Who am I? | YM [2º Temporada] 🍊🥝

Dieciséis

Maratón 3/3
Capítulo dedicado para @AshleySanchez698❤️

Estaba totalmente aburrido en el sofá viendo la repetitiva película que pasaban por televisión, cuando el sonido de llaves en la puerta de entrada llegó a sus oídos.
Miró extrañado hacia el lugar, observando de reojo el reloj en una de las paredes, confirmando que eran las tres de la tarde y Jae aún no salía de clases.

¿Entonces...quién era?

Sus ojos se abrieron bastante en cuanto vio entrar a Yoongi con un montón de bolsas en las manos, como si se hubiera comprado medio supermercado aquella tarde.
Desde que habían tenido aquella ultima pelea, no se habían dirigido la palabra en una semana. Evitando todo tipo de contacto tanto visual como físico.
La verdad es que había herido bastante a su corazón al decirle todas esas cosas sin sentido, que en ese momento no quería recordar.

Jimin se acomodó mejor en el sofá, sintiéndose repentinamente incómodo ante la presencia del otro y se quedó totalmente quieto. Como si no existiera, cosa que había hecho todos esos días.

— H-Hola...– Le saludó Yoongi desde la entrada, dirigiéndole una simple mirada como respuesta.

No es que siguiera enojado con él, pero no podía evitar recordar cada cosa que se habían dicho cuando le veía y eso volvía a que su deprimente humor volviera.
Recordó la conversación de días anteriores con Jungkook, rememorando todo lo que el menor había intentado meterle en la cabeza. Sabia que él era bastante terco y le costaba disculparse primero, sin embargo ver a Yoongi tan complicado con todas las bolsas en la entrada del departamento le hizo ponerse de pie, aún cuando no quería estar a su lado.

Comenzó a recoger las bolsas más alejadas del pelinegro, llevándolas casi al instante a la cocina y dejándolas en el mueble que hacía como mesa, viendo la leve sonrisa que se formó en el rostro del mayor al estar ayudándole. Iba a volver a la entrada por más, cuando vio levemente un paquete de dulces que conocía bastante bien sobresaliendo entre una de las tantas bolsas.

Eran sus bombones favoritos.

— Son para ti. – Escuchó tras de él y dio un salto.

No esperaba que Yoongi le estuviera mirando desde la puerta, sintiendo sus mejillas enrojecerse al estar husmeando entre las bolsas del supermercado.
Lo peor no era que el pelinegro le hubiera comprando bombones, sino que había logrado ver que había comprado todo tipo de sus comida favoritas, además de las de Jae.

Esto definitivamente era un disculpa.

Jimin dejó el paquete de dulces sobre la mesa como si le quemaran, pasando con indiferencia por el lado de su novio para terminar de una vez de ordenar cada cosa que había comprado.

En todos esos días ni siquiera habían dormido juntos y el solo hecho de sentir el calor del cuerpo de Yoongi junto a él mientras ordenaban, le hacía querer abrazarlo para borrar todo tipo de resentimiento entre ellos.
Pero no, él no caería ante sus encantos y esperaría pacientemente a que el pelinegro se disculpara.

Park Jimin no se dejaba engatusar fácilmente. O eso quería creer.

Por más que quiso alejarse lo más que pudo del mayor en el reducido espacio de la cocina, de alguna u otra forma este terminaba a su lado. Rozando incontables veces sus manos y sus brazos.
Le dedico varias veces una mirada de odio al chico, arrepintiéndose casi al instante cuando veía la radiante sonrisa en el rostro de Yoongi.