Enero 24, 2076
Los días anteriores habían sido incómodos entre todos por la pelea aparte de que discutíamos por tonterías, por mi parte, pasaba todo el tiempo posible sola o con Lucas y Jason, pero finalmente llegó el día en el que Eric y Alan debían volver a reunirse con los del otro grupo. Amanecimos normalmente y casi no hablé con nadie hasta el momento en que volvieron del encuentro.
-¿Cómo les fue? –preguntó Dylan al verlos entrar bastante frustrados.
-Mal –contestó Alan secamente.
-Nos dieron un plazo de tiempo –explicó Eric denotando estrés y molestia.
-¿Y qué vamos a hacer? –preguntó Dylan haciendo que Eric soltara un suspiro.
-Irnos -se detuvo a decir y continuó guardando algunas cosas.
-¿Qué? -objeté de inmediato.
-De todos modos, ¿por qué no nos fuimos cuando nos lo dijeron? -se quejó Alan.
-Porque aquí estamos seguros -contesté obvia de mal modo.
-No tenemos nada que hacer aquí -habló Lucas.
-Nuestro plan siempre fue irnos a Santa Maria -me dijo Eric.
-Sí, pero a Jason le dispararon -continué.
-En cuánto él esté bien, ya no tendremos por qué quedarnos -dijo Alan de mala gana.
-Sí tendremos por qué -dije obvia.
-¡Tú eres la única que quiere estar aquí, no nos metas en tus problemas! -me recriminó Lucas comportándose como en los viejos tiempos.
-¡¿Disculpa!?
-¡No te hagas la desentendida! -Rocky comenzó a ladrar.
-Sabes de qué hablamos -completó Alan.
-Chicos, ya -habló Eric pero lo interrumpí de inmediato.
-¡No me hago la desentendida!
-¡Sabes muy bien que si no fuera por ti y tus caprichos de encontrar a tu familia muerta, a Jason no le habrían disparado! -dijo Lucas haciendo que todos nos calláramos.
Nadie dijo nada, habíamos llegado al límite.
Me dolió. Solté una pequeña sonrisa irónica que borré de inmediato, podía ver en su cara que no habría dicho eso si lo hubiera pensado dos veces. Pero lo creía, todos lo creían porque ninguno me defendió, el silencio me dio la razón.
Agarré mi mochila bruscamente y salí de la casa. Rocky me seguía. Caminé rápidamente sin pensar, ignorando cualquier sensación mientras me internaba en el pueblo. Sentí ganas de comer la golosina que Lucas me había dado y así lo hice.
Me topé con un lugar conocido y no dudé en entrar. Registré todo y no encontré nada útil pero no quería volver ni salir, así que seguí investigando.
Vi una ventana conectada con una escalera hacia el tejado, dejé mi mochila adentro y subí sin pensarlo dos veces. Arriba no encontré más que tejas, Rocky me siguió y nos sentamos.
Quería descansar, asimilar todo lejos de los demás. Fue difícil, nunca me había pasado algo así, pero en cuanto pude conectarme con la realidad y mis emociones, sólo comencé a llorar.
Escondí mi cara en mis manos y continué llorando mientras Rocky buscaba mis manos con su trompa en un intento de consuelo. Por primera vez asimilé el hecho de que mi familia no estaba allí, que los había perdido definitivamente, que toda mi esperanza había sido en vano, que nunca más me reiría con Nick de chistes tontos ni podría volver a pelearnos como niños, mi madre no me daría un beso antes de dormir nunca más ni abrazaría a mi padre o a mis abuelos, jamás volvería a aprender algo de mi tía ni la oiría volver a decirme cuánto había crecido o lo hermosa que era, y que tampoco volvería a ver a Laura ni mis abuelos me dirían que estaba muy flaca obligándome a comer de más.
Nunca más, lo había perdido todo. Ahora los demás se irían y tenía que ir con ellos o seguir sola. Limpié las lágrimas y tomé un poco de agua para calmarme.
Siempre había tenido esperanza, mis padres me la habían inculcado desde pequeña y me daba bronca saber que los había perdido y aún así tenerla. Se sentía masoquista.
Abracé mis rodillas y aprecié el cielo mientras el atardecer se acercaba. Rocky estaba tranquilo, ambos lo estábamos. No tenía hambre ni ánimos de volver después de lo que había pasado, así que me quedé mirando el paisaje del atardecer sin pensar en nada.
Narra Lucas
-¿Por qué dijiste eso? –preguntó Jason con el ceño fruncido mirándome con desaprobación igual que los demás.
-No sé... -entrelacé mis manos sobre mi cabeza buscando una respuesta ante mi reacción.
Todos estaban impactados por lo que había salido de mis labios, yo inclusive.
-Eres un idiota –me insultó Alan enojado.
-¿Qué demonios te pasa? –preguntó Eric de igual modo.
-No lo sé –recorrí mis cejas con las yemas de mis índices.
Sentía tanta culpa por haberle hecho eso, no quería herirla de ese modo, ella me había dado un poco de confianza y yo lo usé para lastimarla, no era la primera vez que lo hacía, pero esta vez me sentía una persona horrible. Y lo era.
-¿Y ahora qué vamos a hacer? –preguntó Dylan y todos miramos a Eric esperando una respuesta.
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¡Muchísimas gracias por leer!
Disculpen la tardanza, en multimedia les dejo una fotito de Jennifer.
Voten y comenten
si les gustó y para que pronto haya nuevo capítulo❣
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THE END II
Научная фантастика(Esto es una continuación, la primera parte de la historia se puede encontrar en mi cuenta). Jennifer finalmente llega a Santa Barbara, pero a pesar de sus expectativas de tranquilidad y seguridad, allí le esperan más problemas y más peligro durante...