—¿Hola? —mi voz resonó en las amplias paredes del gimnasio.
Aún era temprano para que iniciaran las clases.
Entré recorriendo con la mirada cada rincón. No veía que hubiera alguien cerca. Hasta que un balón que salió volando en mi dirección me sobresaltó. Por suerte fue a dar a la pared detrás de mí.
—¡Oye, lo siento! —un chico moreno se acercó con cautela—. No te vi, sólo practicaba.
—Sí, seguro eres un profesional —bromeé—. Bueno, buscaba al líder del club.
Gracias al cielo el chico se lo tomó con humor y se rió ante mi comentario.
—Ese soy yo —se apuntó a sí mismo con el pulgar—. Me llamo Dajan.
Dajan tenía una sonrisa encantadora, ojos dorados muy expresivos, y llevaba un piercing en la ceja.
—Yo soy Gio —le devolví la sonrisa.
• • •
—¡Oye, buen tiro! —exclamó Dajan luego de que el balón pasara por el aro.
Este chico, era genial. Después de conocernos, me habló un poco acerca de sus viajes, al parecer había estado casi por todo el mundo. Luego me dijo que para ser admitida en el club de baloncesto, también debía jugar un partido rápido con él. Era bastante bueno manipulando el balón y yo me sorprendí de que lo fuese.
Yo no era especialmente buena, pero a decir verdad, me divertí.
Suspiré, sentándome en las gradas para descansar, luego de ser abatida por un enorme diez a dos a favor de Dajan. Les dije que no era buena.
—¿Hay muchos miembros en el club? —le pregunté.
Él permaneció de pie frente a mi, botando el balón con destreza.
—No realmente. Los chicos somos los suficientes como para formar sólo un equipo —explicó—. Y además de ti, sólo hay una chica.
—Bueno, realmente no me imagino a chicas como Ámber tratando de hacer botar un balón —comenté, lo que hizo reír a Dajan—. Por cierto, debo irme ya, si quiero registrar el club en mi horario.
Corrí, pero la voz de Dajan llamándome hizo que me detuviera una vez más.
—¿Sí?
—Te mentí —dijo mostrando su blanca sonrisa—. No era necesario jugar para ser admitida, sólo quería retenerte un poco.
No pude evitar sentirme un poco avergonzada, pero tampoco pude evitar sonreír.
—¡Ya lo sabía! —grité dándome la vuelta y agitando mi mano a modo de despedida.
En realidad no lo sabía, pero no podía mantener la guardia baja, ¿Cierto?
Cuando entré al salón de delegados vi que el rubio ya estaba allí y como tenía que arreglar sólo ese pequeño detalle, me acerqué a él.
—Hola, delegado, estoy lista para registrarme en un club.
—Genial —el sonrió ligeramente—. Espera a que organice este papeleo, entonces podré ayudarte.
Me senté en una silla mientras observaba cómo él escribía algo en algún expediente sobre la mesa, el cual, miré por un segundo para luego apartar la vista tranquilamente hacia la ventana.
«Espera un poco, ¡Ese era MI expediente!»
Lancé mi torso a lo largo de la mesa para arrebatárselo.
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Love is not Over »Castiel CDM [Liars #2]
FanficLuego de haberse dañado a si mismo, Castiel se prometió no volver a hacer tratos sin sentido con una chica. Sin embargo, si lo hubiera cumplido no habría una historia que contar. Y tras la llegada de su exnovia al instituto, no pudo evitar idear un...