Caí de trasero contra el suelo verde, Vegeta me dió la espalda mientras veía al horizonte. Apreté mis labios dándome cuenta que no tenía escapatoria de esto, me senté y estire mis piernas y brazos algo cansada de estar con él.
— ¿Y bien? — hablé cruzada de brazos.
— Eres una mujer vulgar — Señaló con la mirada mi pecho, tenía los senos asomados y el brassier apenas cubría, me sonroje pero fue mi culpa, abroche mi traje amarillo sin mirarlo.
— Y tú un pervertido — Me atreví a llamarlo así dando un resoplido — ¿Y tú nombre pequeño? ¿Es Vegeta, verdad? — Pregunté con ánimo, tal vez hasta podríamos ser amigos y se nos une.
— ¿Me dijo pequeño? — lo escuché susurrar.
— Me imagino que comes igual que Goku, pues tengo mucha comida — Saque de mi traje amarillo una cápsula, era una carga de comida.
Al sacarla, la comida junto con una mesa se acomodó frente a nosotros, me senté en el pasto seco tranquilamente mirándolo fijamente.— Que mujer tan vulgar y como grita. No debí haberte traído, solo me causas problemas.
— ¿Problemas? ¡Ah ya entendí! No te permitire que te enamores de mi — Dije riendo mientras lo veía hacer un gesto de molestia totalmente. Era broma, él jamás se enamoraría de mi ni yo de él.
— Hay una aldea cercana, debemos ir ¡Y tú ve buscando tu radar! Muchacha terricola.
— No soy muchacha terricola, soy Bulma — Recriminé con las manos en la cadera, nuevamente me cargo sobre su hombro, está vez su mano estaba en mi cintura sujetándome, tuve que cerrar los ojos por qué ver todo desde esa altura boca abajo me daba un temor horrible, ¿Cómo iba a salir de esto? Dejé mis cápsulas en ese lugar, tendría que volver por ellas. Las casas de los Namekusein son raras, color blanco y ellos cultivando flores.
— ¡Ahí están! — Exclamé feliz dando unas pequeñas patadas, sentía alegría por qué ahora sabía su ubicación, sonreí pero está desapareció cuando él me dió una nalgada, volví a sonrojarme — ¡Óyeme, aprovechado, pervertido y grosero! — dije de un solo jalón.
— Deja de moverte mujer, antes de que te deje caer — Me amenazó, hice una mueca de disgusto, bajamos hasta la tierra húmeda, sacudí mi traje amarillo con fastidio, los Namekusein me miran o más bien nos miran.
— ¡Hola! Ustedes deben ser los Namekusein, es un gusto conocerlos. ¿De casualidad no han visto a un muchacho bajito y un niño? ¿Mmmh?
Uno de ellos, el más viejo se acercó hasta nosotros, eran muy amables por lo que veo. Sonreí para darles mucho más confianza, al parecer funcionó por qué dejaron esa pose de estar a la defensiva, me sentí más aliviada.
— No, no los hemos visto. ¿Quienes son, viajeros? — Nos preguntó el viejo.
— Soy . . .
— ¿Dónde está la esfera del dragón? — Me gire enojada mirando a Vegeta que me interrumpió
— ¿Quién eres tú? — lo miró el viejo Namekusein, me puse de nervios ¿Debía pedirles ayuda para irme de su lado? Pero me puse a pensar, Vegeta podía derrotar a Picolo y los demás, podría matar a ellos también, yo no quería eso.
— ¡El que importa! Queremos la esfera por qué es para una buena causa, mis amigos del planeta tierra murieron, queremos volverlos a la vida y es por eso que hemos venido hasta acá.
Explique con un semblante de tranquilidad, escuche como Vegeta murmuraba cosas pero no le puse la menor importancia a decir verdad, el viejo Namekusein se volvió a poner tranquilo avisándoles a todos que no éramos peligro.
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A trip to Namek (Vegebul)
FanfictionEl viaje a Namekusein será para la misión de encontrar las esferas, pero no todo será como en la historia ya contada hace algunos años cuando cierta humana de cabello azul cambia todo el contexto de la historia. -Propiedad de Akira Toriyama, toei an...