Parte 4

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De alguna manera, Stiles  consigue irse de ahí antes de que Estrella —quien quiera que sea ese chico— lo arrastre hacia otra clase en la que no debería estar.

Se desliza por una puerta lateral que no tiene alarma en este punto del tiempo (Stiles puede o puede que no haya sido la razón por la que esa puerta en particular tiene alarma, pero nunca confirmará ese rumor) y corre hacia el Jeep.

Al menos la ciudad no ha cambiado mucho a lo largo de estos ocho años o así. Stiles se detiene en el estacionamiento de la Clínica Veterinaria de Beacon Hills. Los carteles son los mismos y DEATON. A. DVM está perfectamente colocado en la parte inferior de la puerta. El otro auto en el lugar es un Camaro negro, al que Stiles le frunce el ceño.

Incluso más cuando la matricula hace referencia al auto viejo de Derek.

Hoy no está de humor para tratar con Derek Hale.

Pero aun así, no es como si Stiles tuviera muchas otras opciones. Necesita hablar con Deaton. Es su mayor esperanza. Así que abre la puerta de la veterinaria y suspira cuando la recepción está vacía.

Sin embargo, hay una luz en el fondo, así que Stiles la sigue, pasando con cuidado a través de la ceniza de cerval y cerrando detrás de él la puertecilla.

Camina al interior y dos rostros se giran a verlo: uno familiar, el otro no tanto.

—No deberías estar aquí, hijo —dice Alan Deaton. Luce completamente idéntico a como Stiles lo recuerda. Los años no le pasan. Stiles se lo dirá. Si alguna vez vuelve a su propio presente.

Bueno. En el peor de los casos, Stiles podría vivirtodo esto hasta volver al presente. Eso apestaría, pero sería mejor que la inevitable muerte.

—Es una emergencia —dice Stiles.

Las cejas de Deaton se alzan— ¿Tienes un animal que necesitas que trate?

—No —dice Stiles—, pero…

Deaton suspira— ¿Si quiera sabes a quién estás interrumpiendo aquí?

La mujer de pie al lado de Deaton es hermosa; cabello café ondulado, una túnica roja y blanca cayendo hasta sus muslos, y sus ojos verdes son astutos, calculadores. Stiles recuerda el Camaro en el estacionamiento y sabe exactamente a quién está interrumpiendo.

—Alfa Hale —dice Stiles, asintiendo en su dirección. Talia Hale. La mamá de Derek. Es bastante imponente. Tenía que serlo. Derek, Laura y Cora no cayeron muy lejos del árbol genético—, mi nombres es Stiles. Stiles Stilinski.

Deaton deja de apoyarse en la mesa con sorpresa, pero Talia solo sonríe y asiente en respuesta. Ella es completamente imperturbable, aunque Stiles cree que puede oler su humanidad. Un pobre chico humano que no representa una amenaza para una mujer lobo Alfa.

—Entonces, sabrás que esto es importante —comienza Deaton, tratando de recuperar la compostura. Huh. Podría lucir igual, pero no es el maestro Zen del presente de Stiles.

 —dice Stiles, moviendo los pies con impaciencia—, pero me parece que acabo de viajar cierta cantidad de años en el tiempo hacia el pasado, y en verdad no me gustaría pisar ninguna mariposa, si entiende lo que digo —enfatiza a Talía con cautela—. ¿Su hija mencionó viajes en el tiempo como consecuencia de algún hechizo mal hecho?

—Mi hija —repite Talía, y la esquina de su boca se tensa—. Suena como algo que Laura haría.

Stiles abre la boca para corregirla sobre Cora, pero luego la cierra— Spoilers —murmura eventualmente.

Fly a Little Faster [traducido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora