Tiro Por La Culata

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CAPÍTULO 24

ANDREA POV

Abro mis ojos y lo primero que veo es el techo pálido de una de las habitaciones del hospital. Intento respirar con normalidad y entonces siento un apretón en mi mano

Daniel

—Hola— Jamie me sonríe con tranquilidad

Entrecierro mis ojos agotada, una lagrima resbala por mi mejilla y entonces todos los recuerdos vuelven de golpe

—¿Cómo te sientes? — Agarra mi mano con fuerza para que le vea

Aprieto mis ojos, arden
—¿Por qué me sedaron? — susurro con la mirada en el techo

—Era lo correcto. No estabas en tus cinco sentidos en ese momento, tampoco queríamos que presenciaras más esa escena

Los sollozos salen de mi boca junto con miles de lágrimas. Trato de ponerme de pie para caminar hacia una de las ventanas

—¿Podrías dejarme sola? — no sé si había escuchado

—Iré por algo para que comas— la puerta se cerró y entonces supe que estaba sola

Miro mis manos y luego al techo, mi respiración es entrecortada y la presión en mi pecho está quemando cada centímetro de mi cuerpo. Algo dentro de mi estaba mal, no estaba allí... No puedo sentirlo, no está

—¡MAALDICIÓNN! — Golpeo la vitrina con una de las sillas provocando que todos los vidrios se esparcieran por la alfombra

Salgo por la puerta encontrándome con todas las miradas en mi dirección. Continúo caminando por el pasillo sin siquiera preocuparme por limpiar las lagrimas

—Doctora, no...

Corro hacia la sala de cirugía. Puedo darme cuenta como todos me observan

—Doctora Evans...

Entro con fuerza viendo toda la sangre esparcida en el suelo

—No, no, no, no— Retrocedo chocando con un carro de paro

—¿Daniel?

Mi atención se centra en la maquina con la que había chocado cuando caí

—No, fue un sueño, no más que eso, un sueño, un sueño— limpio las lágrimas tratando de respirar

Me acerco a la camilla vacía, mi vista se nubla

—No, no, no por favor... ¡NOOOO!— tomo mi cabeza desesperada
—¡Despierta Andrea, vamos hazlo, hazlo!— cierro mis ojos golpeando mi frente una y otra vez

—Doctora por favor salga, no esta permitido que este aquí— niego con mi cabeza observando sus implementos de limpieza

—Andrea...

—Jamie— trago saliva acercándome a él —Daniel no está aquí, es un sueño, fui una tonta. Él esta esperándome afuera, ¿verdad? Lo viste de camino, ¿te dijo algo?

—No deberías estar aquí. Ven conmigo por favor

Me niego
—Va a estar furioso cuando le cuente este sueño, es una locura— no puedo evitar soltar una carcajada —No le gustara nada que haya soñado con perderle

Toma mis hombros y limpia una de mis lágrimas

—Por favor tienes que despertarme, ya no quiero estar aquí

Su mirada es de intenso dolor. Intenta abrazarme pero me zafó

—No me obligues a volver a cedarte, no quiero volver a hacerlo

La Doctora Evans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora