Desperté llorando.
De verdad amaba a Hanna, lo sentí en ese recuerdo, sentí a Hanna por lo que era, mi novia, no una amiga, ni una amante, o un juego, ella era mi novia hasta hace poco. Limpié mis lágrimas encontrándome con la luz apagada, empecé a sollozar por las cosas que estaban pasando, la tensión entre Devon y Hanna me incomodaba, pero los quería, no sé de quién estuve enamorada y tampoco sé de quién debo estarlo, lo estuve de ambos, pero no sabía con quién estar ahora.
Me senté en la cama estando sola en la habitación (Al fin reconocía la habitación donde había dormido). Solté un suspiro y volví a sentir un dolor punzante en mi cabeza, bajé rápidamente de la cama para tomar las pastillas que correspondían, estuve olvidando de tomarlas y no por la amnesia, sino por descuidos míos.
Eran amargas y asquerosas. Pero sentía sus efectos, cada vez podía mantener el control a la hora de recordar y mantener mis memorias, e impedía esos ataques de locura, según Hanna.
Entonces alguien tocó la puerta.
–¿Puedo pasar? –preguntó la señora... es decir, María, mi madrastra.
–Adelante –respondí y me senté en la cama, tirándome el cabello hacia atrás y sonriéndole mientras se sentaba a mi lado–¿Cómo has estado?
–Bien querida, ¿Y tú? –preguntó con una cálida sonrisa– Han estado pasando muchas cosas, cariño.
–Lo sé, señora –confesé– Esto es tan confuso... me cuesta adaptarme y hacerme creer todo lo que pasa... parece una novela dramática.
–Tienes toda la razón, muy loca ¿Verdad? –palmeó mi espalda–Pero siento que estás pensando en una cosa estos días, ¿Me equivoco?
Me encogí de hombros.
–Si –suspiré– Es—
–Hanna y Devon –se adelantó y asentí– Este par de críos, ¿Qué te han hecho?
–Intentan ayudarme, pero me confunden más... –sentí mis ojos lagrimear apenas hablé, pero me las aguanté porque estaba harta de llorar– Vuelven los recuerdos y los siento como sueños lejanos, vagos, pero intensos a la vez... No sé qué sentir, porque lo que sentí no es lo que siento ahora... no desde que desperté estando así... idiota ... No sé cómo debo comportarme, siento que estoy en un juego mental donde armo mi identidad desde el comienzo, no me siento interesante para ellos, pero parece que soy todo para Hanna y Devon, y ellos para mí son amigos... o más que eso, siento que los conozco, pero no lo hago, y tengo miedo que me usen, mamá.
–Oh Cariño... Tómate tu tiempo, ¿Si? –sonrió y me atrajo para darme un abrazo, más que besos o dramas románticos, necesitaba un apoyo... y de alguien tan cercano como una madre–A veces son muy intensos y dedicados a algo que aman, por eso te enamoraste de mi niño –dijo refiriéndose a Devon– y Hanna, te enamoraste de su rebeldía y personalidad, te la pasabas riendo con esa adorable chica... sé que es difícil tomar una decisión, pero deja que tu corazón decida, él sabe qué es lo que sientes... Ahora, recupérate jovencita, es una lástima que te tocara esta situación, pero qué se le va a hacer, recupérate, te necesito conmigo de nuevo mi niña. –me abrazó más fuerte, pero cálidamente–Mañana empezarás la terapia con el doctor, ¿Sabes? Así que mejórate.
–Eso intento.
–Ahora hablaré con ellos, ¡A ver si dejan de ser tan cabezotas! –me reí y ella besó mi frente– Ahora descansa, ¿Tomaste tus pastillas?
–Si –dije– Mamá –agregué con una sonrisa.
–Bien, iré a buscar unas cosas a la alacena, pero si quieres puedes empezar a cocinar con Devon, Hanna vendrá a acompañarme.
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El Accidente (EDITANDO)
Teen FictionUna chica despierta en un cuarto, con muchos extraños a quien no reconoce, se encontrará con muchas situaciones de frustración, confusión, miedo, Kim parece tener amnesia y deberá aprender todo su pasado para comprender su presente...