No entienden cuando
les digo que no tengo hambre.
Se sorprenden cuando me ven sin pegar bocado.
No comprenden porqué no desayuno si
"Es la comida más importante del día";
pero no te conocen
y tampoco te han probado...Creen estar familiarizados
con el sentimiento de vacío
que hay en mis tripas al empezar
-o a cada hora d- el día;
pero no lo relacionan contigo.Y es que no piensan que
tú puedas se mi hambruna,
que seas quién hace rugir mis entrañas
al despertar del sueño que,
noche tras noche, protagonizas.Pero te prometo que
es cierto, no exagero.
Esos rugidos... su sintonía...
¡Esa melodía es mi despertador!Es la alarma que me alerta del vacío
que existe en mi cuerpo
por no haber ingerido nada sólido
el día anterior; la que me recuerda
que he ayunado de ti,
que tengo mucha hambre....
y que necesito comerte a besos.Porque es eso lo único que puede
-y de lo que quiero-
llenar mi mente,
mi estómago,
mi ser:
de ti.