Axel

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Desde que empecé a observar realmente a los residentes me he dado cuenta de que son tremendamente aburridos. Los no marcados (todos excepto Kate y los otros dos chicos) no hacen absolutamente nada a parte de perder el tiempo. Los marcados por lo menos entrenan. Todos son previsibles, comunes. Excepto Kate. Todas las noches tiene una especie de entrenamientos privados en el gimnasio. Puedo saber con facilidad cuando está en su habitación porque siempre que lo está tiene la música puesta bastante alto, alguna vez se ha bajado la música y la he escuchado cantar. Veo luz a altas horas de la noche por debajo de su puerta muy a menudo. Hace poco salí a correr por la mañana y al volver la vi en el tejado con un libro otra vez con un cuaderno y un lápiz. Y las pocas veces que la he visto entrenar he visto la pasión en sus ojos...

Mientras que otros me aburren ella me fascina.

Es tarde, estoy en mi cama leyendo un libro de historia cuando la alarma comienza a sonar. Cuando llegué aquí me estudié el protocolo, esta alarma quiere decir que los Darkens están atacando a los humanos y todos los guerreros debemos reunirnos en la sala de entrenamiento. Me pongo unos pantalones largos negros, una camiseta blanca y botas y corro a la sala de entrenamiento.

Cuando llego solo están el comandante Jackson y Kate. Está sudada y con las mejillas sonrosadas (probablemente estaba entrenando), lleva puestos unos leggings negros y una camiseta de tirantes del mismo color que hacen que me cueste apartar la vista.

Poco a poco van llegando más residentes y el comandante Jackson nos informa de que unos Darkens han secuestrado a unos humanos y están en una fábrica abandonada unos kilómetros al este de aquí. Vamos a ir dos chicos a los que no conozco, Matt, Tim, Kate y yo. Cada uno coge sus armas, espadas, arcos, cuchillos... y Kate su katana. Yo llevo una espada que tiene la hoja bastante larga y un peso medio. No usamos armas de fuego porque no afectan a los Darkens, ni a nosotros.

Vamos al hall, una amplia sala en la que se encuentran las dos enormes puertas principales de las que sale una ancha alfombra roja que da a las escaleras de la misma madera antigua que las puertas y terminan en una pared con el nombre de la sede pintando en ella (recientemente se puede apreciar) que tiene dos pasillos, a derecha e izquierda. Bajamos a trote rápido por las escaleras detrás del comandante Jackson quién le está dando indicaciones a Kate que está a su derecha. Llegamos a las puertas y nos adentramos en la oscura noche. Kate avanza hasta una verja, la salta y se agazapa tras un árbol, los demás nos quedamos detrás de la valla, el límite de la sede deduzco. Hace bastantes años, un Lightern conocido como "El Desvanecedor", que tenía el poder de hacer invisibles las cosas a cualquiera que no supiera que estaban ahí, hizo invisibles todas y cada una de las sedes y de esta forma solo los Lighterns (los únicos que sabemos de su existencia aparte de algunos Darkens) podemos verlas, lo malo es que tiene un límite y una vez que lo traspasas cualquiera puede verte aparecer de la nada, por eso Kate es la única que ha saltado. Se me hace muy extraño ser el que se queda atrás.
Kate baja del árbol al que se ha subido con un ágil salto y nos indica que es seguro pasar. Nos reunimos todos en un oscuro callejón y Kate empieza a dar indicaciones.
- Axel, solemos elegir a dos que van por los tejados de los edificios asegurándose de que ningún humano esté cerca para que todo sea más seguro mientras los demás van por tierra.
-De acuerdo yo iré por los tejados- le respondo. Una cosa es escuchar como hacen las cosas aquí y otra muy distinta esperar a que me despejen el camino.
- En realidad solemos ser Kate y yo quiénes vamos por los tejados- me dice Tim.
Pero antes de que pueda responder Kate se me adelanta.
-Esta bien,Tim. Que venga Axel conmigo por los tejados y tú guía a los demás por las calles. Bien. Axel sígueme- indica con un gesto de la mano- Ya sabéis esperad a la señal.
Y con esto nos vamos a un edificio cercano y subimos por las escaleras de incendio hasta llegar a la planta más alta, entonces Kate pone un pie en la ventana y luego el otro sin apoyar las manos en ningún punto dado que no hay ningún sitio al que agarrarse. Voy a decirle que si quiere ayuda cuando salta con tan solo la fuerza de sus piernas y llega hasta un canalón con las manos y desde ahí se sube al tejado con tan solo la fuerza de sus brazos. Mira hacia abajo, hacia a mí, y parece que va a decir algo pero se lo piensa mejor y permanece callada mirándome hasta que me subo a la ventana y hago lo mismo que ella solo que sin tanta facilidad. Se ha puesto un chaleco negro igual que el mío antes de salir de la sede y ahora se sube la capucha para taparse el pelo. Camina hasta la otra punta del tejado se agacha y mira a las calles.
- No veo a nadie. Al siguiente.
Retrocede alejándose del borde, corre y salta, literalmente, al siguiente tejado sin ninguna cuerda ni apoyo. Cae varios metros alejada del borde del siguiente edificio y se reincorpora con una voltereta. Estoy alucinando.
-Vamos. ¿Quieres que te deje el escalador?- es un aparato con un gran gancho de metal y una cuerda que se lanza al edificio al que quieras llegar y te ayudas de la cuerda para subir. Sí, quiero usarlo.
-No hace falta.
Cojo carrerilla y salto como ella pero caigo al borde del edificio y mi voltereta me sigue dejando en el suelo. Se acerca a mí y me tiende la mano para ayudarme a levantarme.
-¿Estás bien?
-Sí, sí.
- Mira por ahí- me indica señalándome el borde que tengo a mi derecha mientras ella se dirige al más alejado.
-Nada- le digo mientras me acerco a ella.
-Bien. Hora de mandar la señal. Coge una piedra del suelo y la recubre con un papel que saca de un montón que está debajo de otra piedra. Envuelve la piedra con el papel, saca un mechero de su bolsillo y lo prende. Entonces la tira por el lado que da a donde hemos dejado a los demás coge otra y hace lo mismo. Entonces se vuelve hacia mí.
-Bien, a por el siguiente.
Se dirige al borde que da al siguiente edificio, más alejado que el anterior.
-¿Saco el escalador?
En condiciones normales lo usaría, lo habría usado para el anterior, pero la adrenalina que sentí mientras saltaba el otro edificio me fascinó casi tanto como lo hace ella, aunque no quiera admitirlo. Así que deniego su oferta. Ella salta primero. Y otra vez cae con una gracilidad increíble. Y yo caigo mejor que antes, con lo que ella aplaude bromeando y yo río, lo que me sorprende hasta a mí. ¿Desde cuando me río de que se burlen de mí? Nos volvemos a asomar a los bordes y vamos a por el siguiente edificio, aún más alejado. Ella vuelve a hacerlo sin problemas, pero yo no. Mis pies tocan justo el borde del tejado del siguiente edificio, pero es más alto que desde el que he saltado así que en vez de caer dentro mis botas resbalan y me quedo colgando del borde con ambas manos. Kate acude corriendo y me ayuda a subir.
-¿Estás bien?
-Sí.
-¿Seguro?
-Sí
- Bien porque no necesito más fama de la que ya tengo- dice sonriendo. Con lo que yo también río.
-Jajajajajaja. Entonces ahora usaré el escalador. - digo bromeando. Ella ríe y ese sonido me relaja mientras me quedo mirándola, hasta que deja de reír ve que la estoy mirando y se ruboriza. Entonces aparto la vista.
-Perdona.
-No te disculpes. Es sólo que me pone nerviosa que la gente me mire.
Se establece un silencio incómodo hasta que se levanta y vuelve a mandar la señal.  Saltamos 6 edificios más, ambos con el escalador, y luego bajamos a reunirnos con los demás. Kate se reúne con Tim y Matt y veo que el segundo le susurra algo.
- Es ahí- indica señalando con el dedo a una vieja fábrica y susurrando de vuelta a Matt. Tim la mira con una expresión diferente a la que tiene normalmente, de casi embelesamiento a veces.
Kate comienza a avanzar y Tim y Matt la siguen a su derecha e izquierda respectivamente un metro por detrás. Los otros dos chicos les siguen y yo no sé donde meterme porque suelo ser el que va en cabeza. Kate llega a la puerta con su katana ya desenvainada, echa la vista atrás para comprobar que estamos listos y le pega una patada a la puerta que la hace abrirse y en el preciso momento en el que la puerta se abre una extraña criatura salta hacia Kate. Cualquiera se habría derrumbado pero ella hace el movimiento más rápido de una katana que haya visto en mi vida y lo corta por la mitad. Tim le pone una mano en el hombro y le pregunta si está bien, a lo que ella asiente adentrándose en la fábrica. Todos entramos y no vemos nada hasta que de repente decenas, cientos de criaturas como las que han atacado a Kate salen de la nada y se lanzan hacia nosotros. Mato uno, dos, diez. Los demás parecen estar teniendo mas dificultades que yo, todos excepto Kate. Se le ha caído la capucha y su pelo parece estar en llamas cuando gira matando seis criaturas de un solo movimiento. Nunca había visto a nadie moverse así, y he visto muchos guerreros y muy buenos. Uno de los chicos huye, al otro le arrastran hasta una esquina y dejo de verle. Kate grita.
-¡Tim!- este la mira y ella señala hacia un grupo de criaturas- ¡Matt!
Tim corre a ayudar a su amigo y a mí uno me alcanza la pierna, lo mato y suelto un gruñido de dolor cuando otro me muerde el costado. Caigo al suelo. La vista se me emborrona. Trato de matar a unas cuantas criaturas desde el suelo, pero no es suficiente. Vamos Axel, no puedes morir en una puñetera fábrica rodeado de mierda.  Entonces las criaturas empiezan a caer hasta que no queda ninguna y Kate se arrodilla a mi lado.
-Axel, ¿me oyes?
Asiento con la cabeza o eso creo.
Me levanta la camiseta y presiona algo donde me ha mordido uno de ellos.
Demasiado lentamente el dolor empieza a disminuir y recuperó la visión. Kate está arrodillada junto a Matt y me doy cuenta de que tiene un profundo arañazo en el hombro. Un tiempo después cuando ya he conseguido ponerme en pie y Matt también Kate anuncia que el chico que no huyó está muerto y que no nos acerquemos, no debe ser una visión muy agradable. Tim está acuclillado al lado de una de las criaturas.
-Son como niños- dice.
Tiene razón. Minutos después aparece el comandante Jackson junto al cobarde que huyó de la batalla y nos dice que volvamos a Ankron. Y eso hacemos, por suelo firme.

Marcados 1. Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora