14. Amenazas

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Regresé a la mesa donde se había quedado mi hermano, molesta conmigo misma por haberme sentido tan extraña cuando Castiel hizo aquello. Debía recordar que él era un idiota y que me ponía las cosas aún más difíciles.

Al llegar al lugar, sentí como si me clavaran un dardo en la sien, el desvergonzado de Levi estaba riéndose mientras charlaba con Rosalya. Como si no hubiera hecho un show justo hacía un momento. Me paré a su lado y tosí para llamar su atención.

—¿A qué viene esto, Levi? —gruñí cruzando los brazos—. Primero incomodas a mis amigos y ahora estás como si nada.

—¡Está bien, Gio! —exclamó Kate—. No te preocupes por nosotros, Levi se disculpó.

Rosalya le dio un codazo a mi hermano con tanta confianza que por un segundo creí que ya se conocían desde antes.

—Sobre eso... —Levi se rascó la nuca sonsojándose—. No quise decir las cosas de esa forma. Sabes que mamá me pone de los nervios a veces.

Fruncí el ceño y entrecerré los ojos, no podía pensar que iba a dejarlo pasar así como así después del lío. Quizá para los chicos y para mi no era para tanto, pero Castiel no se lo tomó de la misma manera.

—Vengaaaaaa, Gioooo —Alexy chilló abrazándome—. Perdónaleee, ¡Todos estamos bien!

Me reí al ver a Alexy completamente sonrosado y moviéndose casi como si estuviera flotando. No sabía si Kentin estaba suspirando allá atrás porque el peliazul lo había dejado en paz, o porque le molestaba que hubiera cambiado de opinión tan rápido.

—Vámonos o mamá enloquecerá —sonreí finalmente.

«Creo que me disculparé con Castiel después»

—¡Leviiiii! ¡¿Tienes algo que hacer más tarde?! —gritó Alexy a lo lejos.

—¡Alexandeeer! —lo regañó Armin.

Me sentí abatida en cuanto entré al automóvil de mi hermano. Mi madre iba a enfadarse demasiado.

—Levi...

—Tranquila —puso una mano en mi rodilla mientras se sentaba en el lugar del conductor—. Me encargaré de que ella no te grite otra vez.

• • •

—No vuelvas a almorzar solo, Kentin —le pedí, sacándole una sonrisa.

Al día siguiente, en cuanto salimos al descanso, me encontré en el hueco de la escalers tratando de hacer entrar en razón a Kentin para que no se sintiera mal por la reacción que tuvieron los chicos con él el día anterior. Me rasqué la nuca, vacilante.

—Kentin, ¿qué ocurrió entre Kate y tú? —le pregunté. Él hizo una mueca entre sorprendida y confusa—. Bueno, ayer...

—Nada —me interrumpió sacando su almuerzo de la casilla—. No pasó nada. Ni siquiera somos amigos.

No pude evitar sentirme un poco mal ante su respuesta. Era obvio que estaba mintiendo. Lo miré con incredulidad y el respondió con un ceño fruncido y las mejillas coloradas.

—¡Ambos cambiamos, ¿bien?! —exclamó cerrando de golpe su casillero—. Tomamos caminos distintos.

—¿Eso tiene relación con que siempre estés metiéndote en problemas? —cuestioné más para mi misma que para él.

—¿Cómo dices? —le escuché murmurar, pero su voz se vio interrumpida por un grito.

—¡Gio! —Kim, la chica a la que siempre veía con Violeta saludó con media sonrisa, agitando unos papeles en sus manos—. Tengo buenas noticias.

Love is not Over   »Castiel CDM [Liars #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora