ChangKyun todavía podía recordar aquel lejano día, cuando él tenía diez años. La tarde ya había caído, y a pesar de que su abuela le advirtió de que quería que estuviese en casa a las ocho, no volvió de los campos de té hasta las ocho y media. Se ganó una buena regañina de su parte, pero ChangKyun no hizo mucho caso y se fue al salón de nuevo a jugar.
Estaba demasiado ocupado con su conejito como para comprender la preocupación de su abuela. Siempre fue un niño muy imaginativo, no le costaba fingir que su adorado muñeco podía hablar y que juntos vivían grandes aventuras.
Se sentó sobre la decolorada alfombra con un estampado de rombos del salón y puso en su regazo al peluche, jugando a coger sus orejas y estirarlas hacia arriba y hacia abajo. Sentado en una butaca se encontraba su abuelo, fumando como de costumbre su cigarro de marca barata y llenando la habitación de un humo asfixiante.
La anciana entró en el salón y abrió una ventana, quejándose de que el humo no era bueno para el niño. Su abuelo la ignoró completamente y puso el cigarro de nuevo entre sus arrugados labios, aspirando el humo y clavando sus ojos rasgados sobre el pequeño.
—¿No eres ya muy mayor para estar jugando con peluches? —le preguntó bruscamente, dejando que el humo se escapara de entre sus dientes y por su nariz.
ChangKyun le miró un momento solo para volver a jugar con su conejo. Siempre había pensado que ese anciano era un cascarrabias.
—¿Y por qué no respondes cuando se te pregunta? —Viendo que el niño no le iba a contestar, el anciano se irguió en la butaca y volvió a tomar otra calada—. ¿Es que estás sordo?
—Ya basta, no le hables así a tu nieto —le reprendió su abuela, apartando el humo con las manos. El anciano se quedó en silencio, paseando sus ojos desde su esposa hasta el pequeño, que todavía se negaba a mirarle o pronunciar palabra, inmerso en su propio mundo.
Volvió a recostarse sobre la butaca, dándole una última calada al cigarro y apoyando su bronceado y arrugado brazo a un lado.
—Ese niño no es mi nieto.
Las pequeñas manos de ChangKyun dejaron de moverse unos instantes. A pesar de que su rostro no mostró expresión alguna, su corazón dolía. Apretó los dedos en su peluche y siguió jugando como si nada.
Nunca entendió por qué le había dicho esas palabras tan hirientes. Su abuela más tarde en la noche le había abrazado, asegurándole que el abuelo no sabía lo que estaba diciendo, que era el alcohol el que había hablado por él.
Esa noche no pudo dormir, preguntándose por qué su abuelo siempre se mostraba distante con él, o si había hecho algo malo para ganarse su odio. También fue la primera noche en la que se escapó, corriendo por los campos de té sin ningún rumbo, bajo el cielo rosado del amanecer.
Sus recuerdos estaban borrosos a partir de ahí. Había estado llorando y anheló que un agujero negro se lo tragase para así desaparecer y no volver a ver a su familia nunca más.
El si el destino le quiso conceder su deseo o no, era algo que su mente se negaba a recordar.
————— ♣ —————
Había sido un día largo de discusiones en la taberna para decidir cuál sería su próximo movimiento. Con Wonho herido y la invitación a palacio del rey, el plan original iba a tener que amoldarse a las nuevas circunstancias.
MinHyuk estaba receloso a que aceptasen ir a palacio y, aunque la decisión era de Wonho, la mirada de advertencia que le echó ChangKyun cuando se sacó el tema dejó en claro que todavía no se había decidido nada.
![](https://img.wattpad.com/cover/120813453-288-k746042.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Daniel's Madness [WonKyun]
FanfictionTu tiempo se está acabando, ChangKyun. No importa que intentes huir de tus recuerdos, tu mente está cayendo, y pronto tu cuerpo también lo hará. ¿Que si te estás volviendo loco? Esa pregunta es muy estúpida, ¿no crees? ¿Por qué no me preguntas algo...