CAPÍTULO 3ANDREA POV
—Una mujer— susurra pero todos lo habíamos escuchado
Mis cejas no pueden evitar levantarse
—Me disculpo, creí haber escuchado que llegaba un doctor con experiencia en la guerra de Afganistán
Mordi mis labios poniendo los ojos en blanco. Claro, sin que ellos se dieran cuenta
—Asi es Daniel, y aquí esta— Jamie me señala
Sus ojos estaban muy abiertos, bajo la mirada y sonrió para luego fijar sus ojos en los míos
—Me disculpo nuevamente doctora Evans, por mi comentario y por la situación que anteriormente tuvimos en nuestro primer encuentro, yo...—Por favor. No hace falta que se disculpe doctor— me apresuró a hablar —Entiendo su posición como jefe, yo estaba incumpliendo las reglas, era su deber recordármelo— asiento dejando el tema hasta ahí
Él asiente con profesionalismo
—Doctores— Jamie se nos acerca rompiendo nuestro contacto visual
—Ya que se conocieron puedo dejarlos para que continúen con su trabajo. Espero que sepas cuidarla Daniel, esta doctora vale oro— Jamie se despide y se marcha sin permitir que nadie más diga nadaGuardo mis manos en los bolsillos de la bata intentando asimilar que lo que había dicho había sido por mi experiencia en Afganistán
Le regalo una última sonrisa al doctor McDonald y continuo caminando
—¡Doctora Evans, aguarde!— se postra a mi lado
—Realmente me siento muy apenado por haberla confundido. Como puede ver, en urgencias el 98% de nuestro personal de enfermería son mujeres — señala la sala —Cuándo comenzaron los cotilleos sobre el nuevo traslado claramente pensamos que sería otro hombre debido a...
—Al terreno del que venía— termino por él mirándole
Asiente sonriente
—Bienvenida Doctora— me brinda su mano y yo la acepto al instanteNuestros ceños se funcen unos instantes, ambos miramos nuestras palmas unidas
—Gracias
*Doctor McDonald, se solicita en trauma, repito, se necesita en trauma*
Ambos miramos el parlante justo encima de nosotros
—El trabajo nunca termina— vuelve a sonreirme para después mirar nuestras manos todavía unidas
La suelto rápidamente guardandolas en los bolsillos, la sensación había desparecido
—Buena jornada Doctor— logró decir antes de dar media vuelta rompiendo con el contacto visual. Comienzo a caminar a toda velocidad hacia recepción
Observó el reloj. Faltaban alrededor de cinco horas para que mi turno terminará, por el ser el primer día mi turno sería solo de nueve horas
Le sonrió a Rose quien me pasa unas carpetas
—Las salidas de sus pacientes doctora Evans— me habla con dulzura y yo asiento tomando uno de los bolígrafos del mostrador para comenzar a firmar
—¿Que tal sus primeras horas?
Suspiro
—Muy tranquilas Rose. Aunque todavía me preocupa no poder rendir lo suficiente—No tema. Seguro que lo hará excelente, es usted una muy buena doctora, su expediente es muy grueso y específico, ha hecho maravillas y con tan poca edad— me sonríe dejando sus lentes en el pecho —los médicos aquí son los que deberían temerle
ESTÁS LEYENDO
La Doctora Evans
Short StoryLa vida de Andrea Evans no se ha portado muy bien con ella, lágrimas, derrotas, violencia y discriminación no han sido más que su pan de cada día. Pero ahora que el destino ha girado un poquito a su favor, tiene una nueva oportunidad y está dispuest...