El Accidente (EDITANDO)

| Capítulo 10: Ella está bien (parte 2) |

Devon POV

    Volví a casa como si nada hubiese pasado, Hanna podía ser muy fastidiosa cuando quería, pero sé que es buena persona, sé que se merece a Kimberly, pero lo amo ¿Saben? No puedo dejarla ir así porque sí, menos cuando estoy cambiando, cuando dejé tantas cosas por ella y gané su amor. No voy a decir que ella me amó primero, porque debido a mi estupidez, la perdí, pero la recuperé y la estúpida de Hanna tuvo que enamorarla.

    Eso es algo que no le perdonaré, estábamos siendo felices y tuvo que estropearlo todo con sus sentimientos..., no soy el malo de la historia ¿Bien? Fui idiota, hice idioteces que mi edad me permitía hacer, pero maduré y le encontré valor a todo lo que me rodea, a mi familia, tener la suerte de tener un trabajo, muy buena salud y una persona maravillosa como Kimberly. No sé si sabían, pero Alice y yo no somos hermanos de sangre, Alice es hija de mi madre, y mi madre me adoptó, luego conocí a Rick como su pareja. No tenía interés en conocerlo en realidad, siempre me había dado mala espina.

    Estaba en la habitación de Kim cuando la vi durmiendo, descansando, parecía un ángel ¿Saben? El ángel más hermoso de la tierra. Me senté a su lado en la cama, acomodando el cabello que caía en su rostro, tan perfecto, tan bello, me incliné y besé su frente, una de las cosas que le gustaba que yo hiciera, si embargo, la Kim de ahora no es la de antes, actúa tan extraña, tan ajena a nosotros, sus miradas hacia mí como un desconocido dolían profundamente. Era difícil verla así de distante, pero mientras pasan los días siento que voy ganando su confianza, y ese es un buen paso.

    Recordé entonces la primera vez que me vio, fue en el casamiento de Rick con mi madre, habíamos hablado por Facebook unos meses atrás, noté al instante que le gustaba, a pesar de estar convirtiéndonos en primos... Fue algo alocado ¿Saben? Rick es el tío de Kimberly, pero siempre la vio como una hija y la llamaba así, de pronto Rick iba a ser mi padrastro, por lo que seríamos hermanastros... Demasiado incesto, por dios.

    Pero bueno, el amor no se rige por etiquetas, ¿No? Jamás la vi como una hermana o prima, o lo que fuese, siempre la vi como una niña dulce e inocente, yo tenía 18 cuando la conocí, ella tenía 17, no era la gran diferencia, pero en mentalidad si, ella soñaba con una pareja perfecta para toda la vida, matrimonio, hijo, vida feliz y pacífica... No digo que es tonto soñar con algo así, es muy lindo querer eso para la vida de uno, pero es difícil conseguirlo, y en mi estúpida mente de adolescente, la vida era para los placeres, cero compromisos y nada más.

    Pero llegó ella ¿Saben? Con su inocencia, sus sueños tan puros, su manera de ver la vida, de que ser tradicional no está tan mal, no es tan limitado como creí que sería. Apenas me vio en el esmoquin, junto a mi hermana, podría jurarles que su rostro se enrojeció como un tomate.

    Yo no era lo mejor para ella, no era no ideal ni la mejor persona y lamento haberla lastimado tanto. Pero es así, lo hecho, hecho está. Escuché entonces un chasquido desde la puerta, volteé y vi a una malhumorada Hanna, cruzada de brazos.

    Despedí con un beso a Kim y salí del cuarto.

    —¿Eres imbécil o te haces? —maldijo mientras me empujaba con fuerza, odiaba que haga eso.

    —Dejame en paz Hanna, no tengo tiempo que perder contigo. —dije bajando por las escaleras, y ella bajó conmigo.

    —¿Por qué te empeñas en molestarme? ¿Por qué no nos dejan en paz? ¡Solas! —exclamó y le tapé la boca, sabiendo que mis padres estaban durmiendo no iba a permitir que esta loca los despertara. Entendió el mensaje y se calmó.

    —Deberías entender, necesito a Kim en mi vida más de lo que crees, y están todo el día juntas, ¡Nunca puedo verla yo porque sino peleamos! Y no le agrada nada.