CAPÍTULO 4

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CATALINA

Idiota. Simplemente idiota.

Pensé que nos habíamos acercado más en este corto tiempo que llevábamos hablando, pero me equivoqué. Y lo sucedido en la mañana me aseguró que estaba alucinando.

Solo son amigos

Exacto, solo somos amigos, pero me demostró ser un chico atento, con su sentido del humor, respetuoso y amable que en mi loca mente pensé que más adelante podría darse algo más. Vaya idiotez.

Solo a ti se te ocurre alucinarte así con alguien que apenas conoces un mes

YA ENTENDÍ

Si es cierto que él no tiene por qué darme explicaciones ni nada de lo que haga, al igual que yo a él tampoco, pero su reacción en esa dichosa enfermería me dejó descolocada y peor fue cuando se dirigió a mí con tan poco tacto. Por eso simplemente me retiré de la enfermería sin despedirme de él, ni nada parecido. Dicen que eso a los hombres les duele en su orgullo masculino.

Y después me llama.

La verdad ya se me había pasado el enojo de lo sucedido, por lo que para relajar el cuerpo me metí a bañar y no había llevado el móvil al baño, lo había dejado reproduciendo mis canciones preferidas hasta que estas se vieron interrumpidas por mi timbre de llamada. Tuve que salir del baño para contestar, aunque ya había acabado de bañarme, y me encuentro con la grata sorpresa que era Axel. Y todo el enojo volvió.

No pude evitar lanzar fuego por la boca ante ese descaro. Si iba a tener ese tipo de arrebatos cuando yo no he hecho nada malo, pues que se joda. No le iba a hacer una escena, eso sería algo fuera de lugar, pero que no espere que lo trate igual que antes. Suficiente he tenido con el imbécil de mi ex como para aguantar a otro que ni puta corona en mi vida tiene.

Repítelo para que te lo creas.

Me lo creo y con eso basta.

La verdad no sé porque acepté tan rápido su propuesta para salir a comer y hablar de eso. De hecho, sería la primera vez que saldremos, ya que después del día del parque, solo nos limitamos a hablar por mensajes o llamadas. Era lo mejor.

Debo admitir que me ayudó mucho. Justo cuando él entró a desequilibrar mi rutina, yo estaba superando a mi ex y fue de gran ayuda su amistad. Sobre todo, cuando los problemas en mi familia no se hacían esperar, pero nunca le conté a fondo ese tema, con saber que no tengo figura paternal y que la relación con mi madre era cuerda floja la mayoría del tiempo, bastaba.

Escuché sonar mi móvil nuevamente y estiré la mano para alcanzarlo, ya que después de hablar con Axel lo dejé en mi mesita de noche.

Es Camille.

- ¡Hey Cata! - exclama Camille, mientras escucho otra voz que rápidamente identifico. Clara. - ¡Dile que venga o que nosotras vamos! ¡Pero habla mujer! - le grita a Camille. - ¡Joder! Cállate que no me dejas escuchar con tanto parloteo.

Me río ante menuda discusión de este par.

- Cata deja de reírte y habla de una vez. Vienes o vamos, tú decides. - habló esta vez Clara ignorado lo que Camille le había dicho.

- Pero si son ustedes las que no se callan. - digo tratando de contener mi risa. – Ustedes vengan, se hacen compañía por el camino.

- Ah claro, que a nosotras nos coma el perro.

- ¡No seas exageradaa! Vengan de una vez porque ya es tarde. Además, ya saben cómo se pone mi mamá donde las vea llegar tan tarde.

- Vale, valee. Ya vamos.

Toqué Fondo #StarsAwards17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora