¿Por qué yo?

Capitulo 23

—Tienes que ir al baile, no me puedes dejar solo—dijo Nathan persiguiéndome por toda la escuela.

—No lo haré Nathan, odio ese tipo de cosas, son tan...cursis—dije abriendo mi casillero.

—Pero estaré yo y tus dos novios—dijo. Automáticamente lo fulminé con la mirada.

—1 Ninguno es mi novio, 2 vete al diablo—dije enojada.

—Nunca te había visto así—dijo el inocente de Nathan.

—Créeme, no me quieres conocer enojada.

—¿Podrías hacer el intento de ir?—dijo haciendo pucheros.

—No—dije irritada por el infantil de Nathan.

—Y te compro el vestido...

Lo pensé bien.

—De acuerdo—dije rindiéndome.

Nathan me abrazo.

—Te prometo que amarás el baile, ya verás—dijo y se fue.

En eso llega Jackson y se va Nathan. Se notaba a kilómetros que se odiaban.

—Estaba pensado si querías ir al baile conmigo—dijo Jackson recargándose en el casillero.

—No, lo siento, iré con Nathan—ahora que lo pienso nunca me lo pidió Nathan. De todas maneras si acepto la invitación de Jackson, Dylan se enojará y es lo último que quiero, pero si Dylan me invita y acepto, Jackson también se enojará...Mejor voy con Nathan.

—Vas a ir con Dylan ¿verdad? No tienes que mentirme, se que no irás con Nathan.

—No estoy mintiendo, iré con Nathan.

Gruño y se fue. Aveces me pregunto por qué siempre se enoja tan fácil.

Iba camino a mi clase cuando me topo con Dylan.

—Em, h-hola ¿Quisieras ir al baile conmigo?—dijo Dylan nervioso.

—Lo siento, ya tengo cita—dije y me di la vuelta. Quería ver como reaccionaba Dylan al saber que no iría con el.

—¿Con quién?—dijo en una combinación de enojo y tristeza.

—No lo conoces.

—¿Cómo se llama? para partirle la cara.

Me empecé a reír como loca. No podía con su escena de celos, era tan tierno.

—¿De que te ríes? No es gracioso.

—Voy a ir con Nathan—dije parando de reír.

—Me permites un segundo tengo que ir a partirle a cara—dijo sacándome la vuela. Lo tome de la muñeca para que no intentara hacer algo malo.

—Dylan, no lo hagas— dije rogándole.

—Pero y mi oportunidad de...

—No quiero saberlo. Me tengo que ir, luego hablamos—dije y me fui a mi clase.

El baile. No podía dejar de pensar en esa noche. Nunca había ido a uno, siempre fui muy cerrada con ese tipo de cosas, nunca me gustaron. Siguen sin gustarme pero prefiero no fallarle a Nathan.