CAPITULO FINAL

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Wonsik llega a la cocina y no encuentra muchos alimentos, aún así se las arregla y comienza a hacer pasta con salsa.

Lava sus manos, pone el fideo a calentar en una olla y agarra un cuchillo para picar las verduras. Al terminar los pone todo en una sartén en el fuego, sin olvidarse de la sal. Se pregunta que hace Leo, que tarda tanto.

Mientras tanto, Taekwoon saca un bóxer y una playera roja holgada, se coloca las prendas y se mira al espejo.

—Me veo asqueroso.

Toca sus mejillas pálidas y flacas, tiene ojeras y sus brazos están más delgados. No se ve para nada atractivo, ¿Cómo Wonsik podía siquiera besar sus labios marchitos? Suspira y sonríe recordando la sensación de sus labios. Acomoda un poco sus cabellos y baja a la cocina, viendo a su chico moverse de un lado al otro, con ese trasero tan bonito y redondo.

—Sexy —se ríe acercándose.

Wonsik se sobresalta al escuchar a Taekwoon, voltea y le recorre de arriba a abajo con la mirada.

—Eres apetecible —sonríe y lo atrae de la cintura para unir sus labios— ¿Y si te como a ti?

—No —hace puchero el mayor y besa esos labios que ama—. Nadie me come hasta después de un mes, estás castigado.

—¿¡Qué!? —se exalta Ravi, abre los ojos sorprendido— ¿Estás bromeando?

—No —ríe con maldad y vuelve a besarlo—. Estas castigado hasta después de un mes.

—Noooo —chilla como un niño pegándose al cuerpo del mayor—. Prometo ser bueno —une sus labios en un apasionado beso, acariciando con sus manos el cuerpo del mayor, sus caderas y espalda. Taekwoon sigue el beso recargándose en la pared.

—Mmm~ Wonsik.

—Ni tú resistirás un mes —dice con una sonrisa perversa mientras baja sus manos hacia el trasero de Leo y de inmediato vuelve a besarlo. El mayor se acerca más a él, mordiendo su labio, enredando sus dedos en los ahora negros cabellos del menor. Suspira y ahoga un jadeo entre los labios de su chico.

—Me encantas, no resistiré mucho.

—Será un duro castigo —Wonsik le da un suave beso y sube sus manos levantando la camisa en el proceso, pero recuerda algo— ¡La comida! —rápido se separa y revisa que no se haya quemado, por suerte no.

Leo se ríe del menor y suspira complacido. Quiere más, mucho más que besos. Al carajo el castigo, él quiere sentirse completo como sólo con Wonsik sucede. Camina y sube a la mesa.

—Amor.

—¿Sí? —pregunta Wonsik sin voltear a verle, sirviendo el fideo en dos platos.

Taekwoon se recuesta en la mesa subiendo un poco su playera dejando ver sus blancos muslos.

—Mírame.

—¿Qué pa...? —el menor voltea quedando hipnotizado por la vista, con rapidez apaga todo y se acerca a Leo— ¿Me estás premiando?

—No lo se —sonríe pasando sus manos por sus muslos arqueando un poco la espalda fingiendo gemidos—. mh sikkie~

—Por dios.

Wonsik casi salta sobre la mesa, con rapidez se coloca encima del mayor y besa sus labios como si no hubiera un mañana. Taekwoon corresponde al beso poniendo sus piernas a los costados de la cadera del menor.

Wonsik prácticamente devora los labios de Taekwoon, los succiona, penetra su boca con la lengua, hasta sus dientes chocan por la brusco del beso. Le acaricia los muslos y sube hasta rozar una tetilla con sus dedos. Leo sonríe al sentirlo así, tan desesperado por él, le hace feliz saber que Wonsik lo desea aún viéndose tan mal. Baja sus manos hasta el pantalón de éste acariciando su miembro sobre la tela.

ENTRE AMANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora