CAPÍTULO 6

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CATALINA

Me desperté muy temprano, más de lo habitual por lo que me quedaba tiempo para ir a tomar una ducha. Una ducha fría me despertaría por completo. Al terminar de bañarme, busqué mi uniforme escolar para colocármelo.

¿Qué tienen en contra de la ropa diaria?

Ni idea. Sólo sé que odio los uniformes.

Me urgía pronto acabar el año escolar y así, me libraría de ellos y de la odiosa rutina de todos los días, aunque mi problema no acabaría ahí, uno peor llegaría. La universidad.

Ya estaba en último año, y ni idea de qué diablos estudiaría. No tenía una mínima idea de qué haría con mi jodida vida.

Decidí martirizarme pensando en eso después, que pensar en mi futuro no me llevaría a la escuela en este momento.

Joder. Por quedarme viendo esa horrorosa falda color petróleo y es blusa blanca, se me pasó el tiempo por lo que me lo coloqué en un tiempo veloz, agarré mi mochila, salí de mi habitación y sentí como la tensión se acumulaba en mis hombros. Como hubiera querido que todo haya sido un estúpido sueño, pero no. La realidad me golpeaba y yo tenía que demostrar que era más fuerte que ella.

Bajé a paso decidido de las escaleras, la chica de ayer que lloraba por la mirada y palabras duras de su madre se mantendría oculta. Porque mostrarse quebrada y rota ante los demás, era una invitación para que te sigan destrozando y yo ya no permitiría eso.

-Buenos días -dije llegando a la mesa. Mi tensión se liberó al notar que solo mi hermano estaba en la mesa. Hoy no habría un pleito matutino.

-Hola piojo, siéntate, ahí está tu desayuno. -lo miré con suspicacia, era rara tanta amabilidad.

Baja la guardia.

Con él no se sabe.

Me senté en la silla, dejando mi mochila en otra y llevé mi taza de leche a la boca, esperando que sea sal lo que le haya echado en lugar de azúcar, pero no. Estaba tan cual. Tomé el pan con mermelada y mantequilla con cuidado, creo que algo había ahí.

Tampoco.

Su actitud era extraña. Lo sabía.

-¿Ya vas a tomar tu desayuno con calma o vas a seguir inspeccionando cada cosa que te serví? -dijo desinteresadamente mientras él seguía tomando el suyo. -Piojo -añadió al cabo de unos segundos.

-Hmmm -estaba comiendo por lo que no podía hablar.

-¿Quién era el chico con el que te vi ayer? -lo miré y vi una ligera sonrisa en sus labios. Se me olvidaba lo chismoso que podía ser.

-Un amigo de la escuela -mantuve la seriedad en mi rostro.

-Ahhhh, y un amigo de la escuela te acompaña hasta altas horas en un parque solitario -ni siquiera lo preguntó, lo afirmó.

Yo acaso le pregunté por la fulanita con la que le vi en el coche de MI MAMÁ.

-Vive por la zona -me limité a decir.

-Claroooo y por eso tenía su coche aparcado, porque vive cerca. -dijo haciéndose el desinteresado.

Mi hermanito despertó muy gracioso, lástima que no esté para aguantarlo.

-Ya me voy -anuncié poniéndome pie y sujetando mi mochila.

-Yo te llevo. Quiero conversar contigo por el camino -dijo poniéndose de pie y pasando de largo hasta la puerta y yo lo seguí. Lo que faltaba, más interrogatorio.

Toqué Fondo #StarsAwards17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora