"El piar de los pájaros dejó de ser agradable.
No existe mi interés en los pasados hobbys.
¿Por qué estoy tan triste...?🍋
Me siento en la esquina final del salón, no porque pertenezca al grupo de los populares, si no , porque estando adelante no me siento cómodo. Siento la vista de todos en mí, escucho sus murmuros, sus risas. Intento decirme "solo son pensamientos irracionales, no les importo tanto." Pero logro escuchar las críticas que piensan decirme. Todo es tan intranquilo cuando estás rodeado de gente. Quiero estar solo, por favor no me hablen.
Hay muchas ventajas al sentarse en la última fila del salón, por ejemplo, que los profesores no te hagan participar en su clase con regularidad, o que pocos de tus compañeros, o mejor dicho, ninguno se percate de tu presencia.
Tengo 15 años, por lo tanto, sigo estudiando por obligación. No tengo grupo de amigos, cosa que me da paz. No entiendo como pueden hablar fluidamente, sin que se sientan incómodos o olviden una palabra. En cierta parte, envidio a los chicos populares. Pueden hablar con quien sea, en cambio, a mí se me hace imposible. El solo hecho de imaginarme conversando con un desconocido me pone los pelos de punta. No quiero verme como un perdedor ante el mundo, tartamudeando y complicándome la vida por no saber como saludar. Desearía que todo ese monólogo trivial saliera con fluidez de mi boca.
Deben imaginar el sufrimiento que siento cuando los profesores pronuncian aquella condenada palabra: "presentación". De sólo pensar que debo pararme, pasar adelante y hablar, mis manos comienzan a sudar y mi piel se vuelve más pálida de lo normal. Las náuseas se apoderan de mi cuerpo y siento como flaquean mis piernas. No puedo permanecer ni 5 minutos frente a mis compañeros, mi voz comienza a quebrarse y mis ojos se tornan brillantes. Más de una vez he terminado llorando por el pánico que siento. Por más que intente controlarlo, por más que practique, aunque me aprenda de memoria el maldito rezo, se me es imposible pasar adelante y dar una simple exposición. Siento como el profesor clava sus ojos en mí. Escucho risas de los demás y como comienzan a murmurar entre ellos.
Si, las presentaciones son un infierno y que los profesores me pregunten algo, o me hagan participar de su clase, es horrible. No sabes en qué momento será, simplemente pasa. Escuchas tu nombre y te estremeces, imaginando lo peor. ¿Y si me equivoco o digo algo tonto? ¿Se arruinará mi carrera como estudiante?
-Anthony, pasa a resolver el problema.
Bastó con escuchar como pronunciaban mi nombre para que mis rodillas temblaran y mis ojos brillaran. Asentí con la cabeza y como pude, caminé hasta llegar a la blanca pizarra. Rogué a dios para tener la cremallera arriba. Por unos segundos que me parecieron minutos me quedé en blanco. "¿Qué es todo esto?".
Cerré los ojos y cogí el plumón. Abrí los ojos cuando recordé la fórmula y resolví el problema. Qué importaba si tenía buenas calificaciones en matemáticas, eso no cambiaba el hecho de que sienta nervios. Los números eran temblorosos. Escuché como alguien dijo: "Los números no se entienden". Bastó ese comentario para perder la poca confianza en mí, que mi ánimo volviera a caer al piso y que mi rostro transmitiera tristeza... otra vez. Resolví todo lo más rápido que pude y fuí directamente a mi pupitre. Escondí mi cara en mis pequeñas manos. Sentía ardor en mis mejillas. Solo escuché que la profesora dijo:
-"Correcto, Anthony. Chad, pasa a resolver el siguiente"
Quité el dedo que tapaba mi ojo, sin apartar mis manos. Admiraba como el chico pasaba adelante sin temor alguno, aunque su resultado fuese equívoco, a él no le importaba, sólo seguía platicando con sus compañeros con la frente en alto.
Intenté mejorar la forma de mis números. Ahora que los observaba bien, no me cabía duda de que eran ilegibles. Me merecía el comentario que había recivido. Observé los números en la pizarra de mis otros compañeros y comencé a imitarlos. Si hago este ejercicio, durante un tiempo, mis números se verán presentables y nunca más se burlarán de mí. O al menos, esto es lo que quiero pensar.
Quizás debería hacer un esfuerzo y comportarme como los populares de mi clase. Confiados y despreocupados. Dando grandes pasos, sonriendo a las chicas, siendo el mejor en gimnasia. Lástima que llevo intentando eso desde que llegué a la escuela, y aún no da resultado.
Si pudiera cambiar de cuerpo y ser alguien más... Volver a nacer, crecer en una buena familia, comenzar de cero sería la solución a mis problemas.
ESTÁS LEYENDO
INSEGURIDAD
Mystery / ThrillerINSEGURIDAD, un problema que afecta más a unos que a otros, sin embargo, para Anthony, la inseguridad era algo imposible de superar, o al menos eso creía antes.