[30] *

2.8K 241 57
                                    

De verdad, mi cabeza iba a explotar después de tanto tiempo estudiando, tenía demasiadas cosas en mente y entre ellas el dónde estaba Derek.

Giré el cuello y Logan estaba jugando con un coche rojo en mi cama, suspiré y miré por la ventana, la dejaba abierta siempre que el pelinegro se marchaba por si acaso no le escuchaba llamar, además, me sentaba de maravilla esa brisa fresca propia del rastro de días lluviosos.

Aparte, estaba considerablemente alegre por lo de ayer.
Sí, soy una orgullosa.
Sí, una cabezota también.
Pero había que reconocerlo; disfruté en una noche lo que no había disfrutado en toda una vida.

De repente un golpe sonó en la ventana y fruncí el ceño cuando vi al pelinegro tirado en el suelo sobándose la pierna.

—¿Qué te ha pasado? —Pregunté girando la silla hacia él y evitando reír.

—Nada —Respondió con cierto orgullo y alzó una ceja divertido— ¿Acaso te estás riendo de mí?

Fruncí los labios y se levantó del suelo, por un momento pude ver su trabajado abdomen pero la imaginación se disipó al darme cuenta de que caminaba hacia mí.

Apoyó el brazo en el respaldo de la silla y se agachó hasta quedar a la altura de mis labios, observándolos hasta pasar la mirada a mi ojos.

Mi rostro nervioso se reflejaba en su pupila, sin embargo no tuve mucho tiempo para describirlo dado que su boca devoró la mía.
Sus dedos acariciaron mi mentón y el respaldo de la silla se dobló un poco para atrás; lo suficiente para que Derek aprovechase y acariciara su lengua con la mía.

Cuando paró, mi mundo de ensueño se derrumbó.
—¿Alguien te dio permiso para parar?
Fruncí el ceño divertida y él lo alzó con sorna.

—Quiero hacerte muchas cosas, pero no delante de tu hermano.

Mierda, era verdad, había olvidado que Logan estaba jugando y en ese momento mirándonos.

Carraspeé incómoda y mi hermano puso una mueca extraña.
Volví a arrimarme al escritorio.

—Tampoco quería que siguieras —Contraataqué intentando mantener mi postura, aunque los dos (y puede que incluso Logan) sabíamos que mi dignidad no estaba como para que me hiciera la orgullosa en ese momento.

Eso me pasaba por dejarme llevar.

Derek se tumbó en la cama apoyando su espalda en el cabecero y cogió a mi hermano para dejarlo en su abdomen, comenzaron a hablar sobre un mundo del Super Mario bastante complicado que no conseguía pasarse.

Se le daba fenomenal los niños, me había dado cuenta desde la primera vez que sus ojos conectaron con los de Logan; se notaba que se llevarían genial y ahí estaba la prueba.
Ellos dos jugando, quizá hasta Derek podía hacerse pasar por su padre perfectamente, no me malinterpréteis, no le llamaba viejo ni nada; simplemente se notaba en su rostro que un adolescente no era.

(Nota de autora: A nuestra Samantha se ve que le gustan mayores. Okno, sigan leyendo)

Un pensamiento fugaz me vino a la cabeza
—Derek —El pelinegro me miró y giré la silla para encararlo— ¿A dónde fuiste?

Las comisuras de sus labios se alzaron en una gran sonrisa de oreja a oreja, una llena de ilusión.
Se sentó en la cama, dejó a Logan en la cama y se relamió los labios.

—No deberías de hablar así a tu futuro niñero, ¿No crees? —Guiñó un ojo divertido y mi mente colapsó.

¿Niñero?
¿Mi niñero?
¿Qué?
¿Había ido a la entrevista?
Espera, eso quería decir que, ¿¡Derek había hablado con mi madre!?

Llámame Derek [ANULADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora