Mi corazón acelera. El no despega ni un ojo de mi, al igual que yo de el. Mis piernas no responden para ir directo a el y decirle lo mucho que lo siento.
Mi corazón empieza a acelerar más rápido cuando veo que el se para y se dirige hacia la mesa en la que estoy. De pronto me da hambre. ¿En serio? ¿Hambre? Tengo un serio problema.
Llega a la misma mesa que yo y se sienta en el supuesto lugar de Nathan.
—¿Podemos hablar?—dijo a gritos gracias a la música que estaba demasiado fuerte.
—Por supuesto—dije y me paré con todos los nervios del mundo.
Tal vez de esto se trataba mi presentimiento.
Dylan y yo fuimos hasta la entrada del gimnasio para poder platicar sin gritos pero una vez ahí no quisimos que nadie nos escuchara y nos alejamos un poco más.
Nadie decía nada. Estábamos en un silencio mas que incómodo. Alguien tenía que romper ese silencio.
—Lo siento tanto. Se que no debí evitarte estos días pero simplemente me siento mal por lo que hice—dije rompiendo ese silencio incómodo que se había formado.
—Al menos debiste haberme dicho por qué me seguiste el beso, por qué huiste y por qué me ignorabas. Solo me estás confundiendo, por que sabes claramente lo que siento por ti, y creo que decidiste jugar con mis sentimientos—dijo decepcionado.
—No se por qué seguí el beso. Tal vez fue por...
—¿Lastima? Por qué si fue por eso que me besaste, mejor lo dejamos en el pasado.
—No fue por lástima, la cosa es que—hice una pausa. Dylan se veía enojado—creo que lo seguí por que de alguna manera me siento atraída por ti pero...
—También por Jackson—dijo decepcionado. Me sentía horrible por haber jugado con los sentimientos de Dylan.
—Dylan, lo siento tanto—dije acercándome a él pero el solo retrocedió. Sentí una pequeña punzada en mi pecho.
—Guárdatelo— dijo enojado y en eso llega Jackson. Que oportuno.
—Emily por fin te encuentro ¿quieres bailar?—dijo mientras yo no podía dejar de mirar a Dylan, en como lo había lastimado. Los ojos se me cristalizaron un poco, pero no lo suficiente como para llorar.
Jackson esperaba una respuesta así que miro a Dylan como si pidiera su ¿aprobación?
—De todos modos yo ya me iba—dijo Dylan y se fue al gimnasio.
Yo en cambio fui con Jackson a bailar. Estaba empezando una canción lenta cuando entramos.
Lo tome por el cuello, y el a mi por la cintura.
Jackson buscaba mi mirada, yo la intentaba evitar para que no me viera los ojos un poco llorosos. Me siento muy mal por haberle hecho daño a la persona con más confianza que le he tenido en mucho tiempo.
Jackson por fin encuentra mi mirada.
Nos quedamos viendo por un rato. Me di cuenta que sus ojos esconden muchos secretos, misterios, aventuras, pasión, etcétera.
Jackson se empezó a acercar hacia mi lentamente.
Hasta que me besó.
Y yo le seguí es beso.
El beso se volvió un poco acelerado. Jackson metió su lengua en mi boca y fue el momento en el que sabía que debía parar.
Me separé de él. Mire a sus ojos una última vez, me di cuenta que ahora estaban llenos de confusión, amor y deseo. Desde ese momento siento que fue casi todo en cámara lenta. Volteo a mi izquierda y veo a Dylan mirándonos fijamente, decepcionado. Me miraba con decepción y tristeza. Lo vi irse hacia la entrada del gimnasio y cuando el estaba ya afuera reaccioné. Corrí hasta el con Jackson persiguiéndome, las lágrimas amenazaban con salir de mi ojos. No puedo creer que en serio le haya hecho eso. Soy la peor persona del mundo. No bastó con jugar con sus sentimientos, si no que también tenía que besar a alguien más.
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¿Por qué yo?
Teen FictionEmily, conocida por no tener amigos y siempre estar acompañada de la soledad. Ella nunca creyó que todo podría cambiar en tan poco tiempo, tampoco creyó que un simple grupo de personas podrían cambiarte la vida. En especial una. Esa persona con la...