Semanas después
Aquí me encontraba, caminando junto con mi padre hacia al altar donde mi futuro esperaba. La boda fue un poco fácil de planearla ya que tanto como Dylan y yo somos personas muy simples, nos conformamos con lo simple. El único problema fueron nuestras madres que querían hacer una boda demasiado grande, extrovertida y cara. Nosotros aceptamos algunas cosas pero otras sonaban muy ridículas, como la idea que tuvo mi madre de soltar pájaros cuando por fin nos casáramos. También, Alex iba a ser el quien me trajera al altar pero se notaba que mi padre tenía muchas ganas de hacerlo así que hablé con Alex y estuvo de acuerdo pero el iba a ser el padrino de mi hijo. Apenas nos estábamos casando y el ya estaba planeando ser padrino. Cuando por fin llegué al altar, mi padre me abrazó y se fue a sentar. Mire a Dylan que seguía impactado por mi aparecía. El movió sus labios diciendo algo pero no logré entender que es lo que estaba diciendo, luego le preguntaría. El padre empezó a hablar pero no pude concentrarme tanto, hasta que Dylan empezó con sus votos, después seguiría yo.
—Yo Dylan Parker, prometo amarte siempre, diga lo que diga, haga lo que haga, sufra lo que sufra, sea como sea, siempre te amaré. Prometo que tu felicidad irá primero que la mía. Prometo protegerte de todo, cueste lo que cueste. Como símbolo de todas estas promesas, te otorgo este anillo, que no solo simboliza mis promesas, si no que también sellará nuestro amor—el tomó mi mano con delicadeza e introdujo el anillo en el dedo anular. Ahora era el momento de decir mis votos, estaba tan nerviosa.
—Yo Emily West, prometo cuidarte y protegerte de todo peligro que se presente. Prometo hacerte feliz en momentos de tristeza. Prometo quererte y amarte en todo momento. Como símbolo de todas estas promesas, te otorgo este anillo, que no solo simboliza nuestras promesas, si no que también sellará nuestro amor eternamente—tome su mano e introduje el anillo en su dedo anular. Entonces el padre dijo la típica frase de "puede besar a la novia". Siempre me he imaginado este preciso momento, el momento en el que me estoy casando y es hora de besar a la novia, un momento muy incomodo ya que te estás besando en frente de todos tus amigos y familiares, pero todas esas imaginaciones se esfumaron por qué en el momento que Dylan me besó, todo lo demás desapareció. Este beso no fue como los otros, fue algo...mágico.
Ahora sería el momento en el que podríamos en marcha nuestra luna de miel a un lugar muy romántico y exótico, pero no es así. Hicimos pensar a todos que si nos estaríamos yendo a un lugar de esos, pero la verdad es que nos estaríamos yendo a la casa de campo que fuimos cuando nos graduamos de preparatoria. Antes de irnos nos felicitaron alguna personas y nosotros nos despedimos de otras, amigos y familiares cercanos más que nada. De ahí, nos fuimos manejando con todas nuestras maletas, ya previamente adentro del carro, hasta la casa de campo.
Una vez ahí, bajamos nuestras maletas y nos recostamos en el sofá que tenía una gigantesca televisión. Me impresiona que una casa de campo tenga cosas de estas, porque no sólo era la televisión, la casa estaba llena de artículos electrónicos. Una vez sentados ahí, me recargué en su hombro y el me rodeó con uno de sus brazos.
—Cuando terminaste de decir tus votos—empezó Dylan con la voz sería—me di cuenta que me había faltado decir "eternamente"—me reí por qué creí que iba a decir algo romántico y cursi pero fue todo lo contrario—me di cuenta después—se empezó a reír junto conmigo—pensé en preguntarle al padre que si podía decir mis votos de nuevo—y nos volvimos a echar a reír.
—Cuando tu terminaste de decir tus votos, no sabía cómo iba a ganarle a eso...—empecé pero Dylan me interrumpió.
—Pues lo hiciste.
—¡Shh! Déjame terminar. Como decía, no sabía cómo ganarle a lo que me acababas de decir ya que lo que dijiste allá en altar—lo mire poniéndome seria—fue lo más hermoso que he escuchado, lo más sincero y—dije para sonreír ligeramente—y lo más cursi y empalagoso que he escuchado—dije y empecé a reír. El soltó un "auch" e hizo como si se encajara una estaca en el pecho, después rió junto conmigo.
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¿Por qué yo?
Novela JuvenilEmily, conocida por no tener amigos y siempre estar acompañada de la soledad. Ella nunca creyó que todo podría cambiar en tan poco tiempo, tampoco creyó que un simple grupo de personas podrían cambiarte la vida. En especial una. Esa persona con la...