THE END II

I

Enero 24, 2076

Narra Jennifer

El disparo impactó directo en su espalda, cerca de su hombro.

-¡Jason! –grité al verlo caer y comencé a cubrir la herida con desesperación junto a los demás, mientras que Eric disparaba hacia el punto donde el disparo había sido efectuado.

-¡Eric, ¿qué hacemos?! –preguntó Dylan mientras las lágrimas caían por mis mejillas.

-¡Cubran la herida con ropa! –dijo antes de indicarle a su hijo que continuara disparando para irse hacia el auto.

Lucas se arrancó una manga de la camiseta y la amarró, pero la zona era muy difícil de tapar. Eric se subió al auto y lo puso frente a nosotros para protegernos en caso de que volvieran a dispararnos aunque cuando dieron con Jason, cesaron los disparos.

De repente todo se tornó raro: cuando Eric se bajó del auto, se acercó tranquilamente a Jason y lo empujó un poco.

-¡¿Qué haces?! –continué preocupada.

-Meh, ya está muerto.

-¡No lo está! –grité pero todos se pararon y subieron al auto, incluso Rocky.

-¡¿A dónde van?! ¡Rocky, ven aquí! ¡Chicos! –seguí pero se alejaron por la carretera en el auto, de inmediato Jason se transformó y se lanzó a mi yugular haciéndome lanzar un grito de dolor.

Desperté agitada y sudada, me había quedado dormida en el piso junto a Jason postrado en la cama. Desde el disparo, Jason no despertaba y cada vez que intentaba dormir, volvía a tener la misma pesadilla.

Antes de que todo se tornara extraño en el sueño, lo sucedido antes realmente pasó, sólo que después de eso, logramos llevar a Jason a una casa en la entrada y estabilizarlo, pero aún no había despertado.

El único contacto que habíamos tenido con la gente que nos había disparado lo tuvo Eric: dijo que eran un grupo de seis personas con hombres y mujeres, Eric les dijo que éramos todos hombres para protegerme de situaciones como el intento de violación del año pasado, ya que no conocíamos sus intenciones. Me dijo que eran tres mujeres y tres hombres y una de ellas era policía, por lo que descarté la idea de que fueran mi familia. Nos contó que venían en paz y que propusieron que nos fuéramos si no planeábamos quedarnos en la casa; por un lado los entendía, yo tampoco me sentiría segura, pero por otro lado, yo tampoco me sentía segura y no podían apropiarse de Santa Barbara de ese modo.

-¿Quieres agua? –me ofreció Lucas sentado a mi lado pero negué con la cabeza mientras observaba a Jason dormido bajo las cobijas y a Rocky acostado hecho bolita cerca de mis pies.

Era tarde y teníamos que comer algo. No teníamos muchas reservas y la gente que ocupaba el lugar no había dejado nada que pudiera servirnos por la zona, así que escatimábamos en gastos.

-Lucas, ¿me ayudas a correr la mesa? –preguntó Alan en el umbral de la puerta, él asintió y se fue.

Me recosté sobre el respaldo de la cama nuevamente, estaba muy cansada pero cada vez que lograba conciliar el sueño volvía a tener la misma pesadilla y no lograba dormir por más de diez o quince minutos. Me dispuse a descansar la vista y así pasaron algunos minutos

-¿Nena? -me alarmé de inmediato al escuchar su voz casi inaudible y lo pude ver mirándome con el ceño fruncido.

-¡Jason! –dije en un susurro y apoyé mi mano en su frente, Rocky se despertó de inmediato y comenzó a llorar emocionado-. ¿Cómo te sientes?

-¿Estoy muerto? –negué con la cabeza-. ¿Qué pasó? –comenzó a acariciar a Rocky.

-¿Qué recuerdas?