hacia otro —Quizás ya llegue al límite y no puedo seguir.

—No, estoy aquí, contigo amor. Nada malo va a pasar.

SeungCheol se detuvo y se fijó recién como el pequeño estaba con su cabello mojado al igual que su ropa —Lo siento, vamos te prestaré algo para que te cambies.

Al llegar a la habitación del pelinegro todos los recuerdos de la noche anterior volvieron a su mente.

SeungCheol le entregó la ropa más pequeña que pudo encontrar aunque obviamente no sería la talla de JiHoon. El menor salió del baño con un buzo deportivo negro que tuvo que doblar y un suéter gris lo doble más grande que él. El mayor se acercó a él con una toalla y secó su cabello.

De pronto sintió un malestar en su cuerpo —Pensé que esto solo serían unas cuantas semanas y estaría bien.

—Todos los organismos responden de diferente manera SeungCheol, no puedes pensar en un tiempo específico y eso lo sabes —JiHoon trataba de ver en medio de la toalla que estaba encima de su cabeza y terminó sacándola para ver a SeungCheol.

—Seguramente esto no es lo que buscabas, no es lo más romántico del mundo ni...

El castaño lo interrumpió —Claro que no lo es —Hizo una pausa donde sus mejillas se sonrojaron —Lo más romántico fue anoche.

SeungCheol sonrió —Tienes razón —Su respiración estaba agitada —No te imaginas lo que siento en este momento, es muy confuso, el alcohol ya se volvió parte de mí.

—No lo necesitas —Llevo las manos a la nuca del pelinegro acercándose a sus labios —No necesitas nada de eso para estar bien. Bésame.

—JiHoon...

—Solo hazlo, demuéstrame cuánto lo deseabas y no podías, ahora puedes hacerlo.

SeungCheol colocó una mano en la cintura del menor, la otra en su mentón y de una manera algo posesiva lo besó.

Lo besó como si le quisiera robar todo el oxígeno, el menor luego enrollo sus brazos en el cuello del pelinegro cuando éste bajo ambos brazos a su cintura, le seguía el beso al ritmo impuesto, era rápido y desordenado pero no le molestaba.

Mordió en reiteradas veces en labio inferior de JiHoon para luego volver a unir sus labios.

Descargaba en aquel beso las ganas que tenía de beber, lo que le pedía su cuerpo lo cambiaba por el sabor de JiHoon.

Una adicción a la que se podría aferrar.

El beso se fue haciendo cada vez más lento, más dulce, con el mismo amor del principio pero demostrándolo de una manera más tierna.

—Estar contigo así se siente demasiado bien —Dijo SeungCheol alejándose solo unos pocos centímetros de los labios del menor, manteniendo sus frentes juntas.

—¿Verdad que si? me gusta mucho tu sonrisa —Se acercó a la nariz del mayor moviéndola cariñosamente con la de él.

—Se supone que el coqueto era yo.

JiHoon sonrió dejando un beso en los labios de su chico —No puedo evitar decirlo, me gustas mucho SeungCheol y me encanta cada parte de ti.

—Ya las conoces todas.

—Pervertido.

—¿Te puedo besar otra vez?

—¿Con lo de anoche no fue suficiente? —Sonrió.

SeungCheol negó y lo besó, un beso tierno, lento, que cuando lo profundizo a JiHoon le temblaron las piernas y hubiese caído si el mayor no lo estuviese tomando por la cintura.

JiHoon fue quien termino el beso, sabía que en ese momento no era buena idea llegar a algo más, agregándole el dolor que aún sentía en su espalda baja.

Y SeungCheol tampoco estaría con él en el estado en el que estaba.

No era justo para JiHoon.

SeungCheol lo llevó a la cama e hizo que el pequeño se sentará en sus muslos, se aferró a su cintura con fuerza y JiHoon sin decir nada recostó su cabeza en el pecho del mayor.

—Así siento que el que te protege soy yo —La voz de SeungCheol era baja y suave. Su respiración era mucho más tranquila.

—Me gusta protegerte a ti también.

—Lamento hacerte pasar por todo esto.

JiHoon levantó su cabeza para mirarlo a los ojos —No me arrepiento de nada de lo que ha pasado. Te volvería a elegir mil veces más.

JiCheol ♡ Wings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora