Liberación

2.2K 195 15
                                    


CAPÍTULO 28

—¿Viniste sola?

—¿Crees que me perdería esta oportunidad de verte la cara otra vez? ¡Sal ya de la maldita oscuridad!— me acerco con fuerza

Escucho su risa y mis puños se aprietan

—Así que quieres verme la cara, creí que te provocaba... Asco— escucho su carcajada —Para mi será un placer cumplirte ese deseo— avanza unos pasos y entonces le veo

Es como si todavía mi rabia se revolviera en ese instante. Tomo aire

Ladea su cabeza y se acerca

—Estas preciosa

Retrocedo al instante

Sonríe al ver mi reacción
—¿Que tal lo llevas mi Madi? Mmm ¿Aún sigues llorando a ese pobre imbécil por todos los rincones?

—No sabes las ganas que tengo de matarte

Su sonrisa se agranda
—Nunca creí escuchar tal majestuosidad de esa linda boquita, ¡me encantas!— se acerca para besarme pero vuelvo a retroceder impactando mi mano sobre su mejilla

—¡No te atrevas a tocarme maldito infeliz!

Vuelve a reír, sus ojos negros se oscurecen aún más

—Estar con ese doctorcito te dio agallas, pero no inteligencia...

Guardo silencio viendo como comenzaba a caminar por el lugar, rodeandome

—Si así fuera, lo hubieras dejado en cuanto nos vimos en tu departamento, ¿recuerdas?— levanta su camisa enseñandome la enorme cicatriz —que hermosos recuerdos

Doy media vuelta para no perderlo de vista

—Piénsalo, aún estuviera vivo si tan solo te hubieras alejado en ese momento, pero no... Fuiste desobediente y ahí tienes las consecuencias, una lastima— escupe divertido

Mi ceño se frunce. Mi corazón se agita y entonces me doy cuenta...

Toco mi anillo de promesa, mis ojos se cristalizan

—Sabes que no fue así, lo único que querías era hacerme daño a mí, pero te diste cuenta que amaba tanto a Daniel que era capaz de dar la vida por él si fuera necesario... Nada duele más que perder al ser que amas, eso pensaste, ¿no?... ¿Para que matarla si puedo quitarle lo que más ama?

Mi mira sin decir nada

—¿Pues que crees Connor? Lo lograste, me mataste por dentro, me destruiste de tal manera que no sé si pueda reponerme algún día. ¡Felicidades!

Ríe acercándose, no me muevo.
—Tu inteligencia sobrepasa mi actitud de sorpresa preciosa... Pero si, mi plan fue matarte, pero de la forma más dolorosa que alguien se puede imaginar y quiero que sepas que todo esto es... tu culpa. ¡SI NO LO HUBIERAS AMADO NADA DE ESTO HUBIERA PASADO! Tú, me dijiste, me juraste que siempre estaríamos juntos, ¿no te acuerdas? Los dos juntos bajo ese árbol seco, ¡me lo juraste, pero todo se fue a la mierda cuando me rechazaste!

—¡Te rechace porque no te amaba! Te juro que lo intente, muchas veces. Luego apareció tu, tu obsesión por una familia, hijos, yo no quería eso... ¿y sabes por qué? Porqué sabía que por más que lo intentará nunca llegaría amarte, y no era justo contigo, y mucho menos conmigo.

—Me engañaste...

—¡NO! Yo te quise muchísimo Connor, te veía como mi apoyo, mi protección pero todo eso lo mataste el día que llegaste del campamento C. Te convertiste en un monstruo sin emociones, ¡un demente! Esa daga... ¡La enterraste en ese pobre soldado que lo único que necesitaba era atención médica, pero tu lo mataste sin piedad alguna! Después trataste de llevarme a la fuerza, me golpeaste hasta que no pude defenderme. Si no fuera sido por los refuerzos del otro bando tu habrías logrado tu objetivo

La Doctora Evans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora