Dieciocho

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El peor horario era definitivamente el de la tarde. Nunca había nada que hacer, nada más que pasar a ver de vez en cuando a los pacientes e ir a dar un par de medicinas.
Sin Jin, realmente todo era más aburrido que de costumbre y el dichoso doctor a cargo del piso, aún no parecía dignarse a aparecer.
Todas las enfermeras estaban bastante emocionadas por el nuevo médico a cargo, sintiéndose un total bicho raro al no conocer al famoso de apellido Ji. Y la verdad, tampoco le importaba conocerlo.

Su principal objetivo era llegar a fin de mes y poder solicitar su tan esperado cambio de turno. Los seis meses trabajan dos días y descansar uno, por fin acabaría y podría tener su tranquilo turno de seis de la mañana a las seis de la tarde. Ansiaba poder pasar más tiempo con su familia y por sobretodo con su novio.
Desde que se había reconciliación con Yoongi, todo el tenso ambiente en su hogar había disminuido considerablemente. El pelinegro se había disculpado con su hijo y además les había prometido realizar un pequeño viaje en las próximas semanas, para poder desestresarse y darle a ellos toda la atención que se merecían.

Todo marchaba maravillosamente bien.

Ya lo habían disputas de ningún tipo y todo parecía haber quedado en el pasado como un simple mal recuerdo. En un principio su estaba muy molesto con su novio, más cuando él continuó esmerándose los días siguientes a su "sexo de reconciliación" se dio cuenta que el chico en verdad estaba arrepentido. Por ende, ya habían arreglado todo como se debía.

Tomando el registro de los pacientes, notó que debía ir a la farmacia del hospital a buscar unas cuantas bolsas de suero y un par de implementos que estaban por acabarse en la planta. Ya que sus compañeras nunca se tomaban la molestia de revisar nada, el rubio siempre terminaba haciendo ese tipo de labores.

Molesto de siempre ser el único que se preocupara de ese tipo de cosas, caminó enfurruñado hasta la escalera -ya que odiaba los lentos ascensores del hospital- , cuando chocó con alguien. Enseguida hizo una reverencia a quien estaba frente a él, sin quisiera ver el rostro ajeno.

— Discúlpeme, no lo vi señor. – Murmuró rápidamente, aún inclinado. Al ser un profesional de la salud, debía ser lo más respetuoso posible con todas las personas de su entorno, aún si éstas fueran irrespetuosas con él.

— ¿Señor? – Preguntó la voz contraria, con cierto deje de diversión.

Frunció el ceño, extrañado y elevó su rostro hasta la persona frente a él. Al instante de ver esa burlona sonrisa, mando un golpe al pecho del contrario y dejó de lado toda su fachada sería.

— ¡Idiota! Me asustaste. – Le reprochó el rubio, escuchando la dulce risa del pelinegro.

— Hola a ti también. – Continuó riendo, metiendo sus manos a los bolsillos de su pantalón. – ¿Estás libre ahora?

— Nunca estoy libre, amor. – Comentó, formando un puchero con sus labios, cosa que el otro no tardó en apresar y mordisquea.

Siempre amaba esos arranques de amor de su novio, pero estaban en su zona de trabajo y nadie sabía de su relación. No es que tuviera problemas por ello, pero prefería tener paz en su vida, sin los prejuicios de la sociedad.
Por ende, terminó por alejar a Yoongi bruscamente y observar a todos lados en caso de que alguien los hubiera visto. Viendo con pesar la cámara de seguridad justo apuntando en la dirección que se encontraban.
Tendría que ir a rogarle a Lee que borrara esa parte de la grabación, otra vez.

Who am I? | YM [2º Temporada] 🍊🥝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora