| Capítulo 5: Un poco más. |

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    Hanna, suspirando, se levantó sin mirarme y luego me extendió su mano, la cual acepté y con cierta inseguridad miré a Devon. Él estaba de pie, en el marco de la puerta y pude notar una fina capa de sudor en su frente, junto el subir y bajar de su pecho, corrió hasta aquí.

    —Tuvo un ataque de esos —respondió Hanna, sosteniéndome de la cintura, no retiré su mano porque simplemente me sentía cómoda—Evy, ¿Por qué te fuiste sin avisar? —y me soltó, cruzándose de brazos y mirándola con reproche—Sabes que las calles son peligrosas —

    —Perdun —y empezó a sollozar, abrazando el muslo de Devon, quien luego la cargó en sus brazos y subió a las escaleras, llevándola a su pieza.

    —¿Qué sucedió exactamente? —le pregunté a Hanna, tocando su hombro—¿Qué... fue lo que hice? —hice gestos con las manos, incomoda.

    —¿Segura quieres saber? —y se tocó el rasguño, dudosa.

    Asentí.

    —Pues, cuando te hablé, dejaste de mirarme y —se detuvo unos segundos— empezaste a gritarme cosas —

    —¿Qué cosas? —

    —Cosas sin sentido —y agitó sus manos, restándole importancia— bofetadas vinieron, fueron, casi me arrancas un ojo, ¡Pero oye, sigo viva!

    Su chiste no me hizo tanta gracia.

    Suspiré y caminé hasta las escaleras, encontrándome con un pasillo diferente al que recordaba. Y me detuve, una presión en el pecho me estaba sofocando, pero de repente sentí una mano en mi hombro, haciéndome mirarla y luego a la dueña de ella, encontrándome con unos profundos y compresivos ojos azules.

    —¿Sucede algo? —y miró hacia el pasillo, quizás buscando.

    —No recuerdo esto —y señalé hacia todas partes, la alfombra, las paredes, e incluso me acerqué a tocarlas, intentando recordarlas—No lo recuerdo —

    —Es probable —

    Sujetó mi mano, entrelazando sus dedos con los míos en un gesto tierno, junto a una sonrisa...

    Pero empecé a dudar de nuestra relación, ¿éramos amigas? ¿O más que eso?

    —Ven —dije y caminé hacia adelante, aún sin saber del todo a donde iba—Vamos a mi habitación, quiero hablarte de algo —

    Y ella me detuvo.

    —Está del otro lado —dijo riéndose—Vamos –rió y me llevó.

    Reí unos segundos, pero volviendo a pensar en nuestra relación. Desde el principio Hanna se había mostrado cariñosa, comprensiva, la que más me conocía, la que más me atendía y prestaba atención, y claro, una amiga, una muy buena amiga lo haría. Pero veía algo más en su mirada, en su tacto y en sus gestos, además de el recelo que tiene con Devon, recalcando que ella había sido el motivo del por qué Devon y yo rompimos.

    —¿Puedo preguntarte algo? —dije al entrar en una habitación, tenía cosas elegantes, refinadas, y un baño bastante equipado, e instintivamente caminé hasta el botiquín, sacando algunas gasas y el alcohol.

    —Claro —y cerró la puerta detrás de sí, caminando hasta mí y cerrando los ojos—Dime —

    —¿Somos novias? —pregunté sin pensarlo.

    Abrió sus ojos de par en par.

    —¡L-Lo siento! —dije y me apresuré a humedecer levemente la gasa, indicándole que cerrara los ojos—Solo creí que- bueno... Respóndeme —

El Accidente (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora