| Capítulo 2: Guardado en... |

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    Realmente no recuerdo qué sucedió después de que el hombre cruzara la puerta, de repente estaba con el doctor, diciéndome qué pastillas tomar y cuánta cantidad por día, o por hora según la medicación, y luego cenamos, una mujer adulta y bastante linda nos preparó unos fideos al pesto, muy ricos.

    Hanna estaba a mi lado, el pelinegro... Devon, frente a mí y hombre adulto, junto con la señora, a sus costados y a mi izquierda la pelinegra de la mecha morada.

    —¿Saben deliciosos verdad? —dijo Hanna, mirando mi plato.

    —Mucho —dije con una sonrisa, y la mujer sonrió— Están muy buenos señora —dije halagándole.

    —Mamá —corrigió el pelinegro.

¿La señora era mi madre? Osea que la chica de la mecha morada y Devon son mis hermanos. ¿Estaré soñando? ¡¿Por qué demonios no lo recuerdo?! Lo miré sorprendida.

    —Oh por nada cielo —me respondió, ignorando el comentario—Me gusta mucho cocinar, y si quieres te preparo lo que quieras cuando quieras ¿Sí? —dijo.

    Realmente no se sintió como esa atención que te dan cuando algo malo te pasa, se sintió tan ella, tan natural, honesto, como si siempre hubiese sido así, pero bueno, yo no podía recordarlo.

    —De acuerdo —dije y seguí comiendo, realmente estaban deliciosos y tenían un buen aspecto.

    —¿Qué haremos con el trabajo? —preguntó Devon.

    —¿A qué te refieres? —dijo Hanna casi al instante.

    —¿Qué le diremos al jefe? —

    —¿De qué hablan? —pregunté sin pensar, todos voltearon a verme, excepto el hombre adulto—Lo siento —

    —Tranquila, no esperábamos que hablaras —dijo Hanna con una sonrisa muy cálida—Verás, trabajabas de instructora de educación física, pero en tu condición no lo vemos posible hasta el momento —

    —¿Soy profesora? —dije sorprendida.

    —Así es, empezaste en el año pasado, estabas nerviosa pero emocionada —dijo el pelinegro con un brillo en sus ojos—Te veías muy bien con tu ropa deportiva, toda una atractiva profesora de gimnasia. —lanzó con una sonrisa.

    —Devon —lo llamó Hanna—No empieces —

    —¿Empezar qué? —dijo resaltando qué y mirándola fijamente, entrelazando sus dedos.

    —Con eso, y ya sabes que lo que te estoy hablando —

    Yo solo me dedicaba a mirarlos a ambos. Se notaba su mala relación.

    —Vamos chicos, cenemos tranquilos ¿Sí? —dijo la señora.

    —Disculpen, ¿Cuáles son sus nombres? —pregunté intentando cortar esa tensión.

   —Oh, deja que yo te diga —insistió Hanna—Soy Hanna, tu mejor amiga —y sonrió, pero al pelinegro no le gustó ese gesto y chasqueó su lengua—Este tarado de acá es Devon, tu ex-novio —y entonces se inclinó hacia mí—Igual no te culpo por terminar con él, no entiendo como lo soportaste por tanto tiempo —dijo con ironía.

    ... Si antes ya estaba confundida, entonces en ese momento no había palabras para explicar como me sentía, ¡¿Salir con mi hermano?! ¡¿Y lo dice así sin más?! ¡¿DESDE CUANDO LA SOCIEDAD PERMITE TALES COSAS?!

El Accidente (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora