«Movie»

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Quizás era uno de los mejores inviernos para JiHoon, no, quizás no, estaba seguro que era el mejor. Porque no cambiaría nada de este momento, a pesar de que el cielo estaba llorando y las gotas hacían uno de los mejores sonidos para él, lo menos que se sentía era triste, se encontraba cómodo en una acogedora cama con una taza de chocolate caliente en la mesita de noche, había un recipiente de palomitas cerca y frente a él una buena película.

Pero eso no era lo mejor.

Lo mejor era estar rodeado en los brazos del chico al que amaba con todas sus fuerzas, podía escuchar su risa por las escenas divertidas y eso lo hacía feliz a él también.

Lo hacía sentir enamorado.

SeungCheol iba tomando una palomita para él y llevaba otra a la boca de JiHoon, el menor inconscientemente las recibía sin decir nada, y SeungCheol aprovechó un momento de descuido. Tomó una llevándola a los labios de JiHoon, y antes de que la mordiera la alejo lentamente haciendo que el castaño siguiera con sus labios el camino de la palomita sin despegar sus ojos de la televisión. No se dio cuenta cuando chocó con el dulce en los labios del pelinegro, le sonrió y la sacó.

Cuando la película terminó, SeungCheol gateó por encima de la cama llegando al DVD para poner otra película y JiHoon se sonrojó un poco por dirigir sus ojos hacia su trasero.

—Iré por más palomitas —Avisó SeungCheol saliendo del cuarto.

El menor se levantó para ir a revisar su celular por si tenía alguna llamada perdida de sus papás pero al tratar de sacarlo del fondo de la mochila uno de los cuadernos cayó al suelo, se agachó para recogerlo y vio un par de botellas de alcohol debajo del escritorio. Su mente quedó en blanco por un segundo ¿es que SeungCheol seguía bebiendo?

—Para la próxima deberíamos encargar pizza —SeungCheol llegó a la habitación con el recipiente recargado de palomitas de maíz.

—¿Qué es esto Cheol? —Enseñó una de las botellas en su mano.

—Yo... no lo sé.

JiHoon cambió su rostro, su ceño se fue frunciendo de a poco, haciendo una mueca en sus labios.

—No, no es lo que piensas. Ni siquiera las recordaba —Miró un poco asustado al menor, asustado de que no le creyera. Levantó su mano derecha —Lo juro, confía en mí.

JiHoon la dejo en la cama y se acercó a SeungCheol —¿Me dices la verdad? no me mientas a mí, recuerda que yo te estoy ayudando en esto.

—Estoy siendo sincero.

—Bien.

Le creía, completamente.

—¿Habrán más? —JiHoon miró a su alrededor —No es una buena idea que te encuentres alguna por ahí.

—No lo sé, supongo que si hay, no he buscado —Habló orgulloso.

—Entonces vamos a limpiar.

—Pero las películas —El pelinegro formó un tierno puchero —Traje más palomitas.

JiHoon se acercó, tomó una palomita entre sus dedos y la colocó en la boca del mayor —Amor las películas pueden esperar.

La sonrisa de SeungCheol al escuchar ese apodo no pasó desapercibida para el menor quién había quedado con los ojos abiertos y totalmente quieto al terminar de hablar, pudo sentir como la sangre iba subiendo a sus mejillas por la penetrante mirada del pelinegro.

—I-iré a buscar bolsas de basura —JiHoon habló y salió de la habitación. Cerró la puerta afirmándose en ella para soltar un profundo suspiro.

Sabía que no tenían una relación formal y no le molestaba que fuera así aunque no podía negar las ganas de presentar a SeungCheol como su novio.

Por otra parte SeungCheol estaba colocando palomita tras palomita a su boca desde que JiHoon salió del lugar. Lo amaba más que a nada pero no podía simplemente pedirle que fueran novios.

No así.

No en ese momento donde no era nadie en la vida.

JiHoon regresó a los minutos y ambos actuaron como si nada hubiese pasado, era algo bueno, JiHoon no quería comprometer a SeungCheol en algo si es que no quería hacerlo, no lo obligaría.

Y entonces, SeungCheol estaba encargado de ordenar la ropa en el armario mientras JiHoon ordenaba la mesita de noche y el escritorio. Habían encontrado tres botellas más de las que SeungCheol se defendió a muerte sobre que no eran nuevas.

Las horas pasaron y la habitación cada vez estaba más ordenada, más bonita y limpia.

Una risa del bajito hizo que SeungCheol se volteara.

JiHoon estaba de espaldas con un montón de hojas en sus manos, sus hombros se movían debido a la risa, el mayor se acercó y al ver el corazón dibujado en las hojas de cuando era pequeño y le gustaba JiHoon, sus ojos se abrieron y se lo arrebató.

—¡Cheol! —Chilló el castaño conteniendo la risa —Dámelo.

—Ni loco, no te burles. Lo escribí en el colegio —Lo apretó contra su pecho ocultándolo haciendo un tierno puchero.

—No me burlo, me parece muy tierno que escribieras mi nombre y el tuyo dentro de un corazón —Le sonrió divertido y SeungCheol entrecerró sus ojos.

—Debemos cambiar lugares, yo ordenaré ahí —Miró el escritorio.

JiHoon se caminó hasta él afirmando sus brazos —¿Me lo puedo quedar?

SeungCheol cerró sus ojos y le ofreció las hojas.

El castaño la recibió feliz dando un saltito, la dobló y fue a guardarla en su mochila. Sintió los brazos de SeungCheol en su cintura y una punzada en su espalda baja.

—¿Estás cansado? —La voz ronca del mayor le hizo erizar la piel.

—No mucho —Su cabeza se fue hacia atrás dejando que los labios del mayor pasearán por su cuello.

Se quedaron unos minutos así, JiHoon se removía en sus brazos mientras SeungCheol iba marcando todo a su paso. Se volteó juntando sus labios en un apasionado beso, las manos traviesas del pelinegro bajaron a su trasero, amoldándolo con cariño sacándole varios suspiros de su boca.

La ropa poco a poco fue estorbando, mientras los besos, gemidos y la temperatura iban aumentando.

Sus rostros sudados estaban a escasos centímetros, sus narices chocaban, podían escuchar los gemidos de ambos y la agitaba respiración.

—JiHoon -Lo llamo el mayor bajando el ritmo de las embestidas —Amor —Dijo en voz baja.

—¿Mgh, C-Cheol?

—Me tienes loco —Besó sus labios —Más loco que cualquier otra cosa —Susurró aumentando el ritmo de sus caderas.

Lo mejor del día fue sentir el cuerpo de JiHoon temblando al alcanzar su orgasmo, junto a la pequeña sonrisa que apareció en sus labios. Esa sonrisa que solo él provocaba.

JiCheol ♡ Wings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora