Hanna estaba en mis brazos, temblando, mirando reiteradas veces hacia el interior de la casa y la atraía hacia mí, pero era inútil, su mirada me atravesaba completamente, tampoco escuchaba mis palabras.
Me sentí inútil.
De repente, un silencio invade toda la zona, uno inquietante, un silencio desesperante y Hanna dejó de temblar, mirando fijamente la casa, esperando con ansiedad algún sonido.
—¡Kim, ven! —
Devon se asomó por la puerta, y mis ojos se abrieron como platos al ver sangre en su rostro.
—Hanna, tengo que ir —la miré— Quédate aquí ¿Sí? —
—¡No, no! —empezó a gritar, mirando hacia todos lados-
—Hanna —y sujeté su rostro entre mis manos— Hanna mírame —y finalmente lo hizo, encontrándome con esos intensos ojos azules, mostrándome su fragilidad, lo asustada, aterrada que estaba.
—No me d-dejes —
—No me iré de aquí, no te dejaré sola ¿De acuerdo? —
"-No me iré de aquí, no te dejaré sola ¿De acuerdo? -dije rodeándola entre mis brazos, no podía dejarle... no porque la quería, sino, no podía dejarle por cobardía, por no querer romper su corazón... Una vez más."
—¡Vamos Kim! —gritó Devón y entró a la casa.
—Ehh si claro —y miré a Hanna— Volveré —
¿Eran recuerdos esas imágenes?
Hanna asintió, abrazándose a sí misma.
"—¿Qué hice mal? —preguntó, apartándose y mirándome a los ojos, los suyos estaban cristalinos, a punto de llorar, o terminando para volver a empezar."
Corrí hasta la puerta, sin poder distinguir la realidad, si eran recuerdos, o delirios.
—Devon, ¿dónde estás? —y caminé hasta la cocina.
—Ven, ayúdame con papá —
Ahora que lo tenía más de cerca podía ver con más nitidez el corte en su ceja, junto con un labio partido, por eso tanta sangre en su rostro. Devon estaba cargando de un brazo a Rick, quien estaba intacto al parecer.
—Vamos, que no es de pluma -apuró con una mueca de dolor.
Fui hacia el otro costado y coloqué su brazo por encima de mis hombros, aunque aun así sentí como Devon inclinaba a Rick hacia él, quizás para yo que no hiciera tanta fuerza, Rick era un hombre pesado y grande. Cargándolo, ambos fuimos afuera e inmediatamente Hanna retrocedió, pero por suerte Alice estaba con ella, calmándola, o al menos intentándolo.
—Tranquila Hanna, está inconsciente —dijo Alice, por lo que pude escuchar.
"-¡Basta! ¡¿No lo entiendes?! -grité intentando contenerle-¡No te amo! ¡No puedo amarte Hanna! ¡No quiero seguir siendo hipócrita! "
—¿Kim? —dijo Devon.
—¿Sí? —lo miré con los ojos abiertos.
ESTÁS LEYENDO
El Accidente (EDITANDO)
Novela JuvenilUna chica despierta en un cuarto, con muchos extraños a quien no reconoce, se encontrará con muchas situaciones de frustración, confusión, miedo, Kim parece tener amnesia y deberá aprender todo su pasado para comprender su presente...