Desperté por la incomodidad que tenía en todo el cuerpo, mis oídos se encontraban tapados y mi cuerpo adolorido. Lo primero que visualicé fue una autopista con el sol iluminado todo a su paso. Miré a mi izquierda y ahí se encontraba Dylan conduciendo.
—Buenos días—dijo Dylan, mi esposo, con sarcasmo en la voz. Entonces recordé que es lo que estaba haciendo en ese camino.
Nos encontrábamos haciendo un viaje familiar, solo que esta vez Nathan estaba incluido. Después de tantos años, Nathan era un músico reconocido por todo el estado, y según sus planes, lo será en todo el país. Me gusta verlo tan decidido. Ahora que lo pienso, Nathan siempre ha estado a un lado de nosotros, me refiero a que, siempre qué pasa algo bueno o algo malo siempre esta ahí.
Miré a la parte trasera del carro y visualicé a Emma dormida en una posee no tan favorable.
Oh Emma. Nuestra pequeña hija.
Aunque no era tan pequeña, tenía quince años y contando, y tanto como Dylan y yo estábamos orgullosos de ella. Era una buena estudiante, hija y amiga, y eso nos hacía muy felices. Y claro, no podía faltar Nathan influyendo en su crecimiento, el le influyó mucho la música rock y el gusto por los instrumentos, tanto que ahora dice querer tocar cientos de ellos.
Miré al otro lado y ahí se encontraba Jason durmiendo como un bebé, aunque tenía once años.
Jason había sido más como su padre, sensible, tranquilo y buen estudiante. Al igual que con Emma, estábamos orgullosos de él y eso nos hacía demasiado felices. Como el era más tranquilo, le gustaban las cosas calmadas, como leer. El lee demasiado, y de todo, aveces tengo que privarlo de leer tanto para que pueda enfocarse más en la escuela.
Y esos eran nuestros dos angelitos más preciados. Tanto Dylan como yo los amábamos mucho. Estaba orgullosa por nosotros dos. Habíamos educado a unos geniales hijos, y a pesar de todo lo que pasamos en los primeros años de marido y mujer, y los primeros años de ser padres, pudimos salir adelante. Todos esos momentos que compartimos, son oro puro para mi y espero que podamos compartir muchos más.
—¿Cuánto falta para llegar?—preguntó Emma, aunque fue más como quejarse sobre hacer un viaje familiar que una pregunta.
—Un par de horas y deberíamos estar ahí—dijo Dylan enfocándose en el camino.
—Mamá, tengo una duda. Cuándo nos contaste toda tu historia de amor con papá, ¿al final no nos dijiste a quién habías escogido?—preguntó Emma un poco adormilada. Todo el camino les estuve contando mi historia con su padre a petición de Emma que estaba muy curiosa sobre el tema, yo pienso que le debe gustar alguien y quiere saber más sobre el amor, pero eso no lo puedo saber a menos que ella me lo diga. Pero accedí a contársela solo que escondiendo algunas cosas. Al contarla, cambié los nombres de mi historia, entonces técnicamente nos sabían a quién había escogido. Y esa es la parte más importante de todas, ya que es el amor de mi vida, aunque suene muy cursi, lo es y siempre lo será.
—¿No es obvia la respuesta?—dijo Jason.
—Cállate Jay, no lo arruines—dijo Emma en respuesta. Aunque no lo pareciera ellos dos eran muy buenos hermanos.
—Escogí a Peter, o sea Dylan—dije y miré a Dylan el cual estaba sonriendo de lado a lado, al igual que yo.
—Aw, que linda historia. La mejor parte es decir que yo, viví todo eso—dijo Nathan.
—Tío Nathaniel—empezó Jason. Nathan me miró con cara cansada. Emma rió por lo bajo, sabía que no le gustaba que le dijeran 'Nathaniel' a Nathan, pero Jason todavía era inocente respecto a eso.
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¿Por qué yo?
Teen FictionEmily, conocida por no tener amigos y siempre estar acompañada de la soledad. Ella nunca creyó que todo podría cambiar en tan poco tiempo, tampoco creyó que un simple grupo de personas podrían cambiarte la vida. En especial una. Esa persona con la...