Se enamoró de mi piel;
quedó enganchado
como insecto en tela de araña.
Se convirtió en adicto
de mi olor, de mi fragancia;
como si de cocaína se tratara.
Pero supongo que por miedo,
aunque tal vez por hacerse el fuerte,
me repitió varias veces:
"entre tú y yo,
sin compromiso"...Y a pesar de saber
lo mucho que deseaba
volver a verme mañana;
y pese a que me hizo prometerle
que regresaría a su cama,
le mentí,
le di mi palabra...
pero crucé mis dedos
bajo sus sábanas.Y hoy, que ya es mañana,
entre dudas aún no resueltas sobre mi alma,
me pregunto si saldrá a buscarme.
Y me cuestiono el "cómo" de si lo hace...
pues no conoce mi nombre,
no distingue mi cara;
solo recuerda mis susurros
y la piel que arañó
de mi espalda.