capítulo 9

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Mientras pensaba, sentí que había tropezado con alguien haciendome caer al suelo cuando levante la vista para ver quien me había tirado y bueno en realidad no lo conocía pero era muy atractivo tenía un cuerpo muy bien formado, unos ojos marrones, el pelo castaño, me sacaba una cabeza, era moreno y tenía una hermosa sonrisa -lo siento hermosa- me dijo el extraño y guapo chico, me ayudo a levantarme y a recoger unos libros que se me habían caído

-Soy Bruno y estoy encantado de conocer a una hermosa chica como tú-me dijo con una sonrisa encantadora
-ho.. hola.. yo soy Ma... Madison...-dije raramente un poco nerviosa ante su sonrisa, este al notar mis nervios amplio aun mas su hermosa sonrisa ¿había dicho ya que era hermosa?, bueno pues lo es.
-¿Ratona estás bien?- me pregunto mi rubio sacandome de el raro trance en el que me encontraba.
-¿he?... si, si estoy perfectamente- dije a aun subida en mi nube.
-Hola Bruno- le saludaron mi prima y Jack a la vez, cosa que estos rieron complicés.
-hola chicos, ¿qué tal estais?- dijo el aun con su amplia sonrisa.
-¿Se conocen?- dije yo extrañada.
- Si, es el hermanastro de Dani, lo conocimos el día que te fuiste temprano a casa- dijo mi prima.
-Osea que tu eres la famosa Madison de la cual mi hermano y sus amigos no para de hablar- dijo el con una sonrisa un poco picara, mi prima y mi rubio rieron mientras que yo notaba como mis mejillas se tornaban en un rojo intenso.
-Si, es ella mi querido primo- dijo William mientras se acercaba a nosotros junto a los demás y con demás me refiero a Dani y al resto de mis locos pero buenos amigos.
-Pues tenías razón Dani es mas linda de lo que me decías- dijo este agarrandole por los hombros a Dani, note como se ponía rojo mientras todos reían.
-mmm... y ¿cuántos años tienes?- le pregunté refiriéndome a Bruno para cambiar de tema, note como Dani me lo agradecía con una sonrisa leve a la que yo respondi con otra.
-Pues acabo de cumplir los 18- dijo el con una sonrisa muy amplia a le que yo respondí con otra mas tímida. Todos hablabamos y yo conocía un poco más al hermanastro de Dani, que raramente me fijaba como me miraba como si estubiera... "celoso" o algo así, y justo cuando Bruno me iba a hacer una pregunta el timbre y mis amigas que me agarraron del brazo nos interrumpieron y no me pudo decir nada cosa que me quede con la intriga, la primera hora me tocaba una de mis asignaturas favoritas, literatura, cuando entramos nos sentamos en nuestros respectibos asientos ya que el profe venía detrás nuestra -buenos días a todos y a todas- dijo el profe con una amplia sonrisa, me miro unos segundos y prosiguió con la clase -saquen todos sus libros por favor- dijo el, todos los sacamos y comenzaron a leer por donde se habían quedado la última vez -Señorita Madison prosiga- dijo el y yo obedecí sus ordenes

-CIUDADANOS.- Venid con palos, con picas, con hachas. ¡Mueran Capuletos

y Montescos! (Entran Capuleto y la señora de Capuleto.)

CAPULETO.- ¿Qué voces son ésas? Dadme mi espada.

SEÑORA.- ¿Qué espada? Lo que te conviene es una muleta.

CAPULETO.- Mi espada, mi espada, que Montesco viene blandiendo contra

mi la suya tan vieja como la mía. (Entran Montesco y su mujer.)

MONTESCO.- ¡Capuleto infame, déjame pasar, aparta!

SEÑORA.- No te dejaré dar un paso más. (Entra el Príncipe con su séquito.)

PRINCIPE.- ¡ Rebeldes enemigos de la paz, derramadores de sangre humana!

¿No queréis oír? Humanas fieras que apagáis en la fuente sangrienta de

vuestras venas el ardor de vuestras iras, arrojad en seguida a tierra las armas

fratricidas, y escuchad mi sentencia. Tres veces, por vanas quimeras y fútiles

motivos, habéis ensangrentado las calles de Verona, haciendo a sus habitantes,

aun los más graves e ilustres, empuñar las enmohecidas alabardas, y cargar con

La historia de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora