"¿Lo ves, hijo mío? La magia no es tan difícil."
"¡Sí, papá!"
"Tienes un don..."
MinHyuk cerró los ojos con fuerza, viajando a los felices recuerdos de su infancia, cuando su padre aún era humano y le enseñó por primera vez a emplear la magia. Solo fue capaz de hacer levitar un viejo sombrero de la tienda 'El palacio de Jade', pero había sido suficiente para que SungWoo le mirase con orgullo.
Fue la sonrisa de su padre lo que le ayudó a soportar el momento previo a que le pusieran por fin la marca falsa de la Guardia Roja. Mordió el paño que le habían puesto en la boca para evitar que se le partieran los dientes por apretarlos demasiado, y se aferró a la silla de la bodega en la que se encontraban. Sus demás compañeros ya habían sido marcados, y los gritos que vociferaron por el extremo dolor todavía palpitaban en su cabeza.
—Aguanta —le pidió con preocupación una voz. MinHyuk abrió los ojos, solo para descubrir que todo estaba borroso. Una persona le estaba acercando la marca al cuello, mientras que otras dos le sujetaban los brazos; aquella voz que le intentó calmar se mezcló con los sollozos desconsolados de Ibrahaim: no había parado de llorar desde que se enteraron de la ejecución de su hermano Ephraim. Ahora tenían el equipamiento necesario para infiltrarse como guardias, pero había sido a un alto coste.
Su muerte fue un duro golpe para todos, pero MinHyuk sabía que debían continuar. Si se detenían ahora, la esperanza estaría completamente perdida.
—Se acabará pronto —dijo de nuevo la voz antes de que por fin apretase la varilla metálica contra la sudorosa piel de su cuello. MinHyuk cerró inmediatamente los ojos y se retorció en la silla, gritando contra el paño. Su corazón se había disparado, golpeaba su pecho con una fuerza devastadora, como si quisiese atravesar sus huesos y su piel para poder escapar de aquel inmenso dolor. Todo su cuerpo ardía, su cuello parecía estar en llamas y lo único que quería hacer era arrancárselo.
Sus gritos ahogados hicieron eco en el lugar, siendo únicamente escuchados por sus desolados compañeros, intensificándose a medida que la marca metálica calcinaba su piel, y extinguiéndose poco a poco, como las brasas de un intenso fuego que por fin estaba muriendo.
————— ♣ —————
A medida que atravesaba el castillo, Wonho apretaba su plato con mayor fuerza. Todavía recordaba perfectamente el camino hacia las cocinas, y aquello reafirmó las crueles palabras de KiHyun: al fin y al cabo, siempre había sido un criado.
Perseguido por los numerosos ojos de los soldados que guardaban los pasillos, llegó por fin a la no muy amplia estancia: el suelo de madera y las paredes de ladrillo le daban a la cocina un aire rústico, discordante con la estética del resto del palacio. Sartenes y platos por todas partes, la isla en medio con numerosas verduras y fruta fresca, el fregadero de cobre...
¿Cómo podía ser que aquel lugar no hubiese cambiado ni un ápice desde que se había marchado hacía tantos años?
Con un suspiro, dejó el plato en el fregadero y abrió el grifo, dejando que el agua limpiase su superficie. Mientras lo secaba con un paño, un sonido le llamó la atención, y solo entonces se dio cuenta de que había un niño tras la isla. Por su chaleco negro abotonado hasta arriba, y el trapo y el cubo que llevaba en la mano, supo que se trataba de un criado.
—Hola —le saludó Wonho con una sonrisa, dejando el plato en la encimera. El niño le miró con desconfianza, puesto que los invitados nunca entraban a las cocinas.
—¿Qué hace aquí, señor?
—Solo vine a recoger mi plato, no te preocupes —le explicó calmadamente, teniendo una sensación extraña por el trato formal del niño hacia él. Su mirada voló un momento hacia las rodillas del pequeño, manchadas de estar fregando el suelo seguramente durante horas.
![](https://img.wattpad.com/cover/120813453-288-k746042.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Daniel's Madness [WonKyun]
FanficTu tiempo se está acabando, ChangKyun. No importa que intentes huir de tus recuerdos, tu mente está cayendo, y pronto tu cuerpo también lo hará. ¿Que si te estás volviendo loco? Esa pregunta es muy estúpida, ¿no crees? ¿Por qué no me preguntas algo...