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Estábamos en mi cama; Tae sentado en el borde de esta mientras yo estaba sobre él, besando sus labios con desespero. No recuerdo muy bien cómo es que llegamos hasta aquí, pero sí recuerdo sus manos en mi cintura y como me alzaba en el aire. El recorrido desde la sala hasta mi habitación no lo recuerdo, ya que estaba muy concentrado en lo que estamos haciendo.

Sus manos estabanen mi cintura, acercándome a él hasta el punto de que nuestros pechos se rozaran. Mis brazos estaban rodeando su cuello, mientras mis manos jugaban los cabellos de la nuca de Tae.

Se separó un poco de mí, mordiendo mi labio inferior. Su hermosa sonrisa estaba impregnada en su rostro, y me comencé a sentir un poco avergonzado de lo que estábamos haciendo.

-Besas muy bien Kookie- dijo mientras dejaba un casto beso en mis labios.

Nuestros ojos estaban fijos en los ajenos, dedicándonos miles de mensajes con solo mirarnos. Sus pupilas estaban expandidas, y parecía querer más de esto, pero se estaba controlando.

Mordí mi labio inferior, queriendo parecer sexi y hacerlo desear más. Me moví de adelante hacia atrás, rozando nuestras intimidades, y logrando que sonoros suspiros se escaparan de sus labios. Bajé una de mis manos a las de Tae, que seguían en mi cintura, y las cuales estaba apretando más en mi piel.

-Tae...- dije acercándome a sus labios, pero sin tocarnos, solo acercándome.

Moví mi cabeza de un lado al otro en frente de los labios de Tae, rozándolos y alejándome un poquito más y volviendo a rozarlos, pero en ningún momento lo besé.
Sus manos me apretaron un poco más y comenzó a bajar mi cuerpo para que así me sentara sobre su ahora erección.

-Esto es lo que causas... Kookie- susurró sobre mis labios.

Un pequeño gemido se escapó de mis labios. Cerré mis ojos, queriendo provocar más a mi mayor.

Nunca había hecho esto con un hombre, y es del primero que me enamoro completamente. Porque sí, así me siento, enamorado. Me encanta su sonrisa y sus chistes malos, sus caras raras y su grave voz, la cual se pone mas grave y sexi cuando está excitado. Me encanta todo de él.

Antes de que Tae venga me puse a pensar sobre lo que siento. Y sí, llegue a la conclusión de que me gustaría estar en algo con él. Además, hay algunos famosos que son gays y las personas los aman. Como Ricky Martin, por ejemplo, las mujeres lo aman a pesar de que tiene un NOVIO, y al cual le pidió MATRIMONIO.

La pregunta que le había hecho a Tae sobre adoptar era porque me hubiera gustado tener algún niño. No digo que me gustaría que sea con él, pero tampoco digo que no me gustaría. Sino... No sé, es raro de explicar. Pero me gustaría adoptar con él, ya que siento que sería un buen padre. Pero, por otro lado, no somos nada, no puedo decirle que me gustaría estar con él y adoptar.

La mano de Tae, que estaba acariciando mi pierna, me hizo volver a la realidad. Comenzó a subirla hacia mi entre pierna, acariciando muy lentamente.

-No sabes cómo me traes Kookie- dijo en mi oído, susurrando con al voz ronca-. Tan lindo...

Su mano comenzó a bajar el cierre de mi pantalón y comenzó a acariciar la zona.

-Tae...- gemí por lo bajo.

Cuando su mano estaba por meterse dentro de mi bóxer, el sonido del timbre nos hizo volver en nosotros mismos. Miré a Tae y él a mí, ya que ninguno de los dos nos esperábamos la llegada de alguien a estas horas de la noche. No era tan tarde, cerca de las 8:15, hora de cenar.

Me levanté y acomodé mi ropa, comenzando a caminar hacia la sala, donde estaba la puerta del ascensor. Me acerqué al pequeño tablero táctil que estaba al lado del ascensor y pude ver la cara sonriente de Ji Min, que esperaba impaciente a que lo deje pasar.

-Jung Kookie~- canturreó cerca del micrófono-. Sé que me estás viendo~ déjame pasar- dijo de una manera tierna.

Sonreí ante aquel acto y dejé que entrara. Me di la vuelta y caminé a paso lento hacia la habitación. Había olvidado que lo había invitado para que conociera a Tae Hyung, y fue idea de él, ya que de verdad quería ver en persona a la persona, que según él, me tiene como un idiota.

Al llegar a la puerta de la misma, no escuche nada, ni siquiera un suspiro. Entré confundido y no pude ver a Tae en ninguna parte, así qué pensé qué tal vez estaba en el baño. Tenía dos; uno en mi habitación y otro cerca de la sala. Me acerqué a la que, obviamente, estaba más cerca. Un suspiro se escuchó del otro lado, mezclado con unas palabras que no pude identificar.

Toque la puerta.

-¿Tae, eres tú?- pregunté pegando mi oreja más en la puerta.

-Jeon... Jung Kook- escuche de decía mi nombre. Inmediatamente supe lo que estaba haciendo. Mis mejillas se tornaron de un color rojo y mi rostro ardía.

Decidí dejarlo a solas, ya que yo no quería seguir escuchando lo que estaba haciendo. Me hubiera gustado entrar y "ayudarlo", pero yo no soy así. Además, Ji Min debe estar por llegar al final del ascensor, donde mi apartamento está, y no me atrevía a hacer algo justo cuando las puertas se abran.

Llegue a la sala y me encontré con mi mejor amigo sentado en el sillón, mirando su celular con una sonrisa inocente.

-Hola Ji Min- dije sentándome junto con él.

-Ay Kookie, me enamoré- dijo colgándose de mi cuello.

~~~ ** ~~~

Hay algo en ustedes que me impide hacerlxs esperar.

Sé que es corto, pero bueno, así es la vida. Corta y bien kk ahre.

Espero que les esté gustando ^^

Besos!

¿Quién eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora