Capitulo 29

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Esa misma noche me desperté gritando. Creo que había tenido una pesadilla, la verdad es que no lo recuerdo, solo empecé a examinar todo a mi alrededor. Estaba oscuro, parecía un cuarto de hotel.

—¿Estás bien Em?—dijo la persona a un lado mío.

—Eso creo—le conteste. Al reconocer a la persona la abracé y me acurruqué a un lado.

—¿Segura que estás bien?—dijo mirándome a los ojos.

—Ahora estoy mejor—y le di un corto beso en los labios a mi novio.

—Vuelve a dormir seguro son como las tres de la mañana—dijo acurrucándose a un lado mío.

—De acuerdo—dije haciendo la misma acción.

No pude dormir mucho después de eso. No dejaba de pensar en el sueño que tuve. Recordaba pequeños fragmentos y mientras más me ponía a pensar en ello, más recordaba sobre el sueño.

Mientras pensaba en lo poco que acordaba del sueño, una imagen de dos personas sosteniendo a un bebe mientras se lo mostraban a una niña de 4 años, se notaba que el bebé era hombre por la manta color azul que llevaba. Se veían muy felices, no alcanzaba a reconocer quiénes eran pero se notaba que estaban muy entusiasmados.
Como dije hace un rato, mientras más pensaba, más recordaba, pero creo que pensar tanto me dejo con pocas energías así que decidí dormir otro par de horas ya que había durado un largo, largo tiempo pensando sobre mi sueño, al cual llamé pesadilla, no se por que lo hice, creo que hasta fue de los sueños más hermosos que he tenido.


—¿Por qué tan seria Emily?—dijo Nathan mientras volvía Del Mar y se sentaba aún lado mío. Habíamos decidido ir a la playa un rato.

—Tuve un sueño muy extraño- dije sonando apagada. Estaba cansada por no haber dormido tanto como debería.

—¿Sobre que era?—dijo mientras abría una bolsa de papas.

—Era sobre esta pareja, que estaban mostrándole a una niña como de 4 o 5 años a un bebé recién nacido—dije mientras veía como una familia a lo lejos jugaba con sus hijos.

—¿Quienes eran?—dijo con papas en la boca.

—No lo se. No puedo recordar sus caras del todo bien—dije mientras le arrebata la bolsa y me comía una papa. Automáticamente recibí un puchero de parte de Nathan.

—Bueno deja de pensar en eso y vamos al mar. Se supone que a eso vinimos, no a pensar en un sueño que probablemente no era nada—dijo mientras se paraba, se sacudía arena y me extendía una mano para ayudarme a levantarme.

—Tienes razón—dije aceptando su ayuda para después sacudirme la arena.

—Vamos—dijo mientras me jalaba poco a poco al mar.

—Deja me quito el short y la playera—dije mientras me soltaba de su agarre y me iba directo a las cosas para dejar mi ropa a un lado. Nathan espero a que me quitara el short y la playera para después tomarme por sorpresa y cargarme como costal de papas.

—¡Bájame!—fue lo mejor que pude gritarle pero seamos sinceros, no lo iba a hacer. Nathan solo me ignoró y siguió caminando. Iba a seguir pataleando y rogando que me bajara, pero no lo hice por que me lanzó directo al mar. Mi acción automática fue salir del agua y empezar a empujarlo, aunque todos esos fueron intentos fallidos ya que apenas y logré moverlo...¿Qué tiene? Mide 1.95, y yo 1.65, era obvio que no iba a lograr mucho.

Cuando menos me la esperaba, ya estaba sumergida en el frío mar, de nuevo. Salí de ahí desesperadamente. Me quité el exceso de agua que tenía en la cara. Vi a Nathan que se estaba muriendo de risa, y yo obvio me enojé y me lancé a el hasta que calló, y yo junto con el.

¿Por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora