"Me gustaría cambiar de piel.
Despertar siendo alguien diferente.
Ser feliz como lo era hace mucho.
Volver a ser alguien corriente."🍋
Escuché el timbre, lo que indicaba que era el momento del receso. Guardé los lápices en mi estuche, acomodé mis cuadernos en mi mochila e intenté prepararme mentalmente para lo que se venía. Salí a paso apurado, no tenía mucho tiempo para esconderme en un cubículo. Lastimosamente y como cada día, Ángel agarró mi brazo. ¿Habían escuchado ese mito que decía que según qué nombre le pones a tu hijo, su personalidad crecerá en torno a este? Vaya mentira. Ángel era más como un demonio sin amor al mundo. ¿Cómo puedes ser una basura de ese calibre teniendo todas las comodidades? Sentí sus manos bajando por mis muslos.
— Anthony, ¿has desayunado? Creo que has engordado, ¿cuánto pesas? ¿80 kilos? — Rió mientras agarraba a duras penas el pellejo de los muslos.
— No... no desayuné.
Aparté sus manos. Miré mis piernas, efectivamente se veían obesas. Hace días no doy un bocado, ¿por qué no están más delgadas? Los números de la báscula bajan y yo sigo pareciendo gigante. ¿Qué sentido tiene?
— No mientas, es evidente. Creo que necesitas un poco de presión para admitirlo.
TW abuso sexual y emocional. Si es sensible ante este contenido, continuar con el siguiente capítulo.
POV narrador.
Ángel tomó su mano hasta llegar el baño. Se escucharon risas por parte de un grupo de chicas. "Irán al baño, que guarros". Mientras Anthony intentaba forcejear, las chicas continuaban hablando sobre la bonita pareja que hacían. Finalmente ambos acabaron encerrados en el baño para discapacitados.
— Quítate la ropa. Y no hagas de esto un teatro como la vez pasada, te ves horrible con la cara llena de mocos y lágrimas. —Ángel prendió un cigarro. Sostenía el brazo en alto y daba caladas en dirección a la ventilación para evitar regaños futuros.
— Hicimos esto ayer, no creo que sea necesario... podemos hacerlo mañana. O tal vez la próxima semana. Sí, la próxima semana estaría bien.
Ángel se acercó hasta estar a centímetros de su cara. Enterró el cigarro en su cuello por un par de segundos hasta que el contrario aceptara su petición. Mientras desabotonaba torpemente su camisa, el fumador lo miraba con ojos de deseo. Lo estaba devorando con la mirada. Anthony, a la par que bajaba sus pantalones para acabar en ropa interior, no quitaba la mirada del sucio piso del baño.
— No, no. Dije que te quitases toda la ropa. Y apresúrate, no hay tiempo. Odias llegar tarde a clases, ¿no? Que todos tus compañeros te vean llegar atrasado... piensa en sus ojos pegados en ti. Pensarás que eres un idiota que no sabe leer la hora.
Sin decir palabra alguna, bajó sus calzoncillos. Cubrió su intimidad con ambas manos, apenas logrando ver gracias a las lágrimas retenidas en sus ojos. Mordió su lengua con fuerza para no hacer ruido alguno. Sintió los brazos de Ángel acercándolo a su cuerpo con un abrazo.
— No llores, pequeño, me harás terminando sentir mal. ¿Acaso no te gusta cuando hacemos esto? Todos creen que hacemos linda pareja, Anthony.
— No me gusta... Detesto esto, detesto mi vida.
— Siempre dices eso, pero nunca te has quejado con alguien más sobre esto. Anda, ve y dile a un profesor o al mismísimo director.
El cuerpo de Anthony comenzó a temblar tanto por miedo e impotencia como por frío. Ángel se percató de esto, bajando sus manos hasta la entrepierna descubierta. Rodeó el falo con sus cálidas manos haciendo movimientos lentos, como si estuviera acariciando a un pequeño animal asustado.
— Solo quiero que disfrutes de tu vida escolar. Yo estoy en último año, ya he tenido bastantes anécdotas, pero tú hace poco hasta eras virgen. Deberías estar agradecido. — Mencionó para dar una larga calada de su cigarro. Toció un par de veces. — Es irónico, ¿no? Que minutos antes te estés quejando y ahora estés duro como piedra.
El timbre que indicaba el fin del receso sonó. Anthony quizo apartarse, pero le fue imposible.
— Se ha terminado. Déjame ir. —Dijo con ojos llorosos y la voz aun temblorosa.
— No hasta que termines.
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INSEGURIDAD
Mystery / ThrillerINSEGURIDAD, un problema que afecta más a unos que a otros, sin embargo, para Anthony, la inseguridad era algo imposible de superar, o al menos eso creía antes.