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Desearía diferenciar
quien me halaga y quien me adula.
¿Cuál será amor verdadero?
¿Los inseguros dan amor?

🍋

Sentí mi estómago vacío, era mucho mejor así.

Hoy debía dormirme temprano, no quería tener ojeras, llamaré la atención como ayer y creerán que tengo anemia.

Antes de ir a la cama fui a la pesa. 46 kilos.

Cada vez estaba más cerca de mi meta. Sin nada más que hacer, me puse mi pijama y fui a mi habitación. No me había percatado que los chocolates que me regaló Ryan estaban en mi escritorio. Ignoré los chocolates y vi la nota que había a un lado:

"Perdón."

Me pareció algo inútil. ¿Para que escribir algo si ya lo había dicho? Di vuelta la nota, ahí comprendí el por qué lo había escrito. En la parte trasera, había un número, supongo que era su número de teléfono. Recordé que dijo que no tenía un móvil. Imagino que tal vez si tiene, pero ese día no tenía batería, o algo por el estilo.

Dormí toda la noche, extrañaba dormir así de tranquilo. Lamentablemente, debía volver a mi vida del mismo color. Todo es tan gris. Siempre es lo mismo. Nada nuevo. Algún día espero hacer lo que realmente me gusta, dibujar. Pero sé que no ganaré el dinero suficiente. El mundo solo le da importancia a las letras y números. ¿Dónde está lo artístico?

Vestí mi uniforme. Era viernes, último día de la semana de clases. Hoy recuperaría mi libro. Quería saber que le pasará a Helen y a Edward. El libro es bueno, aunque un poco lento. Pero bueno, es suficiente para pasar el rato y olvidarme de todo.

Hoy era el día más tedioso, teníamos lenguaje, matemática, física e historia. Como odiaba los viernes. Ni siquiera podía salir tranquilo, porque donde quiera que vaya, estaba lleno de gente ruidosa.

Jessica no llegó a clases. No me extraña, muchas veces faltaba. Al menos, el libro que no había terminado de leer, estaba en mi puesto. Me preguntaba cómo llegó ahí, pero no le tomé mayor importancia.

10 minutos después, llegó el profesor, esta vez, saldríamos a ver una obra. Siempre me han llamado la atención las obras. Si no fuera alguien tan tímido, me animaría y participaría en algunas.

Cuando estramos a la gran sala, no éramos el único curso que estaba ahí. Eran en total 5 cursos de diferentes colegios. Todos parecían tener entre 14 y 16 años.

Entre todos los uniformes logré reconocer uno, el de Ryan. Esperaba encontrarlo, pero pronto la función empezaría y me regañarían por estar en otro lugar.

Las luces se apagaron y empezó la obra. Estaba inspirada en el famoso libro "El Fantasma de Canterville", sólo que era una versión mucho más modernizada. Recuerdo haber leído aquel cuento cuando era pequeño. Mi padre solía leérmelo antes de ir a dormir.

La obra fue espectacular. Tanto la escenografía como el maquillaje se veían muy profesionales.

Al terminar la obra todos aplaudieron. Al parecer, a la mayoría le gustó. Los aplausos seguían retumbando en mis oídos cuando una mano toca ni hombro. ¿Podrá ser...?

-Hola, Anthony.

-¿Ryan?

-Sip. Que casualidad encontrarnos aquí. ¿Destino, tal vez?

-Em... Bueno...

-Ryan, ¿nos vas a presentar o qué?

Tres chicos estaban a unos 3 pasos de él. Uno era bastante alto, el otro era rubio, y el otro de ojos café.

-Cierto. Anthony, ellos son Ethan, Alan y Henry. Chicos, él es Anthony.

Los 3 me saludaron con una  sonrisa en sus rostros.

-H-hola.

-Anthony, nos tenemos que ir. ¿Viste que te dejé mi número de teléfono junto a los chocolates?

-Si, pero... Olvidé hablarte.

-Bueno, ¿qué te parece si nos juntamos hoy los 5?

-N-no lo sé, teng-

-Anda, será divertido. -Dijo Ethan, el chico de ojos color marrón.

-E-está bien.

-Juntémonos en el parque de antes, ¿vale?

-Es-está bien, Ryan.

Solo saldría hoy, no hay problema, podré soportarlo. Espero. Después de todo, no es como si fueranos a ir a un concierto o algo por el estilo.

-Anthony, ya nos vamos.

-S-si, p-profesor.

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