El Comienzo

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CAPÍTULO 2

2 años antes

Bajo del autobús y me abro paso entre la multitud de pacientes que hay intentando entrar. Agarro mi bolso acercandome a uno de los guardias de la entrada

—No podemos atender más pacientes

Negué con mi cabeza rápidamente
—No, eh... Buenos días, soy la doctora Andrea Evans, tengo una cita con el doctor Jamie Dunne— logró decir entre tanta algarabía

—Oh, lo lamento doctora, adelante por favor— abre las puertas con rapidez dejándome entrar mientras intentaba detener a las demás personas afuera

—Muchas gracias— entre sonriente encontrándome con un total silencio. Los pasillos están vacíos mientras que afuera hay más de quince personas esperando ser atendidos

Camino a recepción donde una joven está concentrada en su computadora

—Buenos días— hablo con rapidez para captar su atención
—Tengo una cita con el doctor Jamie Dunne

—Usted debe ser la famosa doctora Evans...

Asentí omitiendo el "famosa"

—Adelante por favor, el doctor la espera

—Gracias, que amable—  camino  donde me había señalado sin esperar que ella se levantara para ayudarme

Abrí la puerta de lo que era su consultorio y me encontré con un asiento vacío

¿Enserio?

—¿Hola? ¿Doctor Dunne?— cierro la puerta y entonces siento el grifo del baño cerrarse

Un hombre de quizás unos 33 años aparece tras la puerta de su baño. Tiene una enorme sonrisa, o quizás son sus dientes, cabello húmedo de color negro, su piel es blanca y su vestimenta elegante. Se acomoda la corbata dejándola en su lugar

—Buenos días, eh... Busco al doctor Dunne

Levanta la cabeza y nuestros ojos se encuentran, me sonríe

—Estas hablando con él— rodea el escritorio tomando su bata del perchero para después ponérsela

—Oh, vaya— susurro sin poder creerlo

—¿Sorprendida?— me sonríe tomando asiento. Señala una de las sillas al frente

—Que pena doctor, creí que...

—Tranquila, me pasa seguido. Todos se imaginan que soy un hombre barrigón de 56 años que solo se sienta y da órdenes

No puedo evitar reír y el doctor me sigue con comodidad

—Tome asiento por favor

Asentí obedeciendo

—También estoy sorprendido doctora. Me imaginaba...

—¿A alguien más madura?

Niega con su cabeza
—Seré sincero, creí que un caballero seria el que cruzaría esa puerta, me sorprendí mucho al leer su expediente. Pero su suposición también funciona

Ambos sonreímos

—Realmente me alegra que la hayan transferido aquí, su experiencia le vendrá muy bien al hospital— Me volvió a sonreír y sacó lo que era una carpeta

Mi currículum

—Ya lo he leído, pero quiero preguntarle si tiene algo más que agregar doctora Evans

La Doctora Evans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora