2. Beber hasta morir

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"Ariel's pov"

JODER. Estaba guapísimo. Pensé.

Nada más entrar en la casa de Alaska lo primero que vi fue a Harry. La casa estaba atestada y aún así nada más que me había fijado en él. Llevaba un traje de chaqueta completamente negro, una corbata negra y la camisa bajo su chaqueta también era negra. Estaba increíble. Seguía siendo el chico más sexy y guapo que había visto nunca y del cual me había enamorado. Y allí estaba otra vez, delante de mis narices.

- ¿Cual de ellos es? - Me preguntó Beca, ya que Edward estaba justo al lado de Harry y únicamente se diferenciaban por el color de sus corbatas. La de Eddie era roja.

- Es el que va vestido completamente de negro.

- ¿Cómo puedes diferenciarlos? Son exactamente iguales. - Dijo Beca flipando, mientras miraba a los gemelos.

- Simplemente lo se. - No sabia como los había diferenciado. Pero cuando venia a Harry siempre sentía esas mariposas en el estomago y eso es lo que había sentido justo al entrar a la casa. Alguna vez que otra se me había pasado por la cabeza la posibilidad de que Harry se hubiese echo pasar por Edward, alguna de las veces que había quedado con él. Pero lo dudaba mucho. Si hubiese sido Harry, lo habría notado. Al igual que ahora.

Pensé en acercarme para saludar a Alaska que estaba al lado de sus hermanos pero al final no tuve que hacerlo, por que la chica volvió la cabeza como si supiese que estaba ahí y me vio al momento. En la cara de Alaska se formó una gran sonrisa mientras caminaba rápidamente hacia mi. Yo abrí mis brazos dejando que la chica se acuerrucara en el ellos y así nos fundimos en un cálido abrazo.

- Te he echado muchísimo de menos, rubita.

- Joder, y yo a ti nena. Gracias por venir. - Dijo Alaska separándose de mi, sin quitar la sonrisa de la cara.

- No podía faltar al cumpleaños de mi mejor amiga.

- Oye. - Dijo Beca detrás de nosotras llamando nuestra atención. - Creía que era yo tu mejor amiga.

- Lo sois las dos. - Aclaré yo.

- ¿Que pasa, Grace? - Dijo Alaska a Beca.

- Pues aquí estamos, haber que nos depara la noche. - Dijo Beca arqueando una ceja. - Por cierto, felicidades Styles. - No entendía por qué tenían que llamarse por sus apellidos, pero así lo hacían siempre. Nunca las había escuchado llamarse por sus nombres.

- Gracias. - Le sonrió Alaska a mi compañera. - Bueno, vayamos a disfrutar de la fiesta. - Gritó Alaska mientras sonreía como loca. En ese momento ambas gritamos- Beber hasta morir. - Ese siempre había sido nuestro lema y nunca cambiaría.

Cuando me volví para mirar a donde estaba Harry, observé que se había ido de allí. Mejor. Así no tenía que hablar con él, eso sería demasiado doloroso.
Aproveché para ir a saludar a Eddie mientras la chicas se iba a la barra a pedir nuestras bebidas.

Me acerqué a él de forma sigilosa para que no me escuchara y así poder darle una sorpresa. Llevábamos un mes sin vernos y eso era muchísimo tiempo. Una vez estuve detrás de él, le di unos pequeños toquecitos en el hombro.

- Perdona, ¿me podrías decir donde están los baños? - Le pregunté antes de que se volviese, para hacerme la tonta y creyera que no le había reconocido. El chico se dio la vuelta y me miró con sorpresa. Supongo que no esperaba que fuera a venir.

- ¡Ariel!- Gritó Eddie con entusiasmos, mientras me daba un abrazo que hasta levanto mis pies del suelo.

- Hola, Eddie. - Le dije sonriendo una vez me hubo soltado.

- Te he echado mucho de menos, pequeña.

- Yo también a ti, bombón.- Le dije de manera juguetona.

- ¿Cómo es que has venido? - Preguntó el chico un poco extrañado.

- Es el cumpleaños de mi mejor amiga, no podía perdérmelo. Además llevábamos un mes sin vernos.

- Prohibido volver a estar tanto tiempo sin vernos. - Dijo Edward.

- Tranquilo que este año te voy a dar mucho por culo.

- Oye. - Se quejó el rizado. - Por el culo no me va. - Dí una carcajada ante su comentario. Este chico no cambiaba.

- Eres tonto. - Le dije mientras le agarraba de la mano y tiraba de él para guiarlo hacia la barra.

Que empiece la fiesta.

"Harry's pov"

Vi como ella se iba de la mano con Edward y sentí un pinchazo en el pecho. Mierda, no podía ser que estuviera celoso de mi hermano. Sabía de sobra que él nunca intentaría nada con ella. O eso esperaba.

Me había quedado mudo en el momento en el que la había visto. Estaba preciosa. Había engordado algunos kilos haciendo que su figura ahora fuera más llamativa y eso me ponía a cien. Si antes estaba buena, ahora era una puta locura. No sabía como iba a controlarme durante toda la noche con ella merodeando por aquí.

Intenté alejar esos pensamientos de mi mente y decidí comenzar a beber, ya que si no lo hacía no sobreviviría a esta noche. Fui a la barra contraria a la que se había dirigido Ariel y me acerqué al camarero que estaba charlando con Niall.

- Ey, pero mirad quien viene. - Dijo el rubio volviéndose hacia mi. - Si es Styles, el rey de las nenas.

- Cállate, Horan. - Le dije de mala maneras. - Un Whisky solo. - le pedí al camarero con voz autoritaria. Quería mi bebida y la quería ya.

- ¿Que te pasa, tío? Te veo tenso.

- Tensos te voy a dejar yo a ti los huesos como no te calles. - Joder, ya me estaba entrando el nervio.

- Tranquilízate, Harry. - Me dijo Niall, mirándome un poco asustado. El camarero me entrego mi vaso y me bebí todo el contenido de un solo trago. - Tío..

- Está aquí. - Le dije para que entendiera por que me estaba comportando como un capullo.

- Ahora lo entiendo todo.. puta sirena. - Me volví a mirarle con un cabreo monumental. A Ariel no la insultaba nadie.

- Repite eso y te quedas sin dientes.- Le advertí de muy mala manera.

- Paso de ti, Styles. Esta tía te está volviendo loco. - Dijo el rubio, para después levantarse de la silla e irse. Me pedí otro Whisky y me lo bebí antes de salir hacia fuera para poder fumarme un cigarro. El cuerpo me pedía nicotina.

Comencé a caminar por el porche de la casa para buscar un sitio tranquilo donde no hubiera gente vomitando o drogándose y encontré un pequeño columpio solitario. Decidí sentarme allí para fumarme el cigarro y así lo hice. Estaba tan ensimismado con el humo que expulsaba por mi boca, que no me di cuenta de que alguien se había sentado a mi lado. Giré la cabeza con la intención de echar a patadas a quien se hubieses sentado allí pero me quedé mudo al comprobar que esa persona era Ariel.

Good love never die < Mermaid 2 >Donde viven las historias. Descúbrelo ahora