Cap.21:sacrificio

819 97 17
                                    

La noche llegó finalmente,y todos en el pueblo estaban ocultos,a la espera de la llegada del lobo.
Los tambores sonaban,en una siniestra marcha que iba desde el ayuntamiento hasta la plaza.Cientos de guerreros iban,portando antorchas para ver en la oscuridad,avanzando por las calles.A la cabeza de estos estaban Undertaker y Will,que llevaban a Ciel,el cual iba vestido totalmente de blanco,a excepción por su larga capa roja,la capucha de esta cubría su cabeza,y sus manos y pies estaban atados con cadenas para evitar que escapase.Pero,por el semblante serio y triste de Ciel,no se le veía que fuera a hacer tal cosa.
Llegaron al centro de la plaza,deteniendo su siniestro desfile.
Undertaker agarró a Ciel,y ató a este con cadenas a un enorme poste que estaba allí previamente preparado.
Enfrente del chico empezaron a hacer un círculo de sal,sobre el que dibujaron la estrella satánica,y encendieron cuatro antorchas que había colocadas previamente a su alrededor.
-Que haya suerte,y que el lobo se lleve al brujo...-sentenció Undertaker en un tono siniestro.
Tras esto,el cazador y los demás se fueron en mitad de la noche,dejando a Ciel solo...a merced de lo que fuera.

...

Ya casi era media noche,y Ciel seguía allí,a la espera del temible hombre-lobo.Las cadenas que lo sujetaban empezaban a apretarle,y el calor de las antorchas hacía que empezara a sudar.Pero ya cada vez faltaba menos...para estar completamente a merced del lobo.

Pero entonces,de repente Ciel empezó a sentir algo tocando sus manos y escuchar las cadenas agitarse.Giró su cabeza y pudo ver a Grell,que estaba trastocando sus cadenas.
-¡Grell!¿Qué estás haciendo?
-Vengo a sacarte de aquí-dijo Grell-solo yo sé desatar cadenas,y alguien no estaba de acuerdo con entregarte a ese lobo.
-¿Pero quién...
-¡Ciel!¿Estás bien?-Sebastian llegó de repente corriendo a donde estaba Ciel,se le notaba su preocupación solo con verle.
-Sebastian,¿tú...
-No permitiré que te hagan esto,Ciel.-dijo Sebastian.
-Pero...si no me entrego...
-Si a cambio de que el pueblo viva tú debes morir,entonces no vale la pena.-Sebastian acarició suavemente la mejilla del menor-Ciel,yo te quiero.
-Ah...-Ciel miró a Sebastian,y sintió cómo su corazón empezaba a latir cada vez más rápido,y su pecho empezaba a arder tal como si tuviera un fuego encendido.Sus mejillas se empezaron a sonrojar,y supo...qué era ese extraño sentimiento.
-Yo también te quiero,Sebastian.-dijo Ciel sonriendo levemente.
-Ya está-interrumpió Grell-ya he soltado las cadenas,ahora...-nada más sentir que sus manos eran libres,Ciel se abalanzó y abrazó a Sebastian,muy apasionadamente,mientras este otro correspondía su abrazo con cariño.
Los dos estaban tan felices juntos...
-Muchas gracias,Sebastian.
-Eh...-interrumpió Grell-chicos,siento interrumpiros,pero...-de pronto,un aullido potente se escuchó en la lejanía.No había duda,el lobo estaba llendo hacia allí.
-¡¡¡AUUUUUUUUU!!!
-Es el lobo.-dijo Ciel.
-Venga,salgamos de aquí.-Sebastian agarró a Ciel de la mano,y rápidamente los dos se fueron corriendo a buscar un escondite.Mientras,Grell también había salido corriendo despavorido,pero en otra dirección.

Ciel y Sebastian corrían a toda prisa por las calles,buscando un lugar dónde meterse,pues no sabían bien adónde ir.
Finalmente,dieron con una casucha de madera vieja,tan pequeña como una habitación,y decidieron meterse ahí por el momento.
Entraron,deprisa,pues podían sentir al lobo acercarse.
Una vez dentro cerraron la puerta,la atrancaron con un par de tablones de madera que allí había y así estuvieron,sentados,procurando no hacer ruido,pues podían oír los pasos de la bestia desde dentro.
-Sebastian...tengo miedo...-le susurró Ciel asustado.
-Tranquilo,Ciel.Si es necesario,lo mataré con mis propias manos antes de que te coja.-le habló Sebastian lo más bajito que pudo mientras abrazaba a Ciel para calmarle.
Los dos se quedaron quietos,esperando a que el lobo,que ahora estaba casi al lado suyo,se fuera y los dejara en paz.
El lobo pasó por allí,justo enfrente de la casucha.
Miró justo en esa dirección,pero le dio pereza olisquear el ambiente para rastrear,y simplemente,siguió su camino por la calle buscando a Ciel.
-Creo que se ha ido.-susurró Sebastian finalmente.
-¿Qué hacemos?
-Si nos quedamos aquí más tiempo,el lobo puede volver.Saldremos sigilosamente y te esconderé en mi casa,no está lejos de aquí.
-Vale.
Ciel y Sebastian observaron la casucha,y se dieron cuenta de que detrás de ellos había un agujero en el suelo que daba a la calle.
Con mucho cuidado,los dos se arrastraron por el agujero,y una vez que pudieron salir,ambos fueron corriendo por los callejones,rápido pero en silencio,así hasta que consiguieron llegar a la casa de Sebastian.

Caperucita Roja Kuroshitsuji:la leyenda del hombre lobo(I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora