KHAOS •paperhat•

Egoísta (2/2)

- Te gusta esto ¿No?

Flug tenía su cuello aprisionado por la mano del mayor, perdía aire pero por la cercanía no le importaba demasiado.

Solo tenía puesta la camisa de su jefe la cual ya estaba casi por completo desabotonada.

- Te gusta provocarme, ¿No es así?
¿Por qué lo haces?

Mientras interrogaba al menor su mano libre bajaba al miembro de este, descubierto y sensible.

-y-yo... No quer-ia q-que... - por la mano de Black Hat en su cuello no podía hablar correctamente.

-¿Qué dijiste? - Flug se preguntaba cómo su jefe podía mantener la voz tranquila, él moría por el erotismo mientas Black Hat ni siquiera se inmutaba.

Viendo que quería hablar, soltó el agarre del cuello del chico, satisfecho al ver sus dedos marcados en la blanca y sensible piel.

- No quería que me cambiara.

Eso era nuevo... Le gustaba.

- ¿Y por qué creíste que lo haría?

- Porque mi mente me juega en contra, imagino que usted satisface a otros como debería... - el científico avergonzado, entendió que había hablado demasiado así que cortó sus palabras.

- ¿Como debería qué? - Black Hat quitó su propia ropa.

Por un momento sus miembros colisionaron, dando un nuevo tipo de estremecimiento al menor.

A la mierda, se lo diría si eso quería.

- Cuéntame Flug - lo torturaba con la nueva sensación, moviendo una y otra vez la cadera, el ritmo de tornaba frenético - ¡Vamos! Dilo, maldita sea.

- Como debería hacerlo conmigo - avergonzado el chico escondió su rostro en el hombro del mayor, quién terminó de desvestirse.

- Así me gusta Doc, directo.

Besó al chico de manera frenética, a Flug le costaba seguir el beso, pero por las sensacion de esa larga lengua recorriendo sus labios y jugando con la suya, lo intentaba.

Necesitaba seguir disfrutando esto.

La pared contra su espalda se sentía incómoda, después de todo, por sus pesadillas esa noche había dormido en el suelo.

- Mi espalda, duele.

Black Hat complaciente cambió la posición, ahora el pecho del chico estaba contra la pared, dándole a Black Hat una vista espectacular bajo esa camisa roja que aún no quitaba por completo.

El mayor no aguantaba más las excusas de su empleado, aquel día no se detendría.

Metió tres de sus dedos en la boca de Flug, callando las palabras que estaban por salir.

- Deja de murmurar y lamelos, no me hagas enseñarte modales.

¿Modales?

Flug sin entender volvió a intentar hablar, saliendo así de su boca inteligibles sonidos.

- No se habla con la boca llena - un fuerte golpe en su glúteo resonó por el vacío piso.

Obediente, simplemente dejó de intentar hablar y cumplió la exigencia de su jefe.

No le importaba mucho nada, tenía algo de alcohol en su sistema. Además de celos que aún nublaban ligeramente sus sentidos y sobre todo su conciencia.

Los dedos fueron retirados de su boca.

- Ahora vas a contarme cómo llegamos a esto.

A la par de sus palabras sus dedos se habrían paso por sus glúteos.