Parte 2

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No es inusual para Stiles Stilinski despertar boca abajo en alguna parte donde no recuerda haberse dormido.

Inhala fuertemente un par de veces antes de que pueda identificar el material carrasposo contra su nariz. Ugh. ¿Su papá en verdad lo dejó dormir en la sala?

—Eres el peor —le dice Stiles a su padre ausente e intenta sentarse.  Su cabeza punza mientras lo hace y gime.

Y luego recuerda perder la consciencia en el Jeep después de que Derek Hale lo echara de su estúpido loft.

Excepto, que él no está en el Jeep. Y si su papá lo hubiera encontrado desmayado en el Jeep, Stiles seguramente estaría o en el hospital, o en una celda o en su propia cama. No es como si alguna de esas opciones fuera nueva en su vida. El Sheriff Stilinski ha tenido sus propios momentos increíbles.

Stiles se frota la cabeza y considera la opción más viable. Que se quedó hasta tarde escuchando a Lydia hablar de su estúpido hechizo y se quedó dormido en la sala. Eso suena probable. El hechizo sonaba como una idea estúpida sin importar qué. Pero no había ninguna razón lógica para que Derek “Soy un imbécil” Hale lo sacara de repente del loft.

La lógica del sueño. Duh.

Con esa conclusión, Stiles se sienta con cautela. Tomar las cosas con calma probablemente sea la mejor idea. Su cabeza está punzando. Tiene toda la intención de conseguirse un vaso de agua, tomar una ducha con calma y prepararse un desayuno con ese tocino de pavo que no era tan bueno para comer como su papá le había dicho unos días atrás, hasta que ve el reloj.

Quince minutos para las nueve. Es un reloj digital y muestra la fecha y la temperatura también. Stiles solo ve el LUN, pero eso es suficiente para entrar en pánico.

—Mierda —dice Stiles. Y luego lo repite un par de veces por si acaso. Va a llegar tarde a la escuela. Perfecto. Obviamente no tiene tiempo para una ducha. Huele sus propias axilas para ver qué tal, hace una mueca y decide que es suficiente si se queda lejos de Lydia. Definitivamente tiene cosas de baño en su casillero del gimnasio, solo tiene que lograrlo hasta el tercer periodo sin que nadie intente olfatearlo. Estará bien.

Probablemente no hay tiempo de ir arriba y tomar su mochila. El no perder demasiadas clases es más importarte que el olvidar un libro de texto o un bolígrafo. Hay cosas suficientes en su casillero para que lo logre hasta la hora del almuerzo. Cualquier cosa es mejor que enfrentar la ira del señor Atherton si llega tarde a clase de matemáticas.

Stiles corre hacia el mostrador donde normalmente tiene sus llaves, pero hoy no están en el tazón pequeño. Está a punto de renunciar a llegar a clase del todo cuando logra verlas en un pequeño gancho en el muro opuesto al que su mamá solía usar para ellas. Algo se retuerce en el fondo de su estómago, pero las agarra y corre hacia la puerta.

—Adiós, papá —grita Stiles automáticamente, un hábito más que nada.

Cierra la puerta detrás de él con llave y se gira hacia el Jeep… y se congela.

¿Dónde demonios está su Jeep? Oh, hombre. Oh, hombre. Su papá va a matarlo. El único punto de él teniendo el Jeep es que Stiles había prometido mantenerlo a salvo. Su mamá siempre había querido que Stiles tuviera el Jeep. Mantendría a su bebé seguro y feliz en el camino, no como el auto caro y costoso con el que el hijo de los Whittemore terminaría al final.

Los ojos de Stiles pican por un momento, pero se traga la emoción por acto reflejo. Si su Jeep no está en el camino, debería estar en el garaje.

Lo que significa que podría estar dañado y Stiles posiblemente todavía estaría en problemas con su papá más tarde. Ugh. Bueno, tarde era tarde, y justo ahora Stiles se está quedando sin tiempo. Corre hacia el garaje, quita el seguro y suspira con alivio.

Fly a Little Faster [traducido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora