CAPITULO 4

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Ken despierta por la mañana, entra al baño y al salir revisa su celular, encuentra un mensaje de Ravi diciéndole que tiene una sorpresa en su sillón. Baja sabiendo a que se refiere, encontrándose con su lindo novio durmiendo como un bebé.

—Cariño, ve a la cama —se agacha y le remueve por el hombro—. Hueles horrible, Woonnie.

Éste al sentir que lo mueven despierta tapando su rostro por la luz—. Maldición, mi cabeza explotara —murmura molesto—. Jaehwan, amor, ¿Me haces un café?

—¿Estás loco, cariño? El café te hará muy mal con la resaca que tienes —lo ayuda a ponerse de pie para llevarlo al baño—. Mejor dúchate, yo te preparare algo natural —deja a su novio en la entrada del baño—. Sí que te divertiste con Sikkie, él es genial, ¿No?

—Gracias, amor —sonríe un poco— ¿Eh?, sí, es muy bueno —sonríe quitándose la ropa para entrar a la bañera.

Ken sonríe y da media vuelta para preparar el desayuno, dejando sólo a su chico con sus pensamientos.

En la ducha, Taekwoon, pone su cabeza contra la pared llevando una mano a sus labios, acariciándolos con los dedos al recordar el sabor de los labios de Ravi.

—Se aprovecho de eso.

"Lo hizo y te encanto"

Mueve su cabeza de lado a lado ganándose un dolor punzante en la sien.

—No me gusto.

"Lo amaste, ¿Recuerdas sus brazos fuertes? Dejarías que te hiciera lo que quisiera"

—No, no —murmura pasando el jabón por sus piernas—, tengo a Ken y me gusta sólo él, maldita resaca.

"Claro, por eso ahora tienes una erección recordando sus besos y como bailo semi desnudo en el escenario"

—maldita conciencia, te odio —susurra molesto.

"Llámalo y pídele 'hablar', podrían ir a su casa, él se ve activo, ¿Te imaginas lo que sería ser poseído por ese cuerpo?"

—No estaría mal que él... — niega rápido terminando de bañarse—. No, tengo que dejar de pensar en eso.

El resto del día, Leo intenta dejar de pensar en Ravi, pero no lo logra, no puede olvidar sus labios y su ardiente cuerpo. Llega a la conclusión de que probar no le hará daño, quizás así por fin dejé de pensar en él. Será como saciar un antojo. ¿No? Es eso, Ravi es sólo un antojo.

Al salir del trabajo llama a su novio diciéndole que la junta se alargo, una pequeña mentira no haría daño. Dicho esto comenzó a manejar a la casa de Wonsik.

Ravi, deja el bote de pintura azul cerca de las demás; rojo, verde, negro, dorado. Era hora de remodelar las paredes, por lo menos una de ellas; el de la sala. Comienza a pintar pensando que en poco tiempo tendría un ayudante.

Después de unos minutos, Leo por fin llega a la casa del menor, toca el timbre algo nervioso, respira profundo y expira.

Al escuchar el timbre, Ravi sonríe emocionado, deja el pincel y se mira al espejo antes de abrir la puerta.

—Hola, hermoso —saluda atrayendo al mayor a su cuerpo agarrándole de la mano.

—Hola —sonríe un poco entrando a la casa, viendo el lugar.

—¿Quieres ayudarme? —Ravi cierra la puerta y lo jala hacia las pinturas, agarra el pincel y se lo extiende—. Puedes hacer lo que quieras sobre ésta pared —sonríe mientras se acerca al rostro de Leo—, y sobre mí también.

Taekwoon comienza a reír y toma el pincel mirando por unos segundos la pared.

—Muy bien, me alegra saber eso —dice dándole un pequeño beso en los labios a Ravi, que se muerde el labio para no saltarle encima, en cambio le atrae de la cintura y une sus labios en un apasionado beso, que deja a ambos sin aliento.

—¿Deseas algo para tomar?

—Agua —sonríe Leo tomando pintura azul y comenzando a pintar la pared.

—Ok —dice Wonsik, camina hacia la cocina y vuelve con dos cervezas bien frías—, no seas aburrido, toma —le extiende una botella al mayor— ¿Y no prefieres quitarte esa ropa tan cara? Digo... para que no se manche con la pintura. Te presto una remera, si quieres.

—Bien —sonríe agarrando la cerveza tomado un poco de ésta—, si tienes una enorme, mejor para mí.

—veré que encuentro —Ravi deja la botella sobre una pequeña mesa y entra a su habitación, vuelve unos minutos después con una remera a rayas negra y blanca—, es lo más grande que tengo —le lanza la prenda al mayor, agarra otro pincel y lo mancha en pintura negra para comenzar a pintar un puente.

—Iré a cambiarme —avisa Taekwoon, sonríe y besa la mejilla del menor antes de ir a cambiarse al baño, al estar listo sale sólo con la prenda que el menor le dio y el boxer, que no se nota—. Gracias, es cómoda —sonríe volviendo a pintar.

Ravi deja de pintar para observar de pies a cabeza a Leo, sobre todo siguiendo sus largas y blancas piernas.

—Tú... —le agarra de la mano libre y le hace dar una vuelta completa—. Quieres que te viole, ¿Verdad? —Leo se hecha a reír mientras se acerca.

—Puede que sí, puede que no —ríe y de un rápido movimiento mancha con pintura el brazo del menor.

Wonsik, sonríe con diversión por la actitud del mayor y también lo mancha, de paso le roba un beso.

—Eres raro, deberías odiarme por ser el amante de tu amante.

—Tú lo haz dicho: el amante de mi amante, creo que no tengo nada que reclamar —ríe volviendo a pintar—. Ayer te veías sexy.

—Tú ahora te vez jodidamente sexy —se toma el tiempo de deleitarse con la figura de Leo antes de acercarse y dejar un beso en su cuello—. Hueles bien. Espero que mañana no te arrepientas de nada —sigue pintando viendo a cada rato las piernas del mayor.

—Deja de ver mis piernas, pervertido —regaña algo nervioso, se aleja un poco para ver lo que ha pintando mientras toma un trago de su cerveza.

—Sí no te miro sería un desperdicio, lo de la remera fue con esa intención después de todo —Ravi sonríe y cambia de pincel para mancharlo de otro color—. Sólo espero la hora en la que pueda morder esos muslos —confiesa sin dejar de pintar.

Taekwoon suelta una carcajada, agarra otro pincel tomando la pintura roja.

—Nunca tendrás esa oportunidad, cariño.

—Me gusta que te hagas el difícil, así es más divertido —dice Wonsik, toma unos tragos de cerveza antes de manchar su mano con azul y estampar su palma contra el trasero del mayor—. Ya estás marcado.

Leo voltea fingiendo estar ofendido, mancha su mano con pintura roja y la estampa en la mejilla del menor.

—Pervertido —se ríe acercándose a Ravi, cayendo por accidente al piso sobre él.

Wonsik comienza a reír mientras coloca ambas manos en el trasero de Taekwoon.

—Estás bien plano, cariño —le de un rápido beso en los labios—. Aún así me encantas —Leo se ríe y le devuelve el beso, volviéndolo apasionado en segundos, probando de la boca del otro.

—Eres un sucio —susurra apenas, volviendo a besarle y mordiéndole el labio—, no notaras que estará plano cuando me tengas debajo de ti.

—Lo dijiste tú, no yo, estarás debajo de mí —se relame el labio antes de atacar los del mayor, los devora, los succiona, juega con su lengua y se separa apenas—. ¿Caerte sobre mí también fue una estrategia?

—No, realmente fue un accidente —murmura volviendo a besarlo comenzando a moverse sobre él—, ¿Y si me llevas a la cama y me demuestras lo que sabes hace?

—¿Estás deseoso de mí? —Ravi le agarra de las muñecas a Leo y lo hace voltear quedando encima de él, une sus labios en un salvaje beso mientras baja las manos a los muslos del contrario—. ¿Por qué ir a la cama? Tenemos toda la casa para divertirnos.

Sonríen y vuelven a besarse, olvidándose de todo lo otro, disfrutando uno del otro.

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