Y aquí me tienes,
una vez más,
leyendo de madrugada
los arañazos -que yo no hice- de tu espalda.Aquí estoy, en vela,
con los ojos irritados
y secos a más no poder,
pero sin querer cerrarlos.Conteniéndome las lágrimas,
prometiéndome -aunque no como lo harías tú,
porque no me lo creo ni yo-
que esta es la última vez;
que no derramaré ni una más por ti,
que no volveré a caer en tu trampa...Aquí me hallo,
intentando aceptar que
las constelaciones de tu cuerpo
no son invariables,
que todo depende de quién une tus lunares
y la manera en que lo hace...Y aquí vuelvo a estar,
llamándome tonta por amar
las imperfectas figuras que formaba con mis dedos
-cuando me dejabas tocarte-
a través de líneas tan imaginarias
como tu amor por mí...Sintiéndome estúpida
por creerme astróloga
e intentar descubrirte;
por no querer ser climatóloga
para poder llamar brisa
a esas fuertes corrientes de viento
cargadas de arena
que me irritan los ojos,
que me ciegan,
que me hacen llorar...Para poder desmentir
que seas tú quién las crea
con el fin
de hacerme perderte de vista
y que así,
te puedas marchar.
Una vez más.