Te escribo hoy, diez de Octubre,
Día Mundial de la Salud Mental;
celebrando que por fin
tu cerebro insalubre,
se ha curado.Echo la vista atrás,
a hace menos de un año,
y me llegan recuerdos de cosas terribles,
que no quiero olvidar,
aunque parezca extraño.Soy consciente
de lo mucho que las cosas
han cambiado,
y me enorgullece
que hoy pueda estar (aquí) contándolo.
Te agradezco,
que lo hubieras seguido intentando.Te escribo hoy, por fin limpia,
con la piel de los brazos regenerada;
con heridas casi inapreciables
ante una mirada con perspectiva.Lo sé... ¿Quién lo hubiera dicho
y quién lo diría?
que nos pudiéramos nunca encontrar
con la mente despejada,
libre de pensamientos persistentes
que te convencían
para privarme de vida.