27. Gemma

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"Harry's pov"

- Ha sido horrible. - Dijo mi chica al salir de la sala de partos. Edward no podía ni ver la sangre, le daba mucho miedo, por lo que Ariel tuvo que acompañar a Laura en el parto. Mi hermano acaba de entrar a ver a su hija.- De verdad Harry, no sabes ni lo que ha gritado la pobre Laura. Nunca me quedaré embarazada. - Aseguró ella con cara de miedo.

- Nena, es normal que haya gritado.

- Tu no has visto su cara de dolor. - Dijo ella mientras me miraba fijamente.

- ¿Como es? - Pregunté yo, muy emocionado. Era tito y no podía ni creerlo. Estaba deseando de ver a mi sobrina y tenerla entre mis brazos.

- Gemma es preciosa. Parece un muñequita, cariño. - Dijo Ariel sonriendo sin parar. - Pero, repito, nunca me quedaré embarazada por muy bonito que sea.

- Ya veremos. - Dije yo sonriéndole de lado. Claro que se quedaría embarazada y tendríamos unos niños preciosos, por que se parecerían a ella.

Un médico nos indicó que acababan de pasar a Laura a la habitación por lo que Ariel y yo fuimos hacia allí para poder ver a la pequeña. Cuando entramos en la habitación, lo primero que vi fue a mi hermano, con su hija en brazos. Y juro que lloraría en ese momento.

- Hermano.. - Dije aguantándome las lagrimas. Estaba echo una maricona, pero me daba igual.

- Mira, cariño. Te presento al tito Harry. - Dijo Ed mientras se acercaba con Gemma entre sus brazos. Mi hermano me entregó a la niña para que la cogiera y a mi me iba a dar algo de lo nervioso y emocionado que estaba. Cogí a la pequeña con mucho cuidado. Madre mía, era preciosa.

- Hola, pequeña. Tu tito Harry está muy contento de verte. - Le dije mientras se me caía la baba mirándola.

- ¿Es guapa, verdad? - Preguntó mi hermano mientras me daba una palmada en el hombro.

- Es preciosa, Edward. - Dije mientras le entregaba la pequeña a Ariel, para poder abrazar a mi hermano. - Felicidades, hermanos. - Ed me correspondió al abrazo de inmediato. - Y a ti también campeona. - Dije mientras me acercaba a Laura, que estaba en la camilla y le daba un beso en la frente.

- Gracias, Harry. Lo he pasado muy mal al principio, pero aún así, ha sido el mejor momento de mi vida.- Yo le sonreí a mi cuñada. Levanté la vista de los ojos de Laura, para volverme a mirar a Ariel, que balanceaba a mi sobrina en sus brazos y le susurraba en voz baja. Era la imagen más preciosa que había visto nunca. Y en ese momento lo supe. Quería tener un hijo con la mujer de mi vida, quería sentir lo que Edward estaba sintiendo ahora y no podía esperar para que eso me ocurriera a mi.

Me acerqué a mi chica y le rodeé la cintura. Ella levantó la cabeza para mirarme y después volvió a mirar a Gemma. Bese la mejilla de Ariel, haciéndola sonreír.

- Mira Gemma, vas a tener a la tita más buena y preciosa de todas. - Le susurré a la pequeña. De repente se escuchó un estruendo y todos nos volvimos hacia el lugar de dónde provenía. Alaska entró dando voces a la habitación mientras peleaba con una enfermera.

- Mira, me da igual lo que me digas, pienso ver a mi sobrina ahora mismo. - Gritó mi hermana.

- Señorita, ahora la habitación está llena, tiene que esperar su turno. - Le dijo la enfermera intentando que Alaska se calmara.

- Una mierda, mi turno es cuando a mi me da la gana. - Mi hermana se dio la vuelta y nos encontró a todos boquiabiertos mirando la escenita que acababa de montar.

- Ay. - Exclamó ella, rompiendo a llorar, mientras se acerba a Ariel y cogía en brazos a Gemma. - Hola, preciosa. - Dijo mi hermana mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

- Vamos a salir nosotros fuera. - Le dije a la enfermera que había insistido en que Alaska esperara su turno, pero mi hermana era muy impaciente y más cuando se trataba de algo tan importante como esto.

"Ariel's pov"

- Amor.. - Me llamó Harry desde el salón. Yo estaba en la cocina fregando los platos de la cena.

- Dime, guapo. - Dije yo, llegando al salón mientras me secaba las manos con un trapo.

- Ven aquí, quiero hablar contigo. - Dijo él, demasiado serio.

- Harry.. ¿debería preocuparme?

- No, no cariño. No es nada malo, al contrario. - Dijo él tranquilizándome un poco. Me senté en el sofá a su lado y esperé a que comenzara a hablar pero no lo hacía.

- Venga, de que quieres hablar.

- Lo que te voy a decir no quiero que te asuste ni nada. Y tampoco estoy diciendo que lo quiera ahora.

- Harry, dilo ya que me estás poniendo nerviosa.

- Quiero un hijo tuyo, y se que decírtelo ahora es muy precipitado y que aun no estamos preparados para un hijo por que somos muy jóvenes, pero solo quiero que sepas que en un futuro quiero un hijo contigo. - Dije Harry muy rápido.

- Cariño.. no pienso quedarme embarazada nunca. - Dije de la forma más suave posible para que no doliera tanto el golpe.

- Ariel, se que te asustó lo que viste, pero eso solo serán unas horas, después podremos disfrutar de nuestro hijo como ahora lo harán Laura y Edward.

- Sí, tú dices que solo son unas horas por que no eres tu el que tienes que parir. Harry no sabes ni lo grande que se te pone eso, además no es solo el parto sino también todos los síntomas que tienes durante los 9 meses. - Dije yo, muy segura de que nunca me quedaría embarazada.

- Bueno nena, solo quería que lo supieras.

- Y yo quiero que sepas cual es mi opinión sobre esto. Y esa es un rotundo no. Pero no quiere decir que no podamos practicar. - Dije mientras le miraba de manera juguetona a lo que él me respondió con una sonrisa, que no le llegó a los ojos. Sabía que a Harry le dolía lo que le había dicho, pero es que nos sería capaz de soportar un embarazo.

Good love never die < Mermaid 2 >Donde viven las historias. Descúbrelo ahora