Capítulo 2

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Faith no pudo contener más el dolor y, a pesar de que no quería que Crowley la oyera, gritó ante su último corte. El demonio esbozó una sonrisa, satisfecho.

–Tengo toda la eternidad, encanto. Debo admitir que vosotros, los recipientes, me habéis asombrado muchas veces. Os apuñalan, os disparan, os hacen mil perrerías y os mantenéis en un estupendo estado. ¿Cuál es vuestro secreto?

–Que te jodan.

–Lo tendré en cuenta –le respondió él–. Cuando me hables del cielo, pondremos a prueba tu plan. Por curiosidad, ¿qué mono alado te escogió para ser su putita?

Ella no respondió. Crowley, cansado, volvió a hundir el cuchillo en la carne de la joven. Al sacarlo estaba manchado de sangre pero no le preocupaba, sabía dónde clavar para herir y no para matar; probó el filo y se relamió.

–Dulce como la miel. Los angelitos tienen un buen sabor, aunque me producen ardores de estómago. Qué irónico.

En eso la puerta del recinto se quebró dando paso a la amiga del recipiente, y a un nuevo amigo de ojos negros.

–Adriel. Debí imaginarme que estabas involucrado en algo contra mí; es idiota preguntar cómo están mis hombres, ¿verdad?

–Suelta a Faith, viejo verde. Madre mía, ¿le va el sado? –dijo la cazadora peliazul señalando el cuchillo que el Rey lamía.

– Danny, por el amor de Dios, sácame de aquí –susurró Faith.

Ella la miró y le guiñó un ojo con complicidad.

– Tranqui, mujer, déjalo en mis manos. Ya decía yo que ese tío no era normal… solo hay que ver su nombre.

– ¿Algún problema con mi nombre? –dijo Crowley con una ácida sonrisa–.  Tu amiga tiene un asunto pendiente conmigo, así que… ¡por qué no os largáis de una vez!

Lo último lo dijo a voz en grito, apretando con fuerza el cuchillo en sus manos. Danny le miró con una mueca sin inmutarse ante el grito, alzando una ceja y jugueteando con el arma que Adriel le había dado entre sus dedos.

– ¿Por qué gritas, vejete? ¿Eres bipolar? ¿Patata frita VS patata ondulada?

La mueca de Crowley fue épica, el único que pilló un poco el chiste fue el propio Adriel que esbozó una sonrisa.

–Danny… ¿me ayudas? –preguntó Faith, quien sentía el dolor, aún tierno, de las heridas.

–Voy, voy… Desde luego… patata frita salida…–respondió ella haciendo amago de acercarse a su amiga–.  Bob, ¿te encargas tú de él?

Adriel puso los ojos en blanco e hizo una teatral reverencia burlona, volviéndose después hacia Crowley.

– Será un placer…

Al momento se lanzó a por el rey y ambos empezaron a luchar. Danny corrió hacia Faith y con la daga cortó las cuerdas con facilidad.

–Vaya, quién hubiera pensado que el vejete millonario sería sadomaso… menudas heridas de ha hecho…

–¿Cómo sabías que era un demonio? –preguntó Faith, acariciándose las muñecas cuando se vio liberada, fijándose en el arma que Danny tenía–.  ¿De dónde has sacado eso?

– Bob Esponja me lo dio…

Faith la miró como quien mira a un viejo haciendo skate y, justo cuando iba a volver a preguntarle, una sombra apareció de la nada y cayó sobre Danny, tirándola al suelo en un revoltijo de piernas y brazos. La risa de Crowley hizo que se pusiera alerta, empuñó el arma de Danny que estaba en el suelo y se preparó para atacar a ese demonio, el cual presentaba ligeras heridas por su corta batalla con el joven que había venido con Danny.

Supernatural: Entre cielo e infierno. (Temporada 1,parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora